Eterna Voluntad: Los nuevos portadores

Orgullo inquebrantable

No existía necesidad para suponer las intenciones de aquella malvada mirada, el actuar de Takeru fue instintivo, más el propio pokémon no era ignorante del poder que Arceus demostraba a propósito únicamente con su mera presencia sobre este.

Una gota de sudor frío recorrió la espalda de Takeru, mientras más silencio pasaba entre este y el legendario pokémon, más el miedo dominaba sus extremidades.

—¿Qué ocurrió? —Las palabras finalmente empezaron a emerger del Lucario, a la par que el propio pokémon intentaba demostrar una actitud más preocupada y amable, alejándose de cualquier intención de demostrar hostilidad; sabía que se encontraba en desventaja.

Arceus no respondía, su seria e imponente mirada únicamente se mantenía puesta sobre el Lucario y aquellas que se encontraban ahí.

Sayuri estaba asustada... bajo su pálido rostro y agitada respiración, apenas y era capaz de ver de reojo al poderoso pokémon, mas esta sabía aquello por lo que Arceus había venido, sus bloqueos mentales no servirían para aquella que poseía naturalmente el poder de modificar el aura; sin embargo, Takeru no tardó mucho en darse cuenta...

Luego de percatarse de que el propio Arceus no tenía puesta su mirada en el Lucario.

—Arceus... no tenemos que llegar a esto, estoy seguro de que podemos arreglar lo que sea que haya pasado —El Aura de Arceus aumentaba progresivamente, un tenue temblor emergía en las piernas de Takeru a la par que su pelaje empezaba a erizarse con lentitud.

—[Ryo... ¡¿Cuánto te falta por venir?! ¡Maldita sea!] —Takeru intentaba comunicarse con Ryo, al mismo tiempo que aún sentía cómo el propio Kurogane todavía dormía.

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Sin embargo, los ojos de Takeru únicamente pudieron abrirse por completo... una vez que, como si de la muerte del propio Ryo se tratase, el Lucario se exaltara tras dejar de sentir por completo la conexión que tenía con el Kurogane, luego de que mandara aquel mensaje.

No había tiempo para explicar... el aura de Ryo no había sido la única que el Lucario dejó de sentir. El bloqueo que Arceus creo en toda la zona de aquel bosque, como si un domo invisible de aura se tratase, estaba a un nivel completamente diferente, al punto de que incluso la propia conexión entre Ryo y Takeru era capaz de silenciarse para la perspectiva del propio Lucario.

—[¿Takeru...? ¿Qué ocurre?] —Las somnolientas palabras de Ryo fueron como un balde de agua fría para el Lucario, una pequeña luz de esperanza se veía, aún sin entender cómo era posible escucharlo, para Ryo, las "tranquilas" auras de su familia era lo único que percibía; sin embargo, Takeru, tras haber perdido la ubicación del Kurogane o el lograr sentirlo de alguna manera, no dudó en responderle.

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—[E-Estamos bien, Ryo... Akira se había perdido, pero ya la encontramos, no te preocupes, sigue durmiendo] —Takeru abrió sus ojos de golpe nuevamente...

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Palabras completamente distintas a las que Takeru había dicho, fueron la única respuesta que "emergió" del mismo, a la par que el rostro del Lucario solamente pudo atemorizarse y agobiarse ante la clara esperanza que prontamente había sido arrebatada y pisoteada por aquel que incluso fue capaz de usurpar su identidad, y modificar el propio mensaje que Takeru había mandado, una vez que el dicho pasó a través del propio "Domo" de Arceus.