La vida puede ser en ocasiones demasiado contradictoria, nos lleva a lugares menos imaginados, nos hace crecer de formas que no nos esperamos, nos obliga a luchar batallas que quizás no deseamos, nos envuelve en amores complicados, sufrimos, lloramos, reímos, amamos; mi vida no es la excepción. He pasado por todo, junto a él, junto a John.
Supongo que, hay quienes rechazan rotundamente aquella típica frase de, "encontré a mi media naranja", pues no estamos incompletos. Yo lo veo de otra forma, creo que en realidad no nos terminamos de completar, todos somos seres individuales. La verdad es que el amor hace que nos unifiquemos en uno solo, ahí está la magia de todo, ahí está lo que no comprendes hasta que amas con locura, hasta que sonríes cuando abres los ojos cada mañana y solo tienes que voltear un poco para encontrarte cara a cara con la felicidad.
La vida puede ponerte ante situaciones insospechadas, eso fue justo lo que nos pasó a John y a mí. ¿Cuántas posibilidades hay de que conozcas al amor de tu vida justo cuando tu vida se cae a pedazos? ¿Cuántas posibilidades hay de que te enamores descontroladamente en cuestión de días?, y, ¿cuántas posibilidades hay de que dure para siempre? John y yo no podemos dar un número exacto de posibilidades, pero había pasado; más bien, nos ha pasado.
Desde aquel día en el que recorrimos todos los plantíos de girasoles que había comprado para mí y regresamos a casa hechos una pena, pues terminamos en medio de toda aquella hermosura demostrándonos amor hasta que nuestras fuerzas se agotaron, hemos seguido juntos, más bien parecemos una sola persona. Solo nos separamos cuando es sumamente necesario. Hemos quedado un poco traumados después de todo lo que vivimos y no queremos perdernos de nada, el uno del otro.
Ese día en especial tuvimos que dar la noticia oficial de que habíamos vuelto y que esa vez sería para siempre. Mamá, como siempre, tuvo un pequeño ataque, pero al comprender que Sergio estaba muerto y que Rocío como el resto de las personas involucradas estaban en prisión, dejó a un lado tanto melodrama y aceptó a John en mi vida.
Apenas y tuve tiempo de contarle todo a Clark y Michael, aunque ellos ya estaban enterados de todo, el pequeño drama que había hecho Clark con los girasoles solo había sido parte del plan para volver la situación más real, según ella. Después de la boda emprendieron su viaje de luna de miel. Ambos estaban más que emocionados, pues nunca habían salido del pueblo y en ese momento lo harían juntos.
Leonel finalmente salió del hospital y John junto a sus hermanos se mudaron a Nueva York. Quisiera decir que mi relación con Isaac ha mejorado, pero lo cierto es que, aunque está arrepentido de lo que hizo, jamás se disculpó, y tampoco esperaba que lo hiciera. Dado que el apartamento en la ciudad es totalmente mío y no pagaba ninguna renta, John no me logró convencer de irme a vivir con él, así que ahora él vive conmigo y nos hemos traído a Leo con nosotros. Al principio le dije a Isaac que las puertas de mi casa estaban abiertas mientras los tres lograban establecerse en la ciudad, su respuesta fue negativa, pronto encontró trabajo y vive en Brooklyn. Visita a Leo tres veces a la semana justo cuando sabe que yo no estoy en casa. John e Isaac han tenido más de un intercambio de palabras que ha estado a nada de convertirse en golpes, pero, he logrado domar a mi chico bipolar amenazándolo con quitarle el sexo si seguía con sus intenciones de obligar a Isaac a disculparse.
Leonel logró caminar casi dos años después, las fisioterapias eran duras y dolorosas, tampoco hablaba con mucha fluidez hasta hace unos meses. Hemos hecho todo lo que está en nuestras manos para proporcionarle la mejor atención posible a ese pequeño, aunque de pequeño ya no tiene nada y a pesar de que solo nos separan dos años, le gusta llamarme, "mamá", no voy a negarlo, al principio me sentía muy extraña, pero ahora estoy totalmente acostumbrada a que lo haga.
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John, la mayor de mis adicciones.
RomanceJohn Carter y sus hermanos han llegado a Greensboro de forma misteriosa, nadie sabe de dónde vienen, si se quedarán por siempre o se marcharán pronto. Son solitarios, raros y todo indica que ocultan un secreto. Los Petterson son una familia pequeña...