Incómoda por las últimas palabras de Isaac, arrugo un poco los papeles con mis manos y él me mira de forma dudosa. Está muy serio, incluso dista mucho del muchacho dulce y encantador que me encontré en la tienda de Gloría ya casi dos meses atrás. Nerviosa por su elección de palabras presiono los documentos en mi estómago y por alguna extraña razón miro hacia la puerta, como si necesitara huir en cualquier momento.
—¿Qué quieres decir con que sus intenciones nunca han sido buenas?
—Escucha, ya no quiero mentirte. John ha llevado demasiado lejos todo esto de engañarte y hacerte creer que somos buenos y la verdad es que, ya estoy cansado. Estoy totalmente cansado de engañar a chicas como tú...
Presiono con más fuerza los papeles y de alguna forma estos zapatos se convierten en los más odiados de mi vida, no me siento totalmente equilibrada físicamente hablando con la altura de los tacones y siento que en cualquier momento mis rodillas van a colapsar.
—Habla de una vez, explícame qué son estos papeles. Aquí está toda mi información. Isaac, aquí dice hasta cuánto tiempo me tardo en caminar de mi trabajo a casa. ¿Qué demonios es esto? —trato de conservar la calma en mi voz, aunque por dentro ya he iniciado a romperme en pedazos, aún sin saber lo que dirá.
—Te hemos mentido. Hace mucho que sabemos de ti, quién eres, qué haces, a qué te dedicas. No te mentimos respecto a nuestros traumas, la existencia de unos padres psicópatas que desean mantenernos en esto siempre, hemos intentado huir, pero ellos son más rápidos, siempre nos encuentran y nos obligan a hacer lo mismo.
—¿Qué es lo que los obligan a hacer? —Estoy intentando no mostrar debilidad, ser aquella Emily que era inmune al dolor y simplemente no lo estoy consiguiendo. Mi cuerpo incluso está tiritando.
—Han sido años de presión psicológica, no hacemos esto porque lo deseemos, Emily. Nos obligan, nos amenazan, nuestros propios padres nos han jodido la vida todo el tiempo. Lo único que quiero es que John entienda que debemos huir no de pueblo en pueblo, debemos irnos de este país. Sé que no lo entiendes y que...
—¡Habla de una vez! Dime a qué te refieres —exclamo interrumpiéndolo desesperada.
—John te ha estado utilizando para saber todo de S.T y Asociados, mis padres son estafadores, y es probable que te quieran obligar a hacer muchas cosas cuando tengas más acceso del que tienes ahora. Siempre escogen al mismo tipo de mujer, una chica de pueblo, que no tenga familia en la ciudad, fácil de manipular. Mis padres no solo nos han dañado por años, también dañan a más personas y nos obligan a ayudarlos. Lo cierto es que, al llegar aquí, sí estábamos huyendo, pero nos encontraron como siempre, se aparecieron en casa y le pusieron un arma en la boca a Brandon, lo iban a matar frente a nosotros si no seguíamos el plan de siempre. Nos dieron esa información y fue cuando decidimos quedarnos, trabajar con tu padre, hacerte creer que yo estaba interesado en ti, que John también lo estaba —finaliza.
Los papeles que mis manos sostenían se caen al suelo y me abrazo a mí misma. Mis ojos empiezan a llenarse de lágrimas y compruebo mi pensamiento anterior, recibir noticias de esta índole cuando usas zapatos kilométricamente altos, son la peor idea que se te puede ocurrir si intentas, al menos, tener equilibrio físico, porque mental y emocional lo he perdido. Las palabras habían entrado a mi sistema, sin embargo, no las termino de comprender.
¿Cómo todo eso es posible? El pecho me arde de una forma incomprensible e Isaac simplemente me observa mientras mi mundo; mi pequeño mundo en el que John y yo nos habíamos enamorado perdidamente, se quiebra en millones de pedazos.
—De verdad lamento tener que ser la persona que te quite la venda de los ojos. Pero ya estoy cansado y sé que Liam también lo está y que no encuentra el valor de decirte la verdad, de lastimarte porque hemos visto la forma en la que has ayudado a Brandon. Sé que ahora puedes querer denunciarnos, pero te juro que somos obligados a hacer esto, te lo juro.
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John, la mayor de mis adicciones.
RomanceJohn Carter y sus hermanos han llegado a Greensboro de forma misteriosa, nadie sabe de dónde vienen, si se quedarán por siempre o se marcharán pronto. Son solitarios, raros y todo indica que ocultan un secreto. Los Petterson son una familia pequeña...