Capítulo Octogésimo Tercero: Lefou

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Esta mañana al despertar experimente por primera vez en mi vida una sensaciones de lo más extrañas hasta el punto en que me hera imposible poder definirla; aun tenía los ojos cerrados sin embargo una parte de mi quería levantarse de inmediato, tomar el equipaje hecho una noche antes y correr directo a Graves; pero otra parte de mi no quería levantarse, deseaba con todas sus fuerzas no separarse nunca de Stanley y seguir durmiendo por siempre a su lado en aquella cama. Todo esto era sumamente raro, me sentía ansioso, indeciso, dudoso... ¿Como se supone que debo llamar a esta sensación?

A final de cuentas termine por levantarme de la cama con calma, como si esto fuese un intermedio entre ambos deseos, y me dispuse a alistarme para mi viaje. Stanley aun con todo el ruido que hice al dejar caer accidentalmente un montón de libros al suelo no despertó en ningún momento, creo que el ayudarme a empacar la noche anterior le dejo muy agotado, aunque quien no lo estaría despues de tener que lidiar con mi fastidiosa indecisión sobre que conjuntos llevar o no. Anoche antes de dormir me menciono que le despertara en cuanto yo lo hiciera, pero estos últimos tres días a penas si ha podido descansar, por lo que preferí no hacerlo ya que seguramente más tarde tendría mucho que hacer en la guarda por sus días de ausencia. Sin embargo, cuando estaba a unos cuantos pasos de su lado, disponiéndome a bajar para preparar el desayuno, sentí como una mano se posaba sobre mi muñeca. - No te vayas Lefou – Hera evidente que aquel fuerte, pero fino agarre pertenecía a Stanley, quien mas podría ser, que aun estando recostado, con los ojos cerrados y cubierto hasta el rostro con un montón de mantas se disponía a no dejarme ir.

Con delicadeza me recosté a su lado y acaricie su suave cabello castaño mientras entre susurros informaba que solo iría a preparar el desayuno. No obstante, las palabras que siguieron a las primeras revelaron que este no hera el lugar al que se refería.

- No te vayas Lefou – Me repitió, esta vez dicho en un bostezo. – No te vayas a Graves.

Al escucharle esto la sorpresa que me ocasiono fue tal que quise cerciorarme si lo que acababa de decir hera verdad y cuál era su motivo, mas cuando le pedí que repitiera sus palabras no obtuve respuesta alguna, al parecer se había quedado dormido y yo con una gran duda acompañada de ese extraño sentimiento padecido al amanecer. ¿De verdad él quería que no me marchara? ¿Entonces por qué no lo dijo antes? Me decía a mi mismo en tanto mantenía mis manos jugueteando entre los risos de Stanley. Seguramente por que supuso que si lo hacía no querrías marcharte. A veces odiaba que entre mis pensamientos existiera la respuesta para mis propias incógnitas, pero esta vez hera verdad, sabía, incluso desde el primer momento en que pensé en partir, que si Stanley se oponía a mi decisión yo no tendría la valentía para irme. Por ello me alegre tanto que aceptara mi partida, por eso me alegre de que no tocara el tema en estos días, pero igual sentí temor, miedo, de que alguien no se opusiera a un viaje del que posiblemente no quisiera volver.

Desde el primer día que pase una noche fuera lejos de los viñedos de mi padre quise volver, al igual que la primera noche que pase en el ejército, en el campo de batalla y por desgracia la primera vez que llegue a Conques Villeneuve. Cada noche que estaba en un nuevo lugar deseaba arduamente volver a mi hogar, mas conforme pasaban los días ese deseo iba espumándose, bien dicen que la costumbre es mejor que el de verdad querer ya que ayuda a soportar mejor la carga de estar en un lugar donde no quieres estar, pero se equivocan. Cuando llegue a Villeneuve quería volver, pero poco a poco me fui enamorando de sus calles, sus bosques, casas y porqué no... también alguien que fuese uno de sus habitantes. No obstante, al igual que las otras veces, el sentir de querer volver no desapareció e incluso perduro hasta este día, día en el cuál poseo cosas que realmente amo como para hacerme dudar entre si de verdad quiero irme en este lugar o no.

Je ne sai quoi. (Stanley X Lefou) (Gaston X Lefou)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora