Prólogo

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Continuos y rápidos pasos... mezclados con el constante jadeo del agotamiento de aquella chica que los causaban resonaban en el sector, mientras que el suelo árido y sin vida de aquel callejón resaltaba por sus propias características, a la par que aquella chica se negaba a detenerse, teniendo entre sus brazos una pequeña bolsa de tela harapienta con un objeto en su interior.

Varias explosiones se escuchaban, a la par que los rugidos, sonidos tan penetrantes y petrificantes, emergían con una furia y horror tal que solo podrían pertenecer a criaturas cuyas formas únicamente existirían en las más recónditas pesadillas.

Pero ella no se detenía...

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El sudor recorriendo por frente y sus mejillas solo simbolizaban el miedo que naturalmente se apoderaba por completo de su cuerpo, mientras que las lágrimas ante el horror de aquellos rugidos y explosiones que cada vez se acercaban hacia su posición solo hacían que sus piernas se movieran cada vez con más fuerza a pesar del cansancio de ya haberlo hecho por varios kilómetros.

Apenas se atrevía a girar su rostro levemente hacia atrás, a la par que, ya fuesen enormes llamaradas de fuego, o gigantescas olas, estas aparecían y chocaban en un caos y poder tal, que solo el grito atemorizado de aquella chica era la única respuesta, logrando esquivarlos apenas entre todos los caminos o rendijas que alcanzaba a tomar antes de ser alcanzada por los antes mencionados intentos de ataque .

Los rugidos cada vez se hacían más fuertes... su miedo se transformaba en pena mezclada con impotencia, a lo que solo pudo ver cómo toda la esperanza habida y por haber en su pequeño corazón se veía completamente destrozada en el momento en el que recibe, apenas y por propio error de sus perseguidores, un ataque como si de un simple arañazo se tratase en plena base de su espalda, siendo apenas un roce...

Pero causando que el cuerpo de la misma saliera expulsado hacia una pared aledaña, trisándola levemente luego de chocar con la misma, a la par que la respiración de aquella chica apenas y podía mantenerse ante tales tratos, completamente perdida y malherida luego de recibir aquel pequeño arañazo dado por aquellos que la perseguían...

Solo pudo levantar apenas su mirada una vez que daba por hecho la pronta muerte o posible tortura que le esperaba ante aquel deseo de esperanza que en esos momentos se había extinguido por completo.

Ya nada le importaba... su vida se había perdido en el instante en el que recibió aquel ataque, nada podía aumentar su miedo o pena en el momento en el que cayó... ni siquiera los rugidos o las explosiones que de igual manera ocurrían a su alrededor...

Cómo tampoco la imponente aparición de su atacante a pocos metros de la misma, mientras que sus características físicas, lejos de ser humanas, resaltaban por la inconmensurable cantidad de aura, dignas de la tercera fase del estado aural, que en su piel descascarada y densa se hallaba...

Solamente para causar un nuevo y poderoso estruendo luego de lanzar sin piedad su ataque hacia aquella mujer...

Mientras que, desde los cielos...

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El pueblo de Hotaru, completamente en ruinas, resaltaba...


Opening del libro

Pd: más publicidad a naruto no le puedo hacer >:v 

Eterna Voluntad: Los nuevos portadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora