Siento algo muy cálido a mi lado, entonces abro mis ojos para encontrarme con Izan durmiendo muy pegado a mí. Yo le sonrío mientras froto mi cabeza contra su pecho, aún estamos en la cama y no quiero levantarme de aquí por nada –Buenos días. –murmuro levantando la cabeza para besar su mejilla y frente, él sólo abre un poco sus ojos, no responde –¿Por qué no dices nada? Te estoy hablando. –insisto sacudiéndolo del cuello de su camiseta hasta que recuerdo que está sumido en ese extraño transe. De inmediato me disculpo y le doy unos cortos besos en su rostro.
–Bien, a desayunar. –digo yendo hasta el borde de la cama y me coloco mis pantuflas, giro mi cuerpo hacia Izan y él no se a movido de su lugar. Entonces me acerco para tomarlo de los brazos y llevarlo hasta el borde de la cama. Consigo que se siente y también que se ponga de pie para ir a la cocina, Izan da pasos lentos como si fuera una especie de zombi mientras que su mirada está fija en algún punto en el horizonte.
–Camina, así. –digo teniendo su mano para guiarlo hasta que llegamos a la cocina del departamento, yo lo dejo sentado junto a la mesada mientras que preparo el desayuno para ambos. Cereales, un poco de fruta y café. Justo como le gusta a Izan, además no le coloqué tanta azúcar al suyo.
Cuando ya tengo todo coloco el desayuno frente a él y yo me siento a su lado mientras doy los primeros bocados.–Come Izan. –murmuro con la boca llena pero él no se mueve, si no come se enfermará –A ver, abre la boca. –le indico mientras acerco la cuchara con un poco de cereal en ella, toco sus labios con el metal y entonces su boca se abre para permitirme darle el alimento. Yo lo felicito mientras continúo dándole de comer mientras que también desayuno junto con Izan, es como darle de comer a un bebé.
9:25, en la sala:
Mmm, estoy pensando muy seriamente y quiero hacer que Izan regrese. No puedo ocuparme de él por el resto de la vida, debo darle de comer, vestirlo, bañarlo y llevarlo al sanitario a que haga sus necesidades.
Se supone que él es mi pareja no un bebé o un vegetal que no puede moverse por sí solo.–Izan, voy a hacer que reacciones. Regresarás conmigo de nuevo. –le prometo mirando a mi novio, su mirada continúa perdida –¿Cómo debería comenzar? –me pregunto, entonces tengo una idea y busco hielo en la cocina. Yo acuesto a Izan sobre el sillón y dejo unos cubitos de hielo sobre su frente, también levanto su camiseta para dejar más cubitos en su abdomen.
Izan no reacciona y seco el agua que quedó sobre su cuerpo –El hielo no funciona. –digo haciendo una nota mental –Ahora fuego. –paso a lo siguiente y sontengo la llama de un encendedor bajo su dedo índice, como tampoco reacciona así, aparto el encendedor y beso su dedo para asegurarme que no le hice daño. En eso tengo una idea y tomo su dedo con mis labios para comenzar a succionar.
Me separo lentamente para tomar su rostro entre mis manos y mirarlo a los ojos –Esto te despertará. –murmuro besando sus labios con fuerza. Pero Izan no corresponde como debería, sólo se deja besar. Decido pasar al plan B y lo levanto. Dejándolo sentado en el sillón mientras que yo me desvisto frente a él.
–Izan, ¿Quieres tomarme? –hablo bajando un poco mis pantalones –Puedes hacerlo de las formas que quieras. –murmuro sonriendo de lado pero él no me responde y continúa con esa estúpida mirada en la nada. ¡Se atrevió a rechazarme a mí! Bien, ahora el plan C. Me ubico entre sus piernas y abro el cierre de sus pantalones, así libero su hombría y comienzo a darle atención con mi boca. 20 minutos después y nada. Quiero golpearlo por ser tan idiota. ¡¿Cómo no puede exitarse con esto?!
–¡Te odio! –exclamo dándole un golpe de puño en su mejilla izquierda. Un segundo después me doy cuenta de lo que acabo de hacer mientras observo su mejilla muy roja e inflamada –Lo siento, no quise... –me disculpo una y otra vez mientras coloco un poco de hielo en la zona lastimada. Ahora sé que tampoco reacciona al dolor.
Yo miro a Izan mientras seco su rostro y coloco un poco de crema para el golpe –Perdona, sólo quería que respondas de algún modo. –susurro soltando un largo suspiro, dejo la crema y el hielo de lado mientras me acurruco junto a él. Tener la marca en estos momentos es muy molesto, te cambia un poco y dependes mucho más de tu pareja. Al menos cuando Izan la tenía no era tan dependiente de mí, odio no ser así de fuerte como él.
En ese momento alguien toca la puerta seguido por una molesta voz –¡Izan! ¿Estás ahí? Algo le pasó a papá. –es Eric y golpea la puerta con fuerza. La hará pedazos.
–Es tu molesto hermano Izy. –digo al recordar como lo llama Eric, entonces camino hacia entrada y dejo pasar al joven alfa.
–Izan papá no responde, parece estar dormido o algo y mamá está muy preocupada. –habla rápidamente sin siquiera saludarme, él toma los hombros de su hermano mayor y se sorprende al ver su mirada perdida –¿Qué le sucedió? Está igual que papá. –al fin se digna a hablarme.
Yo permanezco con los brazos cruzados y luego camino hacia Izan, olvidé que dejé su cierre abajo. Entonces lo levanto disimuladamente –Todos los betas puros están en este estado. –hablo mientras acaricio el cabello castaño de Izan, es casi rubio –Se debe al eclipse de ayer, no sé cuando volverán a la normalidad y sólo cuido de Izan hasta que regrese. –agrego haciendo una mueca porque siento la gran ansiedad que Eric desprende en su aroma.
–Esto es terrible, al menos mamá está bien. –habla mirando a su hermano mayor con una gran pena. Hasta siento un poco de lastima.
–Yo cuido de Izan, así que no se preocupen. Sólo deberías ayudar a tu madre. –le aconsejo teniendo la mano de mi novio entre las mías. En eso siento como Izan toma mi mano con un poco más de fuerza, acaba de tomarme por su cuenta. Esto es un avance.
–Tienes razón, cuida mucho de él ¿Si? –habla mientras camina hacia la puerta –Llama si necesitas algo. –asiento en respuesta y Eric sale del departamento dejándonos solos de nuevo.
Mi vista se dirige a nuestras manos juntas y luego miro a Izan a los ojos –¿Puedes escucharme? ¿Estás ahí? –pregunto teniendo muchas esperanzas de que responda con un si o un beso. Pero nada de eso sucede, él sólo permanece con la cabeza agachada –Izan, por favor, yo lo intento pero... esto es muy frustrante. Necesito escuchar tu voz, ver tus ojos brillar de nuevo y ¡Que te exites de algún modo! –hablo teniendo un gran vacío en mi interior, tampoco puedo sentir el lazo y eso no me gusta. No puedo sentir a Izan –Al menos haz algo, te necesito. –susurro apretando mis puños por la rabia, hasta que siento a Izan inclinarse hacia mí, su cabeza se apoya contra mi hombro y lame la marca de mi cuello un par de veces. Luego se detiene y vuelve a estar en el mismo estado que antes. Pero eso fue suficiente para mí, era lo que necesitaba para sentirme mejor.
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Un Lazo Diferente (Omegaverse)
Hombres LoboEl lazo arruina la amistad de dos mejores amigos.