Ha pasado un mes desde la muerte de Gastón y su fiel compañero Lefou aun no ha superado del todo la pérdida de este, quien fuera además de su mejor amigo, su más grande amor durante muchos años. Sin embargo ha decidido dejar el pasado atrás y recome...
Despues de un largo tiempo sin empleo, ahora me encontraba trabajando para la guardia de Conques. Era algo que no estaba entre mis planes, pero al menos me mantendría distraído de los malos recuerdos, además de que Stanley estaría para hacerme compañía. Pasar el día entero con él era toda una locura, puesto que siempre se las ingeniaba para alegrar cada momento con una broma ocasional o contando alguna vivencia divertida, por esa razón es que decidí acompañarlo durante la guardia nocturna.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sin embargo, conforme las horas avanzaban le notaba más y más apagado, puesto que estaba tan cansado que incluso en varias ocasiones estuvo a punto de quedarse dormido de pie.
- ¿Stanley te sientes bien? – pregunte al verlo tan agotado y temblando de frio. - ¿Quieres descansar un momento?
- No, estoy bien – respondió sacudiendo la cabeza para despertar – Es solo que estos tres días no he dormido bien, es todo.
- ¡Oh! Ya veo – Pronuncie bajando la mirada al darme cuenta que yo y mis episodios de melancolía eran la causa de que estuviera así – Lo siento.
- Tranquilo, no tienes por qué preocuparte, pero creo que si debería descansar un momento.
Ambos caminamos hasta una banca, que estaba fuera de un comercio, para poder sentarnos y que Stanley pudiera dormir un poco. Pero por más que trato el frio no le dejaba dormir a pesar de que llevaba consigo su saco.
- Estúpido frio, es insoportable cuando llevas días sin dormir. – Se quejo mientras soplaba en sus manos para calentarlas.
- Puedes usar mi abrigo si quieres – le propuse al notar que se hacía bolita para calentarse.
- No, si no tú serás quien muera de frio, pero... - Se quedo pensativo unos segundos – Tengo una idea.
No tuve tiempo para preguntar que se le había ocurrido cuando él se acerco a mí y se acurruco a mi lado, causando que mi corazón se acelerara sin razón inexplicable. Tranquilo Lefou supongo que esto se debió a que no esperaba tal acción, dije mentalmente para tranquilizarme.
- Buenas noches Lefou, despiértame en una hora – Dijo para finalmente recostarse sobre mi hombro y quedarse profundamente dormido.
No entendía lo que estaba sucediendo dentro de mi ante aquello, puesto que me costaba respirar y me sudaban las manos las manos al tenerlo tan cerca de mí. Estaba poniéndome nervioso sin ninguna razón aparente al igual que ayer en el bosque. Estaba confundido una parte de mi quería alejar a Stanley y salir corriendo, pero otra quería que nunca acabara aquella hora, pues quería mirarle dormir eternamente. Fue entonces cuando comprendí que todo aquello lo había sentido antes, solo que unas cien veces menor. Y temo decir que no era algo bueno.
"¡Malditasea! ¡Maldita sea! No de nuevo. No puedo estar sintiendo algo por Stanley."
