—¡Esto es mejor que Navidad! —bailo por la estancia rebuscando sin parar.
Tras pasar a recoger a Colin, que se ha quejado unos segundos, pues Calíope le estaba informando sobre las defensas que han dejado los griegos en el Olimpo, Tyler nos ha llevado a todos al castillo, en concreto a una habitación enorme llena de cosas donde hemos empezado a curiosear los apagados objetos. Tyler nos informa que su cetro ha vuelto de alguna manera a la vida cuando lo ha tocado, como si reconociera a su dueño. Así que sí, ahora todos estamos tocando todo lo que vemos.
No me hubiera dado cuenta de que lo que parecía una cuerda destrozada es mía, si no fuera porque se enreda alrededor de mi muñeca. Cuando la separo se divide en cuatro pequeños trozos plateados y fuertes.
—Cuatro cuerdas. ¿Qué puedo hacer con cuatro cuerdas? —pregunto a todos y al parecer a nadie porque no recibo respuesta.
Empiezo a jugar con ellas. Descubro que vuelan sonando con el viento y mis dedos. Las puedo pegar a cualquier parte de mi cuerpo y dependiendo del lugar el sonido puede hacer daño a las personas cercanas pues suenan con un tono diferente. Supongo que tendrán más usos, pero curioso por ver qué les ha tocado a los demás, envuelvo las cuerdas en mi muñeca y me giro.
Colin sostiene una vela de color blanco que enciende con el dedo. Inmediatamente la estancia entera se ilumina como si fuera de día y estuviéramos al aire libre. Incluso hace más calor.
Patrick encuentra unas zapatillas antiguas que al ponérselas se convierten en unas nuevas. Con ellas puede volar y crear nubes de tormenta a su alrededor.
Uno de los gemelos encuentra un espejo a través del cual puede llamar al alma oscura que quiera y pedir ayuda o consejo. Con curiosidad lo cuelga en la pared y se pone a hablar con un tipo que da bastante miedo y que tiene colmillos. Curioso que se pueda pedir consejo a los malos y no a los buenos. Su hermano, el dios de las almas buenas, posee una esfera que se ilumina cuando sonríe, cegando a quien la mire excepto a él, que se mueve por la luz con tranquilidad.
Nuestra búsqueda ha llegado a los oídos de otros y Ariana aparece al poco para encontrar una corona que la convierte en aire. Es decir, no solo es invisible, sino también incorpórea.
—Con esto podremos patear los culos de esos dioses —Colin mueve la vela creando figuras en el aire que permanecen hasta que las sopla.
—Recuerda que nos superan en número. Y que tienen siglos de experiencia a sus espaldas —estoy harto de que me recuerden siempre lo mismo.
—Habrá que hacer un plan. ¿Tenemos un dios de la guerra? Sería útil en esta situación.
—Me temo que no —una voz desconocida nos hace girarnos hacia una de las paredes a través de la cual aparece un fantasma, lo que hace enarcar las cejas a los gemelos.
—¿Es tuyo? —pregunta uno—. Porque a mí no se me escapan las almas...
Inmediatamente el otro se lanza sobre él y empiezan una pelea. El fantasma les mira y niega con la cabeza.
—Somos dioses pacíficos. Fue debido a eso que pudimos guardar la estatua —¡Oh! Así que es un antepasado nuestro.
—Dioses pacíficos —bufa Tyler—. No me siento muy pacífico al pensar en esos dioses acampados afuera.
—No te llenes de odio, dios del bosque —le recomienda el fantasma.
Tyler baja la cabeza y da vueltas a su cetro. Sus ojos sin embargo, siguen mirando alrededor, probablemente esperando que Amy aparezca en algún momento y le dé una patada en el culo a este molesto fantasma.
—Debéis hacer un plan —el fantasma señala la puerta—. Las murallas de la ciudad no resistirán para siempre. De momento los diferentes dioses no se han unido, pero pronto verán que una unión provisional para entrar es beneficiosa y lo harán.
—Destruyamos la estatua —alzan la mano los gemelos.
—No se puede destruir la estatua.
—Eres molesto —le gruñe Colin.
—Y vidente —se encoge de hombros—. Señor del futuro y del pasado. Y veo que se acerca una carta.
Le miramos curiosos hasta que de repente, se forma el final de un arcoíris en medio del grupo. Instintivamente damos un paso atrás, como si pudiera salir un ejército de dioses dispuestos a masacrarnos. Sin embargo, lo único que pasa es que un pequeño papiro y una pequeña llave dorada no más grande que un meñique caen al suelo. Un suspiro después, el arcoíris desaparece.
Patrick es el primero en agacharse y recogerlos. Tras echar un vistazo al papiro, se lo tiende a Colin. Tyler y yo nos acercamos para leer por encima de su hombro.
—¿Alguien me puede traducir el griego antiguo? —me quejo y es Colin quien da voz a la palabra escrita.
Queridos dioses:
Por amor a mi padre me veo en la obligación de informaros de la posible futura muerte de vuestra diosa del agua. Os ofrezco la oportunidad de venir a rescatarla antes de que mi madre tenga éxito y termine con su vida.
Os adjunto la llave de una de las puertas traseras del Olimpo. Os recomiendo venir pronto.
Hedoné
—Bien, creo que ya tenemos un plan.
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Herederos de los dioses
FantasyAlgunos les llaman los Caídos. Hace años, para evitar la gran guerra y con el fin de instaurar la paz, un grupo de dioses cuya procedencia es incierta, robó la estatua Dea, que había creado aquella confusión y pelea entre los seres celestiales...