Capítulo 11

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marisela1004 Te mereces la dedicación y mención honrosa! cariños...

Antonella Edwards (Primera parte)

Los sábados eran para disfrutar estar en casa, andar todo el día en pijama, ver películas hasta empiparse, comer comida chatarra, y descansar. Bueno eso era para los que no tenían un restaurante, con veinticinco personas trabajando, dos chefs y mucha clientela que deseaba comer ese día. Como siempre los sábados se hacía un menú especial de mariscos, entrada ceviche de reineta, y de segundo plato se ofrecía carnes o pescados a la plancha. Observó el local repleto de gente, se tendría que financiar una ampliación para el patio trasero, ajustar el estacionamiento y así poder agrandar. Estaba en eso, cuando Esteban le ofreció un postre recién preparado.

-Me matas, está delicioso.- Dijo saboreándolo, estaba haciendo la contabilidad en la oficina pequeña, y le miró de reojo.- Te ves diferente ¿Me quieres decir algo?- Lo miró capciosa, Esteban era un hombre muy práctico. Por lo mismo lo había contratado, jamás se le insinuó ni nada. Ni tampoco se notaba que fuera gay. Desde siempre le agradó como trabajaba en la cocina, y en el fuego. Porque esa era su especialidad, Asador de carnes.

-Te quería pedir vacaciones...- Dijo con la cara asustado. Antonella le asintió para que continuara.- Lo que pasa que con mi familia queremos hacer un viaje especial en Navidad, pero resulta que es lejos. Iremos al sur.

- ¡Qué bien, me alegro! Bueno yo justamente te quería contar que para esos días mantendré cerrado el local.- Dijo sonriente, Esteban comenzó a reír feliz.

- Eres la mejor jefa del mundo.- Gritó eufórico. Salió y la dejó sola. Y se quedó pensando en su hermosa familia, sus navidades nunca más volvieron a ser las mismas, su padre nunca más volvió a recordar su cumpleaños, o simplemente no daba con ella. Porque perdió todo contacto hacía ya diez años atrás, suspiró cansada y triste. Terminó todo lo que tenía que hacer y salió para ayudar atender las mesas. Podía ser jefa pero había que ganarse la preferencia de la gente, y a todos les gustaba ver a la Big Boss trabajando, y haciendo lo mismo que todos. Hasta trapear cuando se requería. Por eso nunca iba de tacones, se ponía unos cómodos jeans, una camiseta holgada y zapatillas. Estaba apretando pelo en un tomate en la cabeza, cuando un niño le tiró la blusa.

- ¡Hola! Bonita.- Le dijo Matías, sacándole una sonrisa sincera. De esas que sin esfuerzo salen de tus labios, acarició su pelo claro, y miró detrás de él a su padre. Se veía espectacular, pero no pudo decir nada, se quedó sin habla. Igor venía con unos jeans oscuros y camiseta gris; miraba impresionado el lugar. Y luego fijó su mirada en ella.

- Realmente me ha impresionado...- Dijo admirando el Restaurant.

- Gracias... ¿Cómo estás?- Le preguntó para parecer cortés.

- Muy bien, Mati insistió en conocer a tu nueva mascota, pero no estabas en la casa. Estábamos por irnos cuando tu vecina nos dijo que solías venir los sábados a tu restaurant, me conseguí la dirección. Y Mati quería conocerlo al igual que yo.

Atada al pasado [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora