Ataque.

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Alexia:
Aún mi mente estaba a oscuras pero me encontraba ahí, recordando aquellas palabras sueltas pero dolorosas haciendo que una incomodidad y un sabor amargo se instale en mí.

¿Que me está pasando?

¿Estoy durmiendo? Pero... ¡Que carajos! Estoy totalmente consciente

De a poco mis sentidos se fueron aclarando, todavía con los ojos cerrados pude escuchar mucho ruido como si estuviera en un recital y los músicos tocaran la peor canción del mundo.

Sí, los ruidos parecen extraños y horribles.

Abrí los ojos de golpe y pude escuchar aún mejor todos los ruidos, me paré de mi cama de golpe y pude percibir movimientos bruscos o temblores por toda la sala.

De inmediato me di cuenta que los ruidos eran gritos desgarradores, aullidos roncos y un olor a sangre por todos lados.

Me tambalee recordando mi sueño "Gritos, aullidos, miedo y sangre"

Con miedo corrí por toda la habitación en busca de un arma pero la puerta siendo derribada me hizo detener, frente a mí dos lobos gigantes mirándome con ferocidad y hambre.

Di pasos hacia el costado y rompí de un tiron un pedazo de estaca de madera de mi cama, por lo menos esperando que eso me ayude; miré a cada animal sintiendo una adrenalidad en mi cuerpo pero algo confundida

¿Que hacían aquí? ¿Porqué soñé esto?

Los animales me despertaron de mis pensamientos con un fuerte aullido, volví a mirarlos con enojo haciendo que mis ojos cambiaran de color y mis colmillos crecieran.

Los dos perros frente a mí eran muy grandes, nunca había visto una estatura así en un lobo, sus patas eran grandes y musculosas, su cabeza era del tamaño de una rueda o que se yo... ¡No sé como comparar a estas bestias!

Sus pelajes son oscuros, uno de color chocolate con los ojos amarillos y el otro, totalmente negro con los ojos rojos, rápidamente advertí que ése es el Alfa.

Mi respiración se agitó, aunque tenía la estaca firme en mi mano sabía que por dentro estoy asustada, ésta iba a ser la primera vez que lucharía cuerpo a cuerpo.

En segundos que me puse en posición de ataque, el lobo color chocolate saltó atacarme a mis piernas que logró morder mi tobillo en tan solo un movimiento, grité de dolor y algunas lágrimas cayeron.

Pero antes de que mi cuerpo se desplome, clavé la estaca en su lomo con gran agilidad.

Luego de unos segundos, el lobo color chocolate se alejó con un aullido de dolor y se desplomó en el suelo, al otro lado de mi habitación.

El Alfa al ver como su compañero murió al segundo de caer, aullo con notable furia hacia el techo, luego me miró fijo y sus ojos rojos brillaron, al igual que los míos.

Esa bestia quería sacarme de aquí muerta, cueste lo que cueste.

Me encontraba sentada tomando mi tobillo para que sane, por desgracia las heridas de hombres lobos suelen tardar más en sanar y son mil veces más dolorosas.

Antes de poder levantarme, la oscura melena del animal se acercó a pasos fuertes hacia mí, mostrando sus caninos colmillos y sus ojos llenos de ira.

Sus dientes se incrustaron en mi tobillo libre y me tiró con fuerza hacia atrás, haciendo que todo mi cuerpo se recostara pudiendo él, verme desde arriba.

Grité con gran fuerza, pidiendo ayuda y haciendo fuerza para moverme, pero el aninal me tenia atrapada como cualquier presa.

Ya con cansancio, tanto físico como psicológicamente, gruñi de enojo sacando fuerzas de donde ni yo sabía haciendo que de mis dedos crecieran uñas filosas, se las clavé al Alfa a cada lado de su cuello y lo tumbe hacia un lado.

Me levante de inmediato y me acerqué a la estaca pero otra mordida en mi gemelo me hizo gritar de dolor, sin importarme más olvidé la estaca y me giré hacia la bestia, empujandolo lejos otra vez.

La ira volvió a crecer en mí haciendo que la adrenalina recorriera mi cuerpo, hasta pude sentirla en los dedos, esa clase de ardor que me incita a hacer correr sangre de mi enemigo.

Con pasos firmes me acerqué hacia el animal, herido y cansado.

—¡Ya me tienes harta, chucho!- no me importó quien andaba ahí, que persona era el lobo o que hacía aquí.

Pero lo que hicieron no fue para nada correcto, con las uñas aún largas las clavé en su lomo y un aullido de dolor salió de su hocico.

Simplemente por diversión.

Me acerqué a su cuello y con fuerza clavé mis colmillos haciendo presión, no pasó mucho que su cuello sonó "crack" dejando a la bestia inmóvil.

Me paré de mi lugar y miré a los dos animales muertos con una sonrisa amplia, también viendo como la sangre corría de sus cuerpos y hocicos, aunque a mi al rededor era muy triste, destruyeron la habitación completamente y no me quiero imaginar lo que falta de la mansión.

Tardarían mucho en arreglar todo para que pudieramos vivir bien.

Sin esperar mucho más, salí de mi habitación a ayudar a los demás del consejo.

Al llegar a la sala, pude ver como estaba todo destruido, algunas paredes tenian agujeros pero todavía no vi a ninguno, agudize mi oído y seguí caminando

Sangre por todos lados adornaban el lugar, sollozos de gente encerrada procurando no morir se escuchaba atras de varias puertas y yo todavía no encontré a nadie en guerra.

Salí a la parte trasera y me encontré a muchos lobos peleando contra mi gente, muchos se veían heridos pero aún, sin tener experiencia, peleaban por todos.

Grité con todas mis fuerzas para que me escucharan, de mis labios habia salido un rugido fuerte y sonoro, todos de inmediato pararon de pelear

Los vampiros se colocaron al lado mío y los lobos, mirándonos con odio, frente nuestro aunque se miraban entre ellos confundidos

—¡Largo, maldita sea! Su Alfa murió en mis manos.- grité mirando a cada animal

Miré de reojo y vi como los demás que faltaban del consejo salieron afuera con el cuerpo del Alfa en manos, ellos lo tiraron dejándolo en medio de las razas.

Los lobos aullaron pero en segundo desaparecieron pero lo que hicieron recién fue una simplente señal porque las llamas comenzaron a arder

Los malditos incendiaron la mansión, las llamas parecían falsas por lo rapido que iban devorando el lugar y como se iba viniendo todo abajo.

—¿¡FALTA ALGUIEN AQUÍ?!- grité con miedo de que por casualidad haya quedado alguien adentro.

Esther se me acercó, sudorosa y muy cansada, de inmediato nos unimos a un gran abrazo.

En todo momento temí por ella y por Jacob, un gran alivio me envolvió cuando lo vi cerca nuestro. Estamos bien. Estamos vivos.

Nos separamos y comenzamos a mirarnos entre nosotros, confundidos por lo que habia sucedido y más porque no sabíamos que hacer.

—¡El rey debe ayudarnos!- escuché el grito de alguien.

Cerré mis ojos unos segundos, pensando y relajando mi mente.

¿Porqué tuvo que pasarnos esto?

Estamos heridos y muy cansados pero lo bueno es que no hubo muertes.

—Tienes razón, alguien tiene que contactar con él.- lo último dije mirando a Esther, ella asintió y se alejó de nosotros sin decir nada más.

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Holaaa, éste cap creo que es más interesante jajaj

Espero que les haya gustado, pronto tenga más cap voy a ir subiendo!

En fin, le dedico el cap a la bella lagus100 ! ❤

Nos estamos leyendo 😘

Lola B.

Pd: Hoy 27/072017
Mi Bella Dama #5 en Vampiros
Mi Bella Dama 2 #30 en Vampiros

Gracias a todas! 💓🎉😊

Mi Bella Dama 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora