Capítulo Nonagésimo Séptimo: Lefou

115 11 10
                                    

"Hasta aquí llegue" Fue ese el único pensamiento que vino a mi mente al tener delante semejante criatura clavándome esa mirada que por más que tratara de retar hera imposible no intimidarme, obligándome a cerrar los ojos y aceptar mi fatal destino. Pero por alguna extraña razón, aquel inevitable destino que de cierto modo esperaba que sucediera nunca llego, por lo que nuevamente, y por más aterrado que estuviera, volví a abrir mis ojos solo para encontrarme con la extraña criatura que ahora estaba a dos pasos de mi clavando sus ojos bicolor sobre una hoja de papel que sostenía en sus manos... La carta que Gastón me había dejado.

- ¡Oye monstruo dame eso! – Le grite a la extraña criatura para que me devolviese la carta mientras me abalanzaba sobre ella para poder quitársela sin importar dejar caer al cochero cual costal de papas, pues ahora lo único que me interesaba hera tener esa carta nuevamente conmigo ya que probablemente sería mi último recuerdo de Gastón y no iba permitir que un ser fantasmal, por más aterrador que fuera, me lo arrebatara. Sin embargo, en cuanto la criatura vio que iba directo sobre él se aparto lejos de mi a una velocidad tan impresionante que apenas si logre verla, mas sin importar este hecho volví a repetir este acto una tras otra vez con el fin de poder atraparlo.

Casi logro atraparlo en mi último intento, algo que parecía no esperarse ya que por un segundo juro que pude ver un poco de sorpresa reflejado en aquellos ojos espeluznes al igual que algo de enfado que pronto se trasformaría en un rápida huida al interior del bosque que para mi significo "Si quieres esta carta tendrás que venir por ella" Y así lo hice. Corrí entre arboles, matorrales y el suelo fangoso con el único motivo de alcanzar a mi objetivo, recolectar esa carta y irme de aquel lugar antes de que esa criatura viniera tras de mi buscando venganza. Mas sin importar cual rápido corrí aquella criatura siempre fue más rápida que yo y llego un punto en el que simplemente le perdí de vista. No importo cuantas veces revise el poco sendero que quedaba delante mío o cuanto me molestara en clavar mi vista en posibles rutas de escape por que aquella criatura simplemente se había espumado.

Con enfado me deje caer sobre el suelo descargando mi enfado en golpes contra la tierra húmeda que prontamente se transformaron en sollozos de frustración motivados por mi fracaso. No podía creer que un estúpido monstruo se llevara la carta, en verdad que no podía, sentía como si todo lo que había sucedido hace apenas tres minutos hubiese sido irreal, sin embargo por más que esa sensación insistiera en apoderarse de todo mi ser estaba más que claro que esa criatura me había derrotado hasta el punto de hacerme llorar. Lo único que quería deseaba en ese momento hera que el fango donde esta hincado me cubriera y desapareciera de la faz de la tierra para así desvanecer con ello mi tristeza. Más cuando comencé a creer que de verdad esto sucedería una luz demasiado brillante se poso sobre mi rostro haciéndome caer de espalda como respuesta a la reacción segadora que había tenido sobre mis ojos ahora sensibles por el llanto. Por un momento imagine que sería la luz del más allá, o como otros la conocen la luz al final del túnel, pero conforme mi vista se fue aclarando pude notar que unos cuantos pasos de mi enlodado ser se encontraba un hombre sosteniendo una linterna que no paraba de acercar a mi rostro, juro que creí que en cualquier momento mi cabello se encendería con el calor de la flama de tan cerca que estaba, y a juzgar por esa barba blanca y ese bastón de madera sabía perfectamente quien hera.

- Es una sorpresa encontrarlo por aquí Monsieur Lefou – Se dirigió a mí el mismísimo y enigmántes hombre de la dulcería mientras ayudaba a ponerme de pie y me guiaba hasta lo que parecía ser un campamento improvisado bajo un gran roble. No hera la gran cosa, solo un par de mantas, una asado sobre una fogata y para sorpresa mía el cochero aun inconsciente tendido sobre un tronco. No tenía ninguna idea de cómo o cuando aquel hombre lo había encontrado y llevado hasta ahí, pero de igual modo estaba agradecido qué no lo hubiese dejado tirado en medio del bosque tal y como yo lo hice, mas lo que realmente me causaba un verdadero conflicto hera ¡¡¡¿POR QUÉ ESE SUJETO APARECE SIEMPRE DE LA NADA?!!! Es bastante extraño, cualquiera dejaría de pensar que es mera coincidencia para circuir que lo está siguiendo, simplemente no es normal.

Je ne sai quoi. (Stanley X Lefou) (Gaston X Lefou)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora