–Este es el lugar en donde crecí hasta que me adoptaron. –digo caminando por el gran campus del orfanato. El lugar está muy cambiado, hay un jardín con diferentes flores y juegos en casi todo el lugar. Pero hay uno en peculiar en no ha cambiado en nada y es el columpio del gran árbol, así lo llamé de niño. Pasaba mucho tiempo allí mientras que los demás preferían jugar a las atrapadas.
–¿Izan, estás bien? –me pregunta Noah mientras yo me siento en el columpio, es suficientemente grande para que pueda sentarme y eso es genial. Me vienen muchos recuerdos a la cabeza.
–Sólo recordaba. –respondo teniendo la mirada agachada.
–Si no te sientes bien podemos irnos. –sugiere pero tomo su cintura con mi brazo y lo obligo a sentarse en mi regazo mientras que el columpio nos mese suavemente.
–Estoy bien, deja de preocuparte. –le sonrío y beso sus labios por un momento –Regresar a este lugar me trae bueno recuerdos, no malos.
–Pero tú eres raro, no reaccionas como lo haría una persona normal en situaciones malas. –responde alzando una ceja y utiliza un ejemplo muy concreto. Mis padres adoptivos.
–Deja de amargar el día. –pellizco sus mejillas e intento hacer que sonría alzando sus comisuras.
–¿Izan? ¿Eres tú? –dejo de molestar a Noah cuando escucho esa voz tan suave, y como no reconocerla de inmediato.
–Hermana Ariel. –digo levantando la mirada. Ella es la misma mujer que cuidó de mí, recuerdo haber visto su rostro desde que tengo memoria.
–Si eres tú, siempre haciéndole bromas a los demás ¿No? –habla riendo mientras Noah se pone muy rojo y de inmediato se levanta de mi regazo –Mira como haz crecido, antes eras un pequeño cachorro que corría desnudo por todo el campus y ahora eres todo un hombre. –comenta.
Entonces siento mi rostro arder, que vergüenza y Noah me mira con una traviesa sonrisa –Es un gusto conocerla señora. –dice él presentándose –Soy la pareja de Izan.
–¡¿Pareja?! –la hermana Ariel se sorprende mucho con esa noticia, creo que algo está mal o no se lo esperaba –Oh, mi pequeñito encontró a su otra mitad. –me felicita mientras llora de felicidad.
–No llores, por favor, él no sabe dar noticias importante con algo de tacto. –digo tomando sus manos mientras miro a Noah con el ceño fruncido.
–Ya estoy bien, sólo que... –ella me sonríe y acaricia mi mejilla –El tiempo pasó muy rápido.
–Lo sé, tenía planeado venir de visita pero con el trabajo, la universidad y luego Noah... Lo siento, debí venir mucho antes. –me disculpo besando sus nudillos.
–No te preocupes, ahora estás aquí. –ella deja un beso en mi frente y luego se dirige a Noah. Él está muy distraído viendo a los niños salir corriendo del edificio hacia los juegos, hasta que la hermana Ariel llama su atención –Izan puede ser muy aburrido a veces y era obsesivo con el orden, espero que no tengas problemas con eso. –le dice haciéndome quedar muy mal. Eso no es cierto.
–Descuide señora, lo quiero así como es. –responde riendo y yo bajo la mirada, mis mejillas arden mucho –Con sus millones de defectos y dos o tres virtudes. –agrega para molestarme y lo consigue.
–No exageres. –interrumpo serio.
Luego de la charla, la hermana Ariel se ofrece a darnos un recorrido por el orfanato. Todo está muy cambiado y remodelado, cosa que me parece perfecto, el lugar se ve mucho más acogedor y alegre. También me reencontré con otras hermanas, compañeras de Ariel, que me reconocieron y de nuevo me avergonzaron frente a Noah diciendo las travesuras que hacía de cachorro.
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Un Lazo Diferente (Omegaverse)
WerewolfEl lazo arruina la amistad de dos mejores amigos.