Asco.

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Alexia:
En silencio caminé hasta el despacho de Erick pero en el camino me crucé Mérida, en segundos frenamos y nos miramos fijamente.

Nuestra relación cambió bastante, estuvimos distanciadas pero sabemos que todavía nos queremos y apoyamos pase lo que pase.

-¿Como estas, Alex?- preguntó ella en una pequeña sonrisa

La miré de arriba abajo, como siempre se veía pulcra y con buenos trajes.

-¡Pero que guapa! ¿Bien y tu?- dije con sinceridad y entusiasmo

Su sonrisa se agrando y sus ojos brillaron levemente, casi creí que iba a tirarse encima mío para darme un gran abrazo pero no

-Muy bien, ¿Vas al despacho?- pregunta mientras sus brazos se descruzan y se pone recta

-Si, tengo que hablar con tu hermano sobre la reunión con los cazadores.- le comenté firme y también poniendome recta

Ella sonríe con gracia y me guiña el ojo

-Genial, interrumpe a la zorra de su esposa que le está oliendo las pelotas hace de hoy.- Meri elevó su voz consciente de que la escuchan

-Voy a satisfacerte.- dije burlona

Le devolví el guiño y nos despedimos cortamente para alejarnos en distintas direcciones

Antes de entrar en aquel pequeño espacio pero no tanto, puse mi peor cara porque de verdad me enfurece que Erick quiera hablar conmigo al frente de esa estúpida mujer.

Tomé el pomo de la puerta y lo empuje con gran fuerza haciendo que ésta choque estruendosamente en la pared haciendo un ruido grave.

-¿Me necesitabas? Aquí estoy, precioso.- sonreí hipócrita y me senté de golpe en la silla frente a su mesa.

Lo miré a los ojos, él fruncio el ceño y removió sus hombros asombrado por lo que había dicho

-¿Cómo lo llamaste?- dice con furia la pelirroja junto a él

La miro de reojo y ruedo los ojos por lo ridícula que se escuchó

-Lo llamé precioso ¿O acaso eres sorda?- dije otra voz con un tono cínico

Me crucé de piernas dejado reposar una de mis manos y la otra la dejé en la mesa tamborileando mis dedos en ella haciendo pequeños ruidos pero que llenan este espacio

Ella entreabrio su boca furiosa con lo que había escuchado y apoyó sus manos en la mesa frente a su cuerpo

Intentó inclinar su cuerpo imitando lo que había hecho antes pero sus brazos temblando delatan el miedo que siente

-Tú... ¡Es MI esposo!- grita totalmente nerviosa.

Erick a su lado reprime la risa e intenta difícilmente que se ponga derecha

-Yo pensaría más ese "Mi"- hago con mis dedos y me encojo de hombros aburrida por la conversación que sabía qué no iba a perder

-¡Perra!

Volví a sonreir, aquello no le funciona conmigo ni cuando me lo dijo hace un par de días

-Katherine, debo hablar con Alexia ¿Puedes dejarnos solos?- dice con calma mientras acaricia su brazo, ese acto me dio ganas de vomitar

-¡¿Sólos?! ¡¿Con esa zorra?!

Ya se alteró la niña pensé y rodee los ojos e hice un amague de levantarme pero Erick me miró negando

-¿No confías en mí?- él alza una de sus cejas y se cruza de brazos

Es un maldito manipulador pero un manipulador sexy.

Mi Bella Dama 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora