Mi Bella Dama 2.

Aceptar.

Alexia:
Erick se acercó un poco más hacia mí, mirando mis ojos y luego mis labios.

—Brindo por tu ascenso.- dice apenas en un susurro

Cierro los ojos y muerdo mis labios, vuelvo a abrirlos pero ahora, con mis ojos un poco aguados.

—Brindo por tu boda y por lo estúpida que soy de aún añorar tus labios.- escupi con amargura y furia

Él deslizó suavemente sus manos por mi cintura, una mano la subió por todo mi cuerpo acariciando levemente para luego terminar posada en mi mejilla y con sus dedos hizo pequeños dibujos que me hacían cosquillear todo el cuerpo por esa electricidad que me recorre cada vez que él me toca.

Sonrió débilmente y rozó sus labios con los míos, quise presionar aun más pero colocó su frente en la mía, aspiró profundamente y después soltó todo el aire.

—Quiero hacer bien las cosas contigo, yendo despacio y recuperarte cuando las cosas estén en paz.

—¿Qué?- de mis labios salió de repente, pero en un pequeño susurro

—Te lo explicaré todo cuando pueda, pero por favor espérame, te amo Alexia Bennet, no me importa que ahora seas una jefa, que tu apellido sea Jones y te hayas convertido en una sexy Vampiresa, ¡Encima ruda!

Solté una risa ronca y asenti  efusiva.

—Creo poder escucharte y si me convences, tal vez te de una oportunidad Erick Tanner.

Luego de decir eso, me separé de su agarre, nos sonreimos mirándonos de reojo y luego no nos vimos más las caras, cada uno fue a su habitación.

Dentro de ella, me encontré a Jacob sentado en mi cama, con los codos apoyados en sus piernas y su cabeza posada en sus manos, estando en una pose de "Me cansé de esperarte"

—¡Hola!- dije contenta, sabía a donde nos llevaría esto y es a una larga charla sobre una confesión

Jacob giró su rostro y me miro con sus labios en una linea.
Suspiró e hizo señas para que me sentara en una silla frente a él.

—Debemos hablar mucho y es mejor que te sientes.- intentó bromear pero, en cambio, parecia muy abrumado

Tiene los animos por el piso, se nota a kilómetros porque Jacob es un chico alegre que vive haciendo bromas, es extraño verlo así, no me quiero imaginar como debe estar Caleb.

—Cuéntame, Jacob.- dije luego de sentarme, crucé mis piernas y pose mis brazos a cada lado de mis cuerpo.

Él comenzó a jugar con los dedos de sus manos y golpeba el piso con el pie como si estuviera marcando un ritmo.

—¡Vamos!- le alente

Él volvió a suspirar, pasó su mano por su cabello corto y oscuro, y elevó su rostro para mirarme fijo

—¿Te enojarias si no quiero acostarme más contigo?- intenté no reír por su pregunta, alce una ceja y me crucé de brazos

—Claro que sí y te obligaría tener sexo conmigo, no me importa si se llama violación.- obvio que lo estoy molestando

Jacob suspiro frustrado, con una mano hizo masajes en su cuello mirando hacia otro lado

—Por favor Alex, sé que nos viste...-  dice apenas en un susurro

—Mirame, Jacob.- eso hizo, con una mirada apenada pero igualmente le sonreí, —Sabes que te estoy molestando, ¿Cierto? No me importa, sólo quiero que me expliques que hay entre ustedes