Miradas.

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Alexia:
Desperté por el sonido de la puerta junto a mí abrirse y unos brazos tocar mi cuerpo, para luego elevarme.

Fui abriendo los ojos y vi los ojos de Erick observandome con una sonrisa, también sus brazos cargandome y a Jacob sonriendo con burla pero por suerte los demás ignoraban ésta situación

—Bajame.- ordene pero en un susurro para no llamar la atención

—¿Y si no quiero?- frunci el ceño

—¿Eso me tendría que importar? ¡Bajame Erick!- eleve un poco mi voz pero aún asi todos hicieron oídos sordos

Erick suspiró pesadamente y me bajó con delicadeza, antes de bajarme completamente, me tomó de la cintura para estabilizarme y quedamos viendonos fijamente, penetrandonos con la mirada.

Él me dio una media sonrisa, haciendo que solo una parte de sus labios se estirara y sus ojos azules brillaron con amor.

Coloqué mis manos en donde estaban las suyas y las aleje, al igual que mi cuerpo para luego colocarme junto a Jacob.

—¡Uy la jefecita se enojó!- dijo Jacob mientras me daba un leve empujón

—¡Cállate Jacob!- dije apretando mis labios aunque me quería reír por sus estupideces

—Uy bueno, amargada.- se alejó de mi haciendo un puchero

Sonreí y negué por la actitud de él

—Ven aquí, mi negro- volví a acercarme y lo envolvi en mis brazos

—¡Vete, corazón frío cual témpano!- solté una carcajada y besé su mejilla

Justo en ése momento sentí una mirada penetrante en mi nuca pero la ignore.

—¿A quién quieres imitar?- me burle

—A mí solito.- dijo señalando su pecho con el dedo índice.

Volví a reír pero no dijimos más nada en el resto del camino, al ser tantos autos habíamos estacionado bastante lejos de la entrada de la mansión del rey.

Ya frente a la puerta, Erick se colocó frente a nosotros dandole la espalda a la entrada, miró a cada uno y luego a Esther que se acercó con lentitud a su lado.

—Hola a todos, antes de entrar los empleados los acompañaran a cada habitación, dormiran de a dos, las parejas podran dormir juntos y los demás se dividirán hombres con hombres, mujeres con mujeres, en cada habitación habrá prendas de ropa. Bien, luego podrán estar en total libertad menos en los horarios de comida, el desayuno es a las 8 y la cena a las 21:00 hs, en la tarde será opcional y todo lo que necesiten podrán pedírselo a mis empleados. ¿Alguna pregunta?- Erick usaba esa voz fuerte y clara, esa voz de rey.

Nadie contestó por lo que él abrió la puerta, dejando que todos entraramos.

Dentro, parecía que se venía el fin del mundo, empleados por todos lados y eso que es la primera vez que veía a tantos, iban y venían como locos, se veía el sudor en sus frentes y la frustración en sus caras.

Cuando nos vieron, suspiraron de alivio y se acercaron a cada uno para acompañarlos a sus habitaciónes, todavía no era de noche pero estábamos todos sucios, necesitamos un baño ahora mismo.

Tomé a Jacob del brazo y lo hice girar.

—¿Dormimos juntos?- me encogí de hombros, total la vergüenza no existía en nosotros

Jacob me rodeó con el brazo y rió

—¿Romperemos las reglas del rey?

—Si.- sonreí

Juntos nos acercamos hacia una empleada, de inmediato se paro recta y con una sonrisa

—¿Habitación para una pareja?

Los dos asentimos confundidos

—Algo así.- dije sin darle importancia, la empleada fruncio el ceño y llamó a Erick

Mierda, ¿Porque no se callan la boca? ¡Eso es traición!

Erick se acercó a nosotros, mirando con frialdad a Jacob.

—¿Pasa algo?

—Señor, no sé donde colocarlos a ellos en las habitaciones.- dice con incomodidad y Erick asintió

—Ella es Alexia y no tiene pareja, él debe dormir con un hombre, ésa es la regla.- lo último dice mirando fijo a Jacob, él se encogió de hombros con una sonrisa traviesa.

—Oh lo lamento señor, no lo sabía.- dice la empleada avergonzada

Yo estaba pasmada mirando la situación, me crucé de hombros y rodee los ojos

—Bien, tú busca donde puede dormir él y yo iré con Esther.- me aleje de ellos buscando a la recién nombrada, pero antes de ir junto a ella un brazo me detuvo.

Lo miré con enojo y volví a cruzarme de brazos

—¿Qué?- dije fría

—Ya tengo una habitación para ti.- dice sonriendo de oreja a oreja

Solté el aire y asenti.

Estoy muy cansada para seguir peleando, así que si me dice la habitación podre relajarme y no verlo más.

—Bien, ¿Cual?- pregunté rendida, descruzando los brazos

—Ven

Lo seguí caminando junto a él, un sentimiento de nostalgia me recordó las veces que caminamos así, en silencio, recorriendo el lugar. 

Subimos las escaleras y antes de caminar por donde queda mi habitación, una mano envolvió la mía, bajé mi mirada y vi como encajaban perfectamente.

La dejé para sentirme otra vez segura, otra vez tranquila, otra vez como antes, otra vez amada...

—Me encanta tu cambio ¡Estas preciosa! Lamento no habertelo dicho antes.- su mano me da un leve apretón, lo miro con asombro frunciendo el ceño

—¿Porqué no le dices estas cosas a tu esposa?- pregunté molesta, recordando lo que había hecho, él deshace el agarre en mi mano y suspira

Un horrible sentimiento me agarró al sentirlo lejos.

Entramos a mi antigua habitación, miré el lugar y aún se veía igual que antes, no hubo ni el mínimo cambio.

Apreté mis labios intentando ignorar la tristeza que sentí, ¿Porqué guarda todo esto?

Recorri toda mi habitación en silencio, observando cada ángulo y tocando con mis dedos cada objeto, extraba horrores estas cosas... las que antes llamaba mías.

Miraba cada parte, recordando el contraste tan moderno comparado con el resto de la mansión, es algo tan extraño y hermoso de observar.

Volví a girarme y vi a Erick mirándome con nostalgia

—¿Porque me miras así?

—Extraño que duermas aquí.- hace una mueca y se encoge de hombros

Lo imito

—No voy a mentirte, yo también lo hago

El silencio nos invadió, pero uno cómodo, a veces nos mirábamos fugazmente pero rápidamente apartabamos la vista.

Erick suspiro luego de un tiempo, se acercó hacia mí pero no me aleje.

—Quiero ver tus ojos

Sonreí de lado e inmediatamente dejé que mis ojos tomen el color de vampiresa y dejé que mis comillos crecieran un poco.

Las miradas de Vampiros podían sentir la muerte o quemar por dentro a cualquier ser humano, por eso su color tan característico, no es símplemente el gusto a la sangre pero una mirada de Vampiro a Vampiro puede transmitir todo.

Erick hizo lo mismo, mostrandome sus ojos rojos y nos miramos así fijamente, mostrando nuestra naturaleza y también, con esos colores, demostrando cuanto sentimos.

Miradas que queman y miradas de amor.

Mi Bella Dama 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora