22:40, en el departamento:
–Por la Luna... nadie nos había dicho que grabaríamos hasta ahora. –bufo dando unos torpes pasos dentro de mi departamento. Noah está detrás de mí y se desploma sobre la alfombra.–Auch. –murmura, ni siquiera tiene fuerzas para quejarse del dolor. Yo me arrodillo a su lado, dándole la espalda, para que suba. Así lo hace y lo llevo a la cama mientras arrastra sus pies.
–Si seguían con esos estúpidos juegos juro que iba a matar a ese conductor. –digo serio pero Noah pasa su brazo por mis hombros y me atrae hacia él.
–Cállate. –susurra apoyando su mentón sobre mi cabeza, en pocos minutos él ya se encuentra profundamente dormido a mi lado. Yo rodo los ojos y me acomodo mejor para descansar también.
7:00, al despertar:
Mi celular suena y apenas lo alcanzo ya que Noah está aferrado a mí mientras duerme, sus piernas están enredadas con las mías y sus brazos sujetan mi torso –Diga. –hablo contestando la llamada, es Nick.–Izan, hola. Perdón por despertarte pero el director del programa llamó diciendo que no tienen tanto éxito como pensaba y dijo que harían unos cambios. –habla del otro lado mientras yo me esfuerzo por mantener los ojos abiertos.
–Oh, bien. No importa. –contesto y corto la llamada dejándolo hablar solo. Tengo sueño.
–Izan... –Noah frota su cabeza contra mi pecho –¿Con quién hablabas? –pregunta sin abrir los ojos. Eso sonó como una declaración de celos.
–Era Nick, no sé lo que quería. –digo acomodándome a su lado y escondo mi rostro en su cuello.
–Tengo hambre. –murmura sacudiéndome un poco –Haz el desayuno. –me pide pero yo suelto un suspiro.
–Hazlo tú, eres el activo ahora, yo tengo sueño. –respondo y es cuando siento sus manos bajar de mis caderas hacia muy al sur. Antes de que pueda llegar más lejos golpeo su rostro con mi palma suavemente.
–Sólo bromeaba, iré a hacer el desayuno. –rie nervioso dejando unos besos en mi hombro descubierto porque ambos dormimos sólo en boxers.
–Si, claro. Quiero mi café no tan dulce. –digo dándole la espalda y me cubro con todas las sábanas.
Unos minutos después:
–¿Mmm? –me despierto nuevamente al sentir algo muy caliente sobre mi regazo, ¿Será que Noah anda necesitado de nuevo?
Yo me siento en la cama paro no es él, sino que Gala duerme tranquilamente sobre mí –¡Volviste! –digo lloriqueando y la tomo entre mis brazos. Creí que jamás la volvería a ver.–Miau, miau. –contesta con cortos maullidos mientras se frota contra mi mano, extrañé mucho acariciarla. Además ella comienza a ronronear, también me extrañó.
–¿Izan, por qué gritas? –Noah entra a la habitación preocupado pero al ver a Gala en mis brazos se pone agresivo con el pequeño animal –¿Un gato? ¿Por qué tienes eso entre los brazos? –me pregunta serio y con gruñidos bajos. Yo sostengo con firmeza a Gala mientras le digo no que hay nada de qué preocuparse.
–Mientras tú no estabas, ella y otros cientos de gatos cuidaron de mí, Noah. Eran lo único que tenía. –contesto acariciando las orejitas de esa bola de pelos.
–Pero ahora estoy yo. Debes llevarla a control de animales. –dice tomando su celular y marca el número. No, no dejaré que se la lleven de nuevo.
–Noah. –yo tomo el celular con una mano mientras que con la otra sostengo a Gala contra mi pecho –Sabes lo que les pasa a los gatitos ahí. No quiero que se lleven a Gala, por favor. –digo mirando sus ojos y lentamente él aparta el celular de su oreja y cancela la llamada.
ESTÁS LEYENDO
Un Lazo Diferente (Omegaverse)
Hombres LoboEl lazo arruina la amistad de dos mejores amigos.