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Noah hace que giremos y ahora soy yo el que se encuentra acorralado en la cabecera de la cama –¿Qué opinas? Así podré devolverte el golpe. –murmura teniendo sus ojos entrecerrados, está hablando de la fisura y pretende hacerme lo mismo.

–No puedes. –contesto poniéndome firme, el agarre de mis muñecas desaparecen sólo con eso, mientras Noah me mira con el ceño fruncido. Sé que me odia pero es su triste realidad –Tú tienes la marca. –le recuerdo dando unas lamidas sobre la misma. Todo su cuerpo tirita en ese momento, le es imposible resistirse a mí.

–Si tú tuvieras la marca serias el uke, el sumiso, el muerde almohada, el omega, el bottom, al que se la meten...

Lo callo colocando mis dedos en sus labios, ya entendí lo que trata de decirme –Pero no es así. –niego sonriendo. Entonces él abre la boca y muerde dos de mis dedos, no con mucha fuerza pero aún así duele –¡Ah, no seas salvaje! –me quejo tratando de recuperar mi mano.

–Bien, te ayudaré con la preparación. –murmura al quitar mis dedos de su boca para volverlos a introducir. Eso se siente asqueroso, su saliva y aspecto viscoso. Además la lengua me hace cosquillas entre los dedos.

Mientras Noah está ocupado con eso, yo bajo la mirada hacia su pecho descubierto y comienzo a dejar besos sobre toda la piel expuesta que encuentro. Mis besos dejan marcar rojas por donde pasan y me siento orgulloso por eso, además el dueño de ese cuerpo jadea ante mis actos.

–Creo que ya deberías comenzar. –habla luego de quitar mis dedos de su boca. Asiento estando de acuerdo, mi erección es una tortura y escuchar sus quejidos y jadeos no me ayudan en nada. Noah está sentado en la cama y abre sus piernas, dándome acceso completo a él, mientras sus manos comienzan a levantar el borde de mi camiseta para quitarla.

Siento su boca succionar la piel de mi cuello al mismo tiempo que sus brazos rodean mi torso. Estamos muy juntos, así que conduzco mi mano hacia su entrada, la toco suavemente mientras hago círculos a su alrededor –A-Ah... –Noah reacciona de inmediato jadeando en mi oído. Con esos sonidos tengo más incentivo para continuar con lo que hago, unos segundos pasaron y él aprieta con fuerza mis hombros –Haz algo... quiero sentir más. –me pide, más bien me ordena.

–Bien. –contesto frotando esa parte tan sensible hasta introducir uno de mis dedos lentamente, Noah muerde mi hombro con suavidad haciendo que yo suelte un gemido junto con él.

–Me duele, lo estas haciendo mal. –gruñe tratando de apartarse pero yo sólo estoy siguiendo sus instrucciones, además él pidió más y se lo estoy dando –I-Izan... –su voz tiembla cuando muevo mi mano lentamente.

–No aguantas nada. –comento recibiendo un golpe en la cabeza.

–Es que-que... oh-si, no había sentido algo ah-así antes. –responde entre gemidos graves, su cabeza se apoya contra mi hombro mientras suspira y jadea. Los preciosos ojos de Noah me mantienen cerrados y con sus cejas fruncidas pero no parece molesto.

–¿Aún te duele? –pregunto sin detener mis movimientos, él niega siendo incapaz de contestar. Parece que lo estoy haciendo bien, entonces introduzco otro dedo provocando que Noah levante la mirada y me mire con la boca entreabierta –¿Te hice daño? –mi pregunta no es respondida ya que mis boca es atrapada por la suya es un necesitado beso. Sus dientes mastican suavemente mi labio inferior, luego su lengua busca la mía mientras que sus manos alborotar mi cabello por completo.

–Si-Sigue... hum... –habla cerrando de nuevo los ojos. Yo estoy a sus ordenes y siento como su interior oprime mis dedos. Es húmedo y cálido, toco sus paredes hasta asustarme cuando Noah grita con su voz entrecortada.

–Si te duele dímelo. –digo sacando mis dedos lentamente, él me gruñe y golpea mi espalda contra la cama. Noah está sobre mí con sus piernas a cada lado de mi cuerpo, en eso, sus manos se deshacen de mi cinturón y me quitan los pantalones de unos fuertes jalones.

Un Lazo Diferente (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora