Rescate 2.

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Alexia:
Aquello que dijo me exaspero, la tomé de los cabellos y la tiré de vuelta adrento de la habitación donde se encuenta Elie

Cerré la puerta tras de mí y tomé un arma que guardé en una de mis botas

—¡Dame la puta llave y tu celular!- dije apuntandola con el arma

Ella miró el objeto asustada y me entregó las cosas con manos temblorosas

—No creí que habíamos dicho de traer armas.- dice al momento que tomo las cosas de un saque

—Si eres tonta no es mi problema.- dije enojada

Me acerqué a Elie y la vi sentada en su cama, muda, temblando y con la mirada perdida

Me arrodille frente a ella y la miré a los ojos

—¿Elie, estas bien?- le hable con calma, miré sus rostro cansado y lleno de orejas

Lleva un morado en uno de sus pómulos y eso me hizo gruñir sonoramente

Ella se asustó y comenzó a temblar

—Elie no te haré daño, soy yo ¡Alex! Tu me conoces de que soy una niña.

Sus grandes ojos azules se me clavan en los míos y parecen calmarse aunque a mi me hicieron sentir un terrible dolor en el pecho al recordar los de Erick

Me metí en un grabe problema y él no lo sabe ¡Soy una idiota!

—Mi niña...- susurra y siento su palma colocarse suavemente en mi mejilla

Suspiro ahora más calmada y coloco una de mis manos en la suya que esta acariciandome

—Saldremos de aquí y ya no sufriras más.- miré sus ojos y se cristalizaron

—Mikael... él me ha hecho mucho daño.- su voz se había entrecortado y su respiración fue muy suave

Está demasiadi débil y el muy rata la ha lastimado mucho

—Tranquila, él tendrá su merecido.- le digo firme y ella niega triste

—No quise que sufriera...- susurra aún con mucho dolor

Rápidamente recordé su historia de amor con el padre de Erick, ella claramente no tuvo la culpa de tener que casarse con alguien que no quería y aunque no quisiera decirlo, él tampoco

Suspire pesadamente y me levanté de mi lugar, ahora debía pensar que mierda hacer y como salir de este asqueroso lugar

—Descansa, Elie.- le dije y ella al instante se durmió ahora más tranquila que cuando la habíamos encontrado

Me acerqué a Katherine ahora con mi semblante duro, ella se encogió en su lugar, en una silla que está sentada y me miró con los ojos llenos de terror

—Tú pensaras en como vamos a salir o juro que te mato.- le gruñi

—¡Dijiste que no me matarías!- dice totalmente alterada e histérica

Sonreí arrogante y acerqué más mi rostro al igual que mi arma

—Estas equivocada, nunca dije eso y tú solo pediste que te perdonara, que por cierto, no lo hago.- susurre macabramente mientras clavé mis ojos en los suyos para que vea lo sincera que soy

Ella abre su boca pero la cierra rápidamente al darse cuenta de su error, abatida mira hacia abajo y así queda inmovil

—Ten en claro que no te daré mucho tiempo para que pienses.- camine hacia otra pared y me senté posando mi espalda ahí

Mi Bella Dama 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora