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–Noah, el dinero que teníamos ahorrado se está acabando y aún no tenemos trabajo. –digo estando apoyado en la mesa mientras hago unas cuentas. Ya no hay dinero para pagar el departamento.

–Eso no está bien. –niega mientras bebe un poco de café –Además, yo si recibí una oferta pero no puedo separarme de ti así que la rechacé. –comenta haciendo que yo golpe la mesa con los puños.

–¿Por qué rechazaste un trabajo? ¿Estás loco?

–No te hubiera dejado sólo, tampoco podías venir conmigo así que no acepté el empleo. Deberías sentirte especial estúpido. –responde alzando la voz.

–Por mi culpa estamos adeudados. –me lamento pero Noah se levanta de su silla y camina hacia mí para darme unos besos en mi cuello. Justo sobre la marca.

–Cállate. Ahora vamos a salir y encontraremos un trabajo juntos. –declara y acaricia mi cabeza. Eso me hace sentir un poco mejor y cierro los ojos por un momento.

10:20, en la calle:
–Ahí hay un cartel que dice que necesitan empleados. –indica Noah y yo estaciono el auto a un lado para bajarnos a preguntar sobre los empleos.

–Buenos días. –otra beta nos recibe y nos sonríe pero lo hace demasiado a Noah –¿En qué puedo ayudarle a un caballero como usted?

¿Qué mierda? ¿Acaso le está coqueteando? ¡Y yo debo estar pintado aquí porque ella no nota mi presencia!
Entonces aclaro mi garganta haciendo que la muchacha aparte los ojos de Noah y me mire –Venimos los dos... –digo tomando el brazo de Noah –A preguntar sobre el trabajo. Buscan empleados ¿Cierto?

–Oh, claro. ¿Pero saben qué es esto? –nos pregunta a lo que yo miro alrededor, es un lugar de fiestas, no hay nadie pero de seguro a la noche rebosa de personas.

–Por supuesto, queremos el empleo. –responde sin dejar que yo conteste, además nunca había estado en un lugar como este. Ya quiero comenzar. La beta nos dice que debemos hablar con el encargado del lugar y él resulta ser un alfa un poco viejo. Luego de unas preguntas el alfa nos da un apretón de mano a ambos diciendo que estamos contratados. También nos hizo firmar un contrato.

23:45, en el nuevo trabajo:
–Oh... Por... La... Luna... –susurro atónito al ver a los muchos alfas que entran al lugar con sus omegas, algunos de éstos ni siquiera llevan ropa y sólo usan collares o alguno que otro trozo de tela para ocultar su desnudez. Los alfas toman asiento mientras que sus omegas tienen que estar en el suelo a su lado. Como si fueran animales.
Mi trabajo es servir las bebidas y retirar las copas vacías mientras que Noah recibe a los clientes y se ocupa de guardar sus abrigos.

–¿Estás bien? –me pregunta la muchacha de hoy a la mañana, ella se encarga de preparar los tragos y se encuentra siempre detrás de la barra.

–¿Bien? –digo entredientes –¿Qué demonios pasa aquí? –murmuro mirándola con terror. En eso las luces bajan de intensidad y en el medio del escena unas omegas comienzan a bailar casi sin ropa.

–¿Qué edad tienes? Este es un club exclusivo en donde se puede practicar el sadomasoquismo sin miedo y lo pasa aquí se queda aquí. –habla sonriendo de lado mientras yo me alejo un poco de ella. ¡Está loca!
Aunque... todos saben que a los alfas les gustan ser dominantes y eso pero no esperé que traten a sus omegas como animales. Ni que los azoten o los amarren. ¡Mierda! Ahora se escuchan gemidos y el aire no tarda en llenarse de feromonas.

Que maldita vergüenza –Cálmate Izan, ya haz visto película así antes ¿No? pero el actor no golpeaba a su compañera además... ésta es la vida real y... –unos extraños sonidos interrumpe la conversación que tenía conmigo mismo, también se oyen los gritos de dos omegas y disimuladamente miro hacia esa dirección. Allí hay dos alfas golpeando a su propio omega con una fusta mientras que ambos chicos están recargados por una mesa y también están esposados.

–¿Dónde carajos me vine a meter? –me pregunta en voz baja. En eso Noah me toma de la cabeza para hacer que deje de mirar a esos alfas y baje la mirada.

–No mires. –murmura poniéndose a mi lado.

–¿No les duele? –pregunto aún escuchando los golpes contra sus cuerpos, es más, en su trasero.

–A ellos le gusta ser golpeados, tonto. Por eso están aquí y están haciendo un concurso se resistencia. –responde la chica cuando termina de servir unas copas –Ten, es para la mesa 2. –me da los tragos en una bandeja y yo trago saliva. No quiero seguir estando aquí, además no sé qué clases de barbaridades más hacen en este lugar.

Pero no tengo opción, el contrato decía que tenemos un año de trabajo en este club y necesitamos el dinero –Mesa 2. –digo colocando las copas frente a los alfas, en total son 4, uno tiene a una linda omega en su regazo mientras que los otros están arrodillados junto a sus amos. De repente noto que un omega está entre las piernas de su alfa haciéndole una felación y es muy incómodo que yo esté parado aquí. Rápidamente termino de retirar las copas vacías y corro hacia la barra.

–¿Estás bien Izan? –Noah toca mi frente para luego sonreír –Creí que tenías fiebre pero sólo estás sonrojado. –habla soltando una risa que la muchacha acompaña. Aún quiere coquetear con él y eso me molesta mucho.

–¿Por qué aceptamos este trabajo? –hablo bajando la mirada, quiero golpearlo justo ahora. ¡A Noah por haber dicho que si!

–No hay dinero, además ganaremos mucho. –responde él tomando unas cuantas bebidas y las lleva a otra mesa.

–Es tan guapo. –comenta la beta haciendo que gire mi cabeza lentamente para mirarla –Además sus ojos son tan bonitos, de seguro tu amigo ya tiene novia ¿No? –me dice mientras apoya sus brazos por la barra. ¡¿Amigos?! Somos mucho más que amigos luego del lazo, la fisura y la fractura.

–Ah si... ya tiene pareja. –murmuro desinteresadamente, creo que ella aún no ha visto la marca de mi cuello, además es un poco extraña porque es roja y puede ser fácilmente confundida con un lunar rojo o un simple chupón.

–Bueno. Al menos lo tendré esta noche. –sonríe acomodando su cabello y baja un poco más su escote. Admito que tiene unos bonitos senos. ¡Pero no permitiré que se acerque a Noah!

–La mesa 6 ya tiene sus bebidas. –comenta él luego de regresar. Los ojos de la chica brillan y se recarga por la barra.

–Perfecto. Creo que nadie más vendrá, tienes unos minutos libres. –responde ella mientras toca el brazo de Noah diciendo que tiene buenos bíceps. Claro que los tiene si todas las mañanas salimos a trotar y a ejercitarnos.

–Gracias. –murmura Noah sonriéndole como si yo no estuviera presente. Que se quede con ella, no me importa.

–Mesa 8. –ella me da más tragos y debo llevarlos pero no quiero dejar a Noah solo con esa zorra.

–Mesa 8. –susurro dejando las copas en la mesa y coloco las vacías en la bandeja que tengo en mi mano izquierda.

–¿Eres nuevo aquí? No te había visto antes. –escucho hablar a un alfa, levanto un poco la mirada y de inmediato la bajo al ver sus ojos fijos en mí. No podemos ver a los alfa a los ojos porque ellos pueden tomarlo muy mal o como un reto. Sin mencionar que en este lugar todos están desquiciados.

–Ehhh, si. Es mi primer día... quiero decir noche. –hablo estando concentrado en colocar correctamente las copas para cada alfa de la mesa. Sólo en ésta hay 3 pero tienen varias o varios omegas cada uno.

–Ya nos dimos cuenta. –dice otro de los alfas, éste tiene la piel morena, el segundo es rubio y el tercero tiene ojos azules.

–Ten. –el alfa de ojos azules termina de tomar un gran trago de vodka y me extiende el vaso. Yo lo recibo para ir de nuevo a la barra pero la mano de ese alfa se aferra a mi muñeca y me obliga a quedarme –Eres beta... pero hueles bien. Tu perfume me gusta mucho. –habla sonriendo de lado mientras que con su pulgar acaricia mi mano como si yo fuera un omega o peor, una chica.

–Gracias por el alago. –digo ocultando el sarcasmo en mis palabras –Pero debo continuar con mi trabajo. –trato de recuperar mi muñeca pero el alfa niega lentamente con la cabeza y su agarre se hace más fuerte hasta dejar mi piel muy roja. Si yo fuera débil ya me hubiera roto la muñeca con toda esa presión. ¿Qué demonios pretende este alfa?

Un Lazo Diferente (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora