Una batalla perdida, ¡Nadie puede contra él!

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Un tenue y muy débil cansancio parecía emerger del mismísimo Arceus, a la par que su vista malhumorada puesta sobre Giratina fue lo único que había continuado a sus palabras.

—"Yoshiro fue capaz de despertar el poder de Samuru luego de que muriera antes de haber dejado un sucesor de su aura" —Giratina no se fue con rodeos, la actitud de Arceus era, por lo mínimo, una completamente estupefacta ante las palabras dichas por el pequeño pokémon.

—"¡Es imposible... hubiera sido capaz de sentir su aura de ser así!" —Arceus se mantenía alterado, a la par que incluso Giratina guardó silencio tras escuchar aquellas palabras dichas por su padre mediante telepatía.

—Tú... ¿No sabes lo que ocurrió? —Takeru fue el siguiente en hablar, a la par que procuraba el que la vida de Ryo no corriese riesgo, llamando además la atención del propio Arceus, el cual solo observó con extrañeza y enojo al propio Lucario.

Tras aquella revelación, pasaron pocos minutos antes de que Arceus se enterase de toda la batalla ocurrida en aquella dimensión, al igual que las razones que lo provocaron. El Dios pokémon permanecía incrédulo ante todo lo que escuchaba, a la par que la misma incógnita de no haber podido percibir aquellas colosales cantidades de aura, permanecía.

—"No tiene lógica... nunca podría ignorar esa maldita aura... tan pronto hubiera sabido de su existencia me habría encargado de suprimirla al instante" —Reconoció Arceus con la misma molestia, haciendo que Giratina únicamente respondiera con una actitud fastidiada ante tales palabras.

—"Quizás la contención que Yoshiro creó escondió su aura de ti" —Dijo Giratina como forma de encontrar una solución, a la par que Arceus permanecía en silencio tras ello, mostrando en su mirada únicamente un continuo fastidio, pasando varios segundos antes de que nuevamente se volviera a escuchar su voz.

—"Quiero que me escuchen bien; el aura de Samuru es un peligro" —Arceus finalmente volvía a dirigirse a todos —"Yoshiro está lejos de ser un contenedor adecuado para ella, lo noté en cuanto lo vi por primera vez, pero si encontraron la manera de despertar, aunque sea una pequeña parte de su aura... no saben el caos y descontrol que esta puede provocar" —Reconoció el legendario pokémon, siendo el silencio la única respuesta por parte del resto, el cual duró por unos cuantos segundos.

—"Giratina..." —Arceus no tardó nuevamente en hablar, cambiando su actitud por una más preocupada —"Fue tu ausencia en el mundo distorsión la que me trajo aquí" —Explicó el pokémon, llamando levemente la propia atención de Giratina —"Las almas de mis hijos rondan sin rumbo en el mundo distorsión, sabes que es tu tarea guiarlos" — No era difícil deducir a lo que quería llegar Arceus, a lo que no es sino el simple y pequeño portal creado por este, el que se presentó delante de Giratina luego de aquellas palabras.

—"Tú aura debería recomponerse de inmediato en tu dimensión... será mejor que no vuelvas a relacionarte con esta por unos cuantos siglos, han sido muchas las almas que has dejado divagando en la oscuridad, tienes una ardua tarea por delante" —Explicó Arceus, trayendo consigo únicamente un tenue desánimo por parte de Giratina al escuchar aquellas palabras.

Giratina permanecía inmóvil... no sabía "qué" era lo que lo mantenía así; sabía muy bien que su padre no mentía, y solo él era capaz de volver a traer un orden al caos que ahora rondaba en el mundo distorsión.

El pequeño pokémon legendario únicamente bajó un poco más su mirada, Arceus lo miraba con extrañeza, sin reconocer la propia actitud de su hijo.

—"Maldición..." —Dijo Giratina con molestia por alguna "extraña" razón, solamente para volver a comenzar a caminar de manera lenta hacia aquel portal.

Eterna Voluntad: Los nuevos portadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora