Prólogo: Igor

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10 años atrás

Igor Montero

-Es tu fiesta de despedida de soltero...- gritaba su amigo Pablo.- ¡Disfruta!- le dijo mientras se llevaba a los labios otro chupito de tequila con limón y sal. Estaba tratando de mantener la calma, pero a él nunca le habían gustado ese tipo de lugares, ni fiestas de ese tipo. Siempre trataba de evitarlos lo máximo posible, sobre todo después de encontrar al amor de su vida, Julia. La mujer con la que en dos días más se casaría, sus amigos Pablo y Alberto habían organizado hacía mucho tiempo esa despedida, así que no podía dejarlos tirados, además no tenía nada de malo beber con sus amigos, y compañeros de trabajo. Que en su mayoría eran hombres, eran más de la una de la mañana, así que creía que eso de mujeres semi desnudas, no entraba en los planes, hasta que en el pequeño escenario que tenía el club, apareció una mujer mayor, que se hacía llamar "dulzura" comenzaba a presentar a sus musas. Escuchaba el bullicio que sus compañeros hacían, y él simplemente se limitaba a mirar, no hacía ningún gesto con la cara, insinuando que no le agradaban todas esas cosas. Ni siquiera quería disimular, porque sinceramente no le agradaban las mujeres desvistiéndose frente a los hombres, para ser vistas como objetos sexuales. Vio que Alberto tenía una pelirroja, tomada de la cintura y manoseándola descaradamente, y obviamente la mujer se dejaba que era mucho peor. Se volvió a la barra donde permanecía sentado, y le dijo al barman que le hiciera un mojito sin alcohol, estaba manejando no podía beber. Cuando tuvo el vaso en su mano, se volvió al escenario nuevamente cuando la presentadora, anunció el regalo especial para el "Novio" y un foco lo alumbró directamente a él. Dejándolo por segundos sin poder mirar al frente, cuando vio subir al escenario una mujer alta, con un cuerpo espectacular, cabello castaño y de ojos grandes. Se quedó mirándola fijamente, no despegó su mirada de ella, y de pronto se quedó sin saliva en la boca, algo vibró de pronto en su cuerpo, y se volvió a la barra para quitar esa sensación, estaba a dos días de su boda, no podía mirar a otra mujer de esa forma. Pero tuvo que volver su mirada, porque todos le miraban a él. Cuando sus amigos lo tomaron y lo sentaron frente al escenario, no dijo una palabra, cuando la mujer se le acercó y le dedicó una sonrisa de medio lado, entonces su mirada se centró en su boca. Tenía unos labios carnosos, y rojos por el pintalabios, sus miradas se encontraron y lo que vio en ellos, lo llenó de temor por dentro. La mujer sabía lo que hacía, porque bailaba con destreza, y se deslizó al caño de metal que había para comenzar a hacer piruetas, su vestimenta le cubría lo necesario para no parecer morbosa, y algo en ella lo cautivó, y no pudo despegar su mirada. Cuando la canción llevaba la mitad, ella se bajó del caño, y se fue directamente a él. Sus ojos lo miraron seductores, y se sentó a horcajadas encima de él, cuando estuvo encima su miembro tomó vida propia, y trató de buscar salida. Aguantó la respiración ante esa muestra de infidelidad hacia su futura mujer, y desvió la mirada de la bailarina que se había quedado levemente paralizada al sentir su excitación.

- Tranquilo, no le diré a nadie de esto.- le susurró, y su tono de voz le recorrió la sangre como un veneno, que no se debe tomar. Tragó saliva esperando que ella continuara con el show, no tenía dieciséis como para tener un orgasmo allí, así que pensó en cualquier otra cosa, que no fuera esa hermosa mujer. Ella siguió moviéndose al ritmo de la música, y cómo la conocía sabía que estaba por terminar, pero la osada mujer apretó sus caderas encima, y se le escapó un gemido que hizo que se volviera a mirarla, sabía que nadie más que él, había escuchado eso. Pero cuando lo hizo, los labios de ella estaban en su boca, y se besaron. Tenía la boca dulce, y caliente. Algo que inevitablemente supo a gloria, como tenía atadas las manos en la silla, ella tomó su rostro e intensificó el beso, metiendo su lengua y produciéndole nuevamente una erección que lo dejó paralizado, que lo hizo reaccionar y terminar el beso, a su alrededor todo eran silbidos y gritos de euforia, pero la mirada de ella, concordaba con lo que él sentía por dentro, todas sus terminaciones nerviosas estaban a flor de piel. Y ese beso lo había dejado perplejo, ¿Cómo podía creerse tan enamorado? ¿Cómo podía el beso de una mujer desconocida, arrebatarle toda esa seguridad que llevaba meses conservando? Y no sólo una mujer desconocida, si no una prostituta. La morena se había levantado, y salió de la sala por donde había entrado, todos a su lado abuchearon su beso, pero le quitó importancia, diciendo que había estado atado de brazos, y la mujer simplemente había aprovechado el momento. Pero cuando volvió a la barra, nada volvió a estar igual, se sentía incompleto, se sentía por primera vez en su vida, que no tenía nada seguro en su mente. Esta vez pidió un trago con alcohol, y cargado. Sus amigos se acercaron a reír a su lado, pero ni siquiera se percataban de lo que decían. Lo molestaban diciendo que estaba convirtiéndose en un amargado, pero no dijo nada. Sólo se limitó a decir que iría al baño. Cuando estuvo allí, se dirigió al lugar que la bailarina se había ido. Cuando golpeó la puerta nadie le abrió, y abrió la puerta. La habitación estaba en penumbras, pero divisó su figura estirada en una hamaca de terciopelo.

- ¿Qué haces tú aquí?- dijo ella, sin levantarse del lugar.

- Necesito saber por qué me besaste.- le dijo como pidiendo explicaciones, de por qué había sentido eso con ella. Escuchó su risa seca, y la vio acomodarse quedando sentada, su cabello caía en cascadas alrededor de su cara.- Eres muy bella.- le dijo reconociendo algo que era cierto.

- Acércate...- le dijo suavemente, y él llevado por la curiosidad lo hizo, sin pensarlo estuvo a su lado y ella tomó su rostro.- ¿Tienes el dinero suficiente para sacarme de aquí?- le preguntó con los ojos empañados de lágrimas. Y él sólo negó.

- Me caso en dos días.- dijo para eliminar toda posibilidad que ella podía estarse planteando.

- Yo no dejaría que mi novio bese así a una mujer desconocida...- le dijo mirándolo descaradamente.

- Yo nunca he besado a mi novia, como te besé a ti.- dijo sin creer lo que estaba diciendo, pero se acercó a ella. Y la besó para comprobar si lo que había pasado estando en la silla, se repetía. Y ahí estaba otra vez, esa sensación de pérdida y desasosiego que había sentido. Sus respiraciones se agitaron, y de pronto la tenía encima de él. Haciéndolo reaccionar, y levantarse. La miró por última vez y quiso memorizar su cara, sus labios, su voz. Porque dos días después sería un hombre casado, no había marcha atrás. Salió de allí desesperado por escapar, cuando llegó a la casa, se duchó y permaneció más tiempo del normal con el agua corriendo arriba de su cabeza. Ni siquiera le había preguntado su nombre, nada... mejor no tener ningún recuerdo de ella, y así sería más fácil olvidarla. Cuando entró a su habitación se fijó en la foto que reposaba en la mesita, sintió una punzada en el corazón al descubrirse un infiel. Jamás se perdonaría lo que había hecho con ella, trataría de ser el mejor hombre para Julia. De eso no tenía dudas. 



MI NUEVA OCURRENCIA, LES DEJARÉ LOS PRÓLOGOS POR ESTA SEMANAS, CUANDO TERMINE LA NOVELA ANTERIOR EMPEZARÉ CON ÉSTA FULL, ESPERO LES HAYA GUSTADO Y NO DUDEN EN VOTAR... 

TODOS LOS HALAGOS A LA HERMOSA PORTADA MI PRIMA HERMOSA... 

Atada al pasado [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora