Mi Bella Dama 2.

Reencuentro 2.

Alexia:
Caminamos todos en silencio todavía ignorando el hecho que estabamos en familia pero ahora sé como iban a ser las cosas.

Tomé la silla que me corresponde, en medio de quienes son mi familia y en frente quién debería serlo, claro que justo adelante de mis ojos está mi madre.

Con mi mirada neutra, aclaré mi gargante y me acomode en mi silla de una manera recta que la familia Bennet notó.

Un apretón leve me hizo relajar de punta a punta, Erick junto a mí mantenía su mano en vuelta esperando que me tranquilice que por suerte funcionó, entonces miré a los invitados y alce las cejas.

—La cena está por llegar ¿Y si comenzamos del porqué de su visita?- sonreí con suficiencia.

Miré los rostros de cada uno, mi padre que está junto a ella mantiene sus ojos incómodos de la situación pero con una postura  totalmente autoritaria al igual que mi madre pero no con lo que respecta sus ojos, fríos y sin una piza de brillos.

Mis tíos, que están a cada lado de mis padres, están serios y atraviesan cualquier mirada, ignorando la figura de Sam.

Mi madre tamborileo las uñas largas de un color escarlata en la mesa que nos separa, maldeci al recordar que tenemos ese mismo toc.

—Espero que entiendan que no sólo es para conocerlos.- dice con voz retorcida.

Es increíble lo desquiciada que puede llegar a sonar una persona.

—Espero que no, no sería necesario ni agradable.- refute con rapidez, si iba a sonreir desapareció en segundos.

—Para ninguno

Asiento otra vez.

Por lo que pude notar, Lily es la cabeza en los cazadores y Alexander es quien le sigue.

—Por favor, esperamos llegar a un acuerdo y charlar con tranquilidad.- Erick junto a mí, habló sereno en un intento de calmar las aguas.

Pero sabía que ahora mismo se venía el tsunami.

—¿Acuerdo? ¿Tranquilidad? Discúlpame señor Tanner pero aquí necesitamos nuevas reglas.

La voz de mi padre me sorprendió, escucharla fuerte y con autoridad no era una de sus cualidades.

Toda esperanza de que pasara algo con él se desvaneció.

—¿Entonces a que vinieron? Iluminame Alexander.

Toda aristocracia o elegancia se me fue por cada vena que se iba inyectando de enojo.

Mi padre me miró por un segundo y casi ¡Pero casi! Creí ver algo de perdón.

—Tú misma deberías saberlo que eres la nueva jefa, hay un descontrol en el mundo sobrenatural.- su mandíbula se apretaba y me miraba mostrando el poder que podía tener

Entonces eleve mi barbilla y sonreí con cinismo

—¿Y ustedes creen ser parte de este mundo?

Todos enmudecieron con mis palabras, el silencio hizo que la tensión creciera y desbordara por toda la sala, otra vez.

—Si.

Lily me miró frunciendo el ceño y con sus brazos cruzados bajo su pecho mostrando todo su brazo tatuado.

—Alexia, supimos el ataque de lobos y es hora que los cazadores vuelvan.- giré mi rostro con brusquedad y la clavé en mi tío que está junto a mi padre.

Mis recuerdos con él fueron muchos, me gustaba sentarme con él y escuchar música vieja mientras me explicaba mitos del rock.

—Eso ya está controlado, los lobos han aceptado no más ataques.- dije con firmeza