Capítulo Octogésimo Segundo: Stanley

53 13 3
                                    

- Stanley... ¿Podemos hablar un minuto? –

Al oír el sonido de mi nombre pronunciado por la dulce voz de mi querido Lefou de inmediato me dirigí hacía el con total alegría para responder a su llamado, mas mi vista y la mitad de mi mente estaba ocupada en buscar algún ser mágico que estuviese pasando por mi lado. Si nada hera lo que parecía como dijo aquel hombre quizá hasta una roca podría ser un hada, y yo me hubiese sentado sobre ellas todo este tiempo, tenía que estar muy atento si realmente quería verlas, sin embargo en cuanto note la mirada tan sería que sostenía Lefou al momento de pararme delante de él todo mi atención se concentro por completo en aquello que diría, puesto que esos ojos que parecen sostener miedo y seriedad a la vez son los que mayormente anuncian las malas noticias. - ¿Qué es lo que pasa mon amour? – Dije con un poco de nerviosismo en la voz sentándome sobre una roca, ¿hada?, lo que fuese aquello en lo que me sentase y estuviera junto a él.

A juzgar por el modo en que hablo y se movía, algo así como un león enjaulado, mientras trataba de conversar conmigo pude notar que se encontraba bastante nervioso, ya que además de las pruebas antes mencionadas siempre que tartamudeaba y caminaba de un lado a otra hera porque había algo importante que decirme y no quería hacerlo. Así que para tranquilizarlo comencé a llamarlo por su nombre repetidas veces en un tono de voz calmado, pero al ver que esto no funcionaba, y que aquel siervo parecía disfrutar de mi fracaso, opte por tomarle de las manos, jalarlo hacía mi y volver a repetir su nombre esta vez teniéndolo a pocos centímetros de mi rostro para ver si con esto hera suficiente para llamar su atención. – Lefou, moi cher ¿Dime qué pasa? – Al parecer el confortarlo directamente resulto a la perfección, puesto que despues de esto difícilmente aparto sus mirada de la mia, mas no contaba que al encontrarme con esos ojos tan expresivos deduciría un poco el sentir del mensaje que estaría próximo a revelarme.

- Stanley yo... - Me dijo acompañado de un apretón de manos que interprete como gesto que indicaba que se armaba de valor para hablar conmigo. – y-yo... voy a... Partiré a Graves el lunes por la mañana.- Vaya, eso... eso sique me tomo por sorpresa ya que hace apenas unas horas hablábamos de aquel poblado a modo de un buen recuerdo, pero por más intrigado que me sintiese por saber todos los detalles de su partida me quede completamente en silencio. Lefou, que parecía buscar algo en mí, no dejaba de inspeccionar mi rostro con su mirar, pero por más que notase que sus gestos pedían que dijese algo no lograba atinar a lo que esperaba escuchar, o no escuchar, por lo que preferí seguir manteniendo el silencio hasta encontrar una respuesta adecuada. – ¿No tienes nada que decir Stanley? – Soltó por fin despues de un rato sin decir nada y no escuchar más que él correr del agua.

- Por que debería decir algo, ¿Acaso esperabas que me opusiera? – Respondí mientras ma acercaba a él para abrazarle y acariciar dulcemente su cabello.- Eres un ser libre y si quieres ir a Graves no te lo impediré.

Por la sonrisa que ahora se dibujaba en su rostro creo que atine a aquello que esperaba escuchar... No, no creo, dije lo que quería escuchar, puesto que si mis palabras hubiese rosado por lo debido, él no se hubiese acurrucado en mí pecho cual gatito. No obstante despues de dar mi consentimiento deje bien claro que aunque me encontrara de acuerdo con su partida esto no impedía que me sintiese un poco triste y que una vez estuviese lejos de mi lo extrañaría. Dos afirmaciones que bastaron para despistar la atención de lo que realmente sentí al especular sobre las razones de ese viaje. ¡Por un cajo Stanley! ¡¿Acaso nunca puedes dejar de supones?!...No.

Quizá hera una situación urgente y por ello tendría que irse tan deprisa, pero de ser así no se hubiese puesto tan nervioso. Quizá quería probar mi amor hacía el distanciándonos un poco, pero yo lo cosco y el no es así.

Desconozco mucho de su pasado, pero hera bastante claro que quería sanar cuentas pendientes con él, sino... ¿Por qué tanta urgencia por volver al pueblo donde nació y creció? Mas sin importar cuales fuesen sus motivos yo no hera nadie para impedírselo y mucho menos para cuestionarlos como ya antes dije.

O tal vez, simplemente quería que me dijeras por tu propia cuenta la razón de tu partida Lefou.

En fin... fuese cual fuese el motivo no desperdiciaría el tiempo que me quedaba junto a mi querido en interrogatorios al más puro estilo Stanley, lo mejor sería disfrutar el resto del tiempo de aquella noche, y la mañana siguiente, en crear lindos recuerdos para soportar su ausencia, aunque muy en el fondo sepa que esto no funcionara, ya que nada se compara a escuchar esa dulce voz que diariamente me desea los buenos días y me llena de alegría hasta volver a perderme en mis sueños donde únicamente esta presente él.

***** 3 de Mayo de 1762 ******

Siguen sin ser suficientes... Pero ahora aquel sendero oscuro ya no parece serlo tanto.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Je ne sai quoi. (Stanley X Lefou) (Gaston X Lefou)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora