El poder que yace en el interior

76 8 24
                                    

Ambas miradas, denotando su objetivo y determinación, finalmente se conectan.

.

.

.

No pasaron muchos segundos. Los ojos de Masuyo únicamente demostraban desprecio mezclado con una clara superioridad hacia el propio Kurogane que había entrado al lugar.

—"No vales ni siquiera mi tiempo... vete de aquí antes de que te arrepientas" —Fue lo único que dijo el pokémon, sin embargo, conforme este volvía a girarse de manera ahora más despreocupada hacia Sayuri, ni siquiera se inmutó luego de que el propio Takeshi comenzó a abalanzarse hacia este con mirada enfurecida y decidido a golpearlo.

.

.

.

Sin embargo... únicamente el pie de un Lucario impactando de lleno en su mejilla, fue suficiente como para sacarlo de su trayecto en el acto.

.

.

.

—"Se asegurará de dejártelo bien en claro" —Fue lo último que dijo Masuyo, antes de que Takeshi, completamente sobrellevado ante los rápidos y ágiles puñetazos que comenzó a recibir de un momento a otro, únicamente la desesperación y preocupación comenzaron a reflejarse en su rostro.

.

.

.

.

Mientras tanto, el caos se presenciaba en el sector donde Takeru seguía conteniendo y encargándose de aquel enorme grupo de pokémon que constantemente lo enfrentaban con tal de derrotarlo.

Puñetazos, ataques especiales, proyectiles de diferentes elementos eran lanzados de manera frenética, fallando o siendo bloqueados sin fallar por parte de Takeru, trayendo consigo únicamente la furia y molestia de sus enemigos.

Los pokémon de combate cuerpo a cuerpo no lograban encestar sus ataques, Takeru los leía a la perfección gracias a su elevado nivel de percepción del aura, agregado al estado aural que de vez en cuando activaba cuando la fuerza y la velocidad eran más requeridas, finiquitando únicamente con un simple, pero a la vez poderoso golpe a cada uno de los adversarios que descuidaban su guardia.

Conforme los contrincantes eran derrotados uno a uno, un corpulento Rhyperior fue el siguiente en llamar la atención de Takeru, a la par que este último únicamente alcanzó a cubrirse con ambos brazos, luego de que el enemigo terminara por golpearlo con todas sus fuerzas con ambos puños en dirección hacia su cabeza.

El suelo a los pies de Takeru llegó a trisarse varios metros a su alrededor. La fuerza bruta de aquel pokémon era de admirar, sin embargo, el propio Lucario aún permanecía de pie conforme este se cubría ante tal ataque, a la par que desde sus brazos una tenue capa de aura emergía.

"Esto es malo... es más de lo que Takeshi puede soportar" —Pensaba Takeru, antes de exaltar por completo al Rhyperior, una vez que lo termina por agarrar de sus propias manos y, con su estado aural activado, lo levanta para después dar con un largo salto, antes de finalmente lanzarlo hacia el suelo, noqueándolo en el acto, conforme de igual manera el terreno se trizaba ahora en proporciones abrumadoramente diferentes a como había ocurrido con el primer golpe de aquel Rhyperior, levantando considerables cantidades de tierra, al mismo tiempo que gran parte de los pokémon que se encontraban a su alrededor, si ya para aquel entonces no había huido, rindiéndose, se encontraban completamente impotentes ante el poder de Takeru, el cual no tardó en caer con normalidad nuevamente sobre el suelo, notando cómo una extraña calma abordaba el lugar luego de haber "despejado" un poco más aquel terreno.

Eterna Voluntad: Los nuevos portadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora