Atada al pasado [TERMINADA]

Capítulo 38

CAPÍTULO DEDICADO CON MUCHO CARIÑO A UNA ARGENTINA PRECIOSA QUE TIENE NOMBRE DE MALA... JAJAJA (SE LLAMA MARCIA Y ES ARGENTINA) AH... Y TIENE EL INSTINTO ASESINO... UN AGRADO HABERTE CONOCIDO...!

Igor Montero

Un día atrás

-Dilo, es lo único que me haría tomar la decisión.- Le decía a Antonella cuando por fín se había decidido a llamarla no contestó, por eso cuando ella le devolvió el llamado, sus nervios afloraron. Le dijo lo que tanto deseaba, estar a su lado. Pero la negativa y excusas de Antonella, nuevamente lo dejaron petrificado, no podía creer que todo lo que sentían fuera sólo producto de su imaginación. Si cuando estaban juntos había eso... eso especial que parecía "Magia", pero para su morena no fue suficiente. Cuando cortó la llamada, el nudo en su garganta nuevamente quiso invadirlo. Pero lo retuvo, se bajó del auto y fue a la entrada de la casa. Cuando entró lo primero que vio fue a Piqué mordisquearle el maletín, luego el aroma que le llegó a la nariz, parecía un pastel o algo dulce.

Matías llegó al escuchar la puerta, y lo saludó entusiasmado.

-Amalia está haciendo cup cakes... dijo que haría un diseño especial para mi.- Su hijo volvió a la sala de estar. 

- Me alegro.- Le dijo sorprendido, entró a la cocina y vio a Amalia, que por esos días cuidaba a Mati mientras su mamá estaba en Santiago.

- ¡Hola, Igor!- Le dijo acercándose con una manga con crema, estaba rellenando los cup cakes, fue demasiado tentador, así que con el dedo sacó lo que estaba por caer de la punta.

- Hola... Mmmm está rico.- Ella se lo quedó mirando extraño, y él desvió la mirada.- ¿Pasa algo?

- No nada... Te ves bien así, medio desordenado.- Igor se puso a reír, a su madre le molestaba su estilo desordenado. Se había quitado la corbata y llevaba la camisa abierta.

- ¡Gracias! Estoy agotado, y tengo miles de informes que revisar. Antonella dejó el trabajo y me tienen atochado.- Amalia le asintió y lo volvió a mirar.

- Tu madre anoche me llamó, le dije que habías salido a ver a un amigo.

- No debiste contestarle... Me tiene un poco cansado el hostigamiento de mi madre, en serio. ¿Cree que tengo quince años?

- Sólo estaba preocupada, Igor. Es normal, todas las madres son así.

- Puede ser, pero cuando uno es más pequeño y no a los treinta y tres. ¿No crees?

- No quiero que discutamos, Igor. Mejor toma asiento, te comes un cup cakes y tomas un café. ¿Te parece? Le estoy haciendo un cup cakes especial a Mati, se lo llevaré con un vaso de leche. Está viendo una película en Netflix.

- Está bien, Gracias. No es necesario que hagas esto, sabes que la señora Denise hace la comida...

- No me molesta, y por favor deja de fruncir el ceño.- Amalia lo dejó mudo, porque eso era lo que siempre Antonella le decía. Respiró para no recordarla tan seguido, la extrañaba tanto, tanto. Se le estrujaba el estómago, sentía náuseas, se sentía sin aire.