MARATÓN 2/5
Igor Montero
3 días del secuestro
Se paseaba todos los días por la habitación de Roberto, esperando alguna señal, pero el guarda espaldas seguía en coma, y su estado aún era grave aunque fuera de riesgo vital. Pero todo parecía irreal, Fernando al igual que él, pasaba antes del trabajo a visitar a Roberto. Pero lo notaba distraído, extraño, le preguntaba si tenía noticias, pero su rostro demacrado por la desesperación le hacía notar su angustia al no saber de Antonella, el día anterior había llegado la familia de Valdivia de Anto. Y como jamás había hablado del tema con ella, no tenía idea que su familia tenía una fortuna más grande que toda la empresa en la que ambos trabajaban. Su padre era un hombre que todos decían llamar "Patrón de fundo" pero no sólo por lo autoritario y carácter duro. Si no porque había aportado mucho dinero por recuperar a su hija secuestrada, pero nadie llamaba. Y sus sospechas relacionadas a que éste tema redundaba netamente al problema de Fernando con su padre, no sabía a quién más preguntarle que a él. El día anterior intentó hablar con Paulina, para que le pudiera decir algo, pero al parecer esa chica morena tenía más lealtad que amor propio. Todos los días le conversaba a Roberto como si pudiera escucharle, pero al parecer era inútil, no había señales de reacción. Aquello lo desestabilizó completamente, sus padres llevaron a Matías a Santiago a pasar la navidad con el resto de la familia, el pequeño lloró mucho rato al despedirse pero era lo mejor. No quería ponerlo en riesgo a él, habían sido demasiadas emociones fuertes en poco tiempo.
Al conocer la familia de Antonella, no supo como presentarse, aunque gran parte de la familia conocía a Fernando. Aunque según él sólo de nombre porque en persona al único que conocía era al tío Eliseo, que resultó ser una persona muy agradable. Al igual que Eleonor la madre, pero el padre apenas lo divisó y supo que no se llevarían bien. Pero sabía que la relación padre e hija, se había perdido hacía ya mucho tiempo. Y no quiso preguntar por nada. La casa de Antonella se transformó de pronto en una sala de operaciones, los detectives y servicio de inteligencia rastrojearon todas sus pertenencias. Y Eleonor, con el tío Eliseo y Elisa la hermana menor de Anto, dormían allí, porque no conocían otro lugar al que ir.
Esa mañana lloró desesperado, anhelaba tenerla nuevamente a su lado, al menos para que le gritara y le dijera todas las cosas que quisiera. Pero no estaba. Se fue a su casa, y le abrió su madre. No le importó los ojos que lo estuvieran observando, se fue directo a la habitación y sacó de debajo de la almohada, su pijama de seda. Se lo llevó a la nariz y absorbió su aroma, y se recostó en la cama. Logró conciliar por un rato el sueño, pero nuevamente las preguntas en su mente lo despertaron.
¿Dónde estás?
¿Estás sufriendo?
¿Te hicieron daño?
¿Dónde estás?
¿Dónde estás?
El llanto nuevamente lo invadió dejándolo agotado. La desesperación más grande, que le asechaba. No saber dónde buscar. Cuando fue a la sala, vio el rostro demacrado de su madre, y lo abrazó sin consuelo. Se metió el pijama de ella, dentro del bolsillo de su chaqueta y salió de allí.
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Atada al pasado [TERMINADA]
RomantikAntonella sólo deseaba un poco de libertad en su vida, su padre los había abandonado y se había hecho un hogar lejos de ellos. El orgullo la hizo huir, pero jamás imaginó que aquello destrozaría su vida, tanto que jamás volvió a ser la misma, ya no...