¿Dónde estoy? ¿Qué pasó? ¿Por qué estoy desnudo? Estoy cansado y pegajoso, a mi lado veo el cabello desordenado de Noah salir de debajo de las sábanas. Su brazo pasar sobre mi cintura y me mantiene a su lado.
Entonces comienzo a sentir un fuerte dolor en mi interior –¡Mi trasero! –maldigo mientras me arrojo en la cama y recuerdo que Noah se había aprovechado de mi cuerpecito.Todo el escándalo hace que él se despierte y sonría al verme, sus brazos me rodean acercándome a su cuerpo, entonces termina sobre mí besando mi cuello –Buenos días. –susurra bajando su mano derecha hacia mi entrepierna, entonces golpeo su rostro con mi puño.
–Nada de buenos días. ¡Me duele todo! –exclamo y lo veo levantarse de la cama para luego salir de la habitación –¡No huyas cobarde! –yo abrazo mis piernas mientras estoy en la cama, no voy a llorar, no voy a llorar. Soy un hombre por el amor de Luna. Además Noah no me dijo que me dolería luego. Idiota, lo odio.
A parte de ese dolor también siento algo cálido junto con un cosquilleo en mi cuello, toco ese lugar con mis dedos y noto la mordida que Noah me hizo. Duele un poco también pero la calidez opaca eso. Me siento un poco extraño –¡Izan! –Noah aparece de nuevo con un vaso de agua y unas pastillas –Es para el dolor, pronto estarás mejor. –habla suavizando su tono mientras yo tomo la medicina y soporto su horrible gusto en mi lengua. En eso siento las manos de Noah en mi cabello, acariciándome y eso es muy raro, está más cariñoso conmigo.
–Sólo espero que funcione. –respondo dejando el vaso en la mesita de noche. En eso veo la hora y son las 6:47, debemos ir al trabajo. Sólo espero que el jefe no esté decepcionado conmigo.
–Lo hará, ahora vamos a darnos una ducha. –él camina hacia el baño que está frente a la habitación –¿O no puedes caminar? –no me gusta lo que trata de insinuar, entonces me pongo de pie rápidamente. Un punzante dolor me tortura al levantarme bruscamente y además siento algo cálido deslizarse desde mi interior hacia afuera. Se siente raro. ¡Me aterra!
–¡Sal del camino mierda! –corro hacia el baño apartando a Noah de la entrada. Abro la ducha y suspiro profundamente cuando el agua caliente hace contacto con mi piel.
Tomo el jabón para pasarlo por mis brazos primero, ahora ya no me siento tan sucio y me gusta la sensación del agua recorrer todo mi cuerpo.–Permiso. –Noah también entra a la ducha y sus manos se posan en mi cintura, acerca nuestros cuerpos y sonríe al tener la lluvia artificial sobre su cabeza. La sacude con fuerza y salpica muchas gotas en mi cara.
–Basta. –me quejo y ahora debo limpiar mi trasero pero duele. Te odio Noah.
–Te lavaré el cabello. –murmura colocando shampoo en mi cabeza y pasa sus dedos por mi cabello, admito que eso se siente bien. Pero de nuevo toco la marca cuando enjuago mi cuello, casi llegando a la nuca se encuentra la mordida. Claro que tengo otras marcas y leves mordidas que Noah me hizo anoche pero sólo esa se siente rara.
7:00, en el desayuno antes del trabajo:
Noah hizo el desayuno mientras yo me vestía luego del baño, él también está más atento que antes y eso me inquieta –Estás un poco raro. –murmuro teniendo la boca llena de tostada con jalea.–¿En serio? –pregunta inclinándose hacia mí y lame mis labios en donde había quedado un poco de jalea –Sólo es tu imaginación. –agrega volviendo a su lugar.
–Eh... no lo creo. –niego estando seguro de que si le pasa algo y que no es mi imaginación –¿Sabés por qué esta mordida se siente rara? –le pregunto moviendo mi cabeza a un lado para que pueda verla.
Noah la mira unos segundos para después acariciar mi cabeza –Eres adorable. –comenta haciendo que yo frunza el ceño, no ha respondido a mi pregunta.
–¿Qué hiciste? –cuestiono cruzándome de brazos, él me sonríe y me ordena sentarme en su regazo. Él deberá soportar mi peso pero lo hago sin tomarle demasiada importancia. Noah pasa uno de sus brazos alrededor de mi cintura y así me sostiene contra su cuerpo para que no caiga.
–Muy bien, Izan. Que obediente. –me felicita pasando una de sus manos por mi cabello.
Un momento –No soy una mascota. –gruño apretando con fuerza los puños, juro que lo golpearé.
–No, claro que no lo eres. –me sonríe y desabotona unos botones de mi camisa para besar mis clavículas, eso me hace cosquillas y no puedo evitar reír –¿Has escuchado hablar sobre la transferencia de mordida? –pregunta dejándome con la mente en blanco.
–¿Qué?
–Leí sobre eso y sólo se da en las parejas de betas hombres, se puede transferir la mordida. Y ahora tú la tienes. –susurra en mi oído haciendo que me separe de inmediato de él.
–¡¿Qué?! ¡No puedo tener la mordida! ¡Tú eres el que recibe, no yo! –exclamo indignado mientras paso mis manos por el cabello.
–Izan, cálmate. –dice sonriendo, con unas cuantas palabras y caricias en mi cabeza Noah ya me tiene arrodillado a su lado y con mi cabeza en su regazo. Odio esto –Sólo será por seis meses hasta que sanes por completo. –murmura levantando mi rostro con sus manos. Lo odio, lo odio, lo odio –Deja de mirarme como si fuera un violador. –se queja a lo que yo rodo los ojos alejándome de él.
–No me advertiste que luego me dolería y ahora me dices lo de la mordida. –hablo bajando la mirada.
–Si, no lo dije antes porque no ibas a querer hacerlo de esa manera y sobre la mordida, sentí que te morías por tener sexo y no quería lastimarte de nuevo. ¿Entiendes? –me explica pasando su mano por mi mejilla.
–Okey. –asiento resignado, lo hecho, hecho está.
8:00, en el trabajo:
–Hey, hola a ustedes dos. ¿Arreglaron sus diferencias o...? –habla Luka cuando nos recibe en la oficina de correos. Acompaño a Noah a allí y rodo los ojos al escuchar los comentarios de Luka.–Estamos bien. –contesta el morocho sonriendo, su brazo pasa por mis hombros y con una mano toma mis mejillas para apretarlas. Que humillación pero... me siento muy bien cuando Noah es así de cariñoso conmigo.
–Si, si. Iré a ver al jefe. –contesto separándome un poco de Noah, pero en mi interior no quiero hacerlo. Es el lazo.
–Eh... Si, con respecto a eso. –Luka me entrega dos cartas, una está a mi nombre y la otra al nombre de Noah. Son cartas de despido.
–¡¿Despedidos?! –decimos al mismo tiempo, yo siento mi corazón acelerarse, mis manos tiemblan y rompen por completo la carta. Fui... despedido.
–Izan, debes tranquilizarte. –Noah toma mis hombros y yo le doy un abrazo. Esto es mi culpa por haber descuidado mi trabajo y lo arrastré conmigo.
–Lo lamento, por mi culpa te despidieron. –murmuro pero él se separa un poco para mirarme a los ojos.
–Si no lo hubieran hecho de todos modos renunciaría para estar contigo, recuerda que no podemos separarnos. –habla acariciando mi mejilla, en eso notamos el flash de una cámara y luego risas por parte de Luka y Nicolás. Ellos acaban de tomarnos una foto.
–¡Dame la cámara! –exclamo corriendo detrás de ambos con Noah diciendo que pare pero ríe a par de esos dos idiotas.
.......
Como dije, triple actualización 🐰
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Un Lazo Diferente (Omegaverse)
Hombres LoboEl lazo arruina la amistad de dos mejores amigos.