Eterna Voluntad: Los nuevos portadores

Curiosas confrontaciones

Mientras aquellos hombres iban a sus determinados objetivos en la capital, lejos de aquel lugar, a varios kilómetros para ser exactos, en el pueblo de Hotaru la normalidad y paz recorrían sus calles... a la par que, en ciertas aguas termales, una Lucario se encontraba apoyada en la orilla del estanque a la vez que tenía su vista tapada por un paño húmedo, siendo su suspiro junto con el apoyar de su nuca sobre la orilla del susodicho estanque lo suficientemente claro como para denotar el necesitado descanso luego de todas las tensiones vividas durante aquel día al pensar que su hijo se había perdido.

—Igual no es del todo malo el que Ryo se haya ido con ellos... no todos los días podemos darnos una tarde entre nosotras como esta— la voz de Harumi, con el mismo tono relajado, se hacía presente, a la par que en el estanque se encontraban de igual manera Hiyori y Hanako, mientras que Sayuri era la única que estaba afuera de dicho estanque en la orilla del mismo a pocos centímetros de la hija de Ryo, mientras que la pokémon tenía una toalla húmeda sobre su frente de igual manera, siendo limpiada con la misma por mano de Hiyori de vez en cuando.

—"Dándome un susto de muerte... y aun así..."— Haruko seguía hablando por telepatía, mientras que las demás chicas seguían en su baño.

—"Yoshiro me volvió a mentir cuando dijo que había sido su culpa el que Ryo hubiera ido con ellos..." —dijo finalmente la pokémon, exaltando al resto de las chicas que ahí se encontraban, las cuales se giraron hacia la Lucario una vez escuchado aquello.

—¿Cómo lo sabes? — preguntó extrañada Hiyori, a la vez que volvía a lavar la espalda de Sayuri a su lado, mientras que la Fennekin de igual manera observaba a Haruko.

La Lucario simplemente se sacaba la toalla de sus ojos... dejando ver la desanimada mirada de la pokémon luego de ello, mientras que esta levantaba su cabeza.

—"Mi tonto pulgoso es muy malo mintiendo..."— empezaba a decir un poco triste Haruko, a la vez que bajaba levemente la mirada —"pero... me duele el que lo siga intentando" — reconoció finalmente la razón de su tristeza la pokémon, haciendo que el resto comprendiera un poco sus motivos.

—"¿Me seguirá teniendo la misma confianza que antes...?"— preguntó en un tono muy bajo Haruko, haciendo que Harumi casi al instante se exaltase, levemente fastidiada, hacia la Lucario.

—No seas tonta, niña... conociéndolo lo más probable es que tenga una razón justificada, Yoshiro será mal mentiroso... pero eso no significa que no te tenga la confianza, lo más probable es que te esté intentando ocultar pésimamente algo, pero con buenas intenciones... ¿Una sorpresa, tal vez? — decía Harumi la cual limpiaba la espalda de Hanako, a la par que la Lopunny asentía de acuerdo a las palabras de su amiga, trayendo consigo solo el silencio por parte de la Lucario ante la propia imposibilidad de darle una respuesta a su tía y madre.

—"¡Quizás el Tío Yoshiro te quiera comprar un chocolate rico!" — dijo animada en un gruñido Sayuri, a la par que la misma movía constantemente su colita en son de la emoción que el simple regalo significaba para la Fennekin, trayendo consigo únicamente una leve carcajada por el resto incluyendo a Haruko, mientras que Hiyori le tiraba levemente de su oreja izquierda como broma, a lo que la pequeña pokémon se gira hacia la misma mientras que la hija de Ryo solo negaba varias veces su cabeza a la par que seguía lanzando tenues carcajadas en son de lo infantil e inocente que era la propia Sayuri, la cual solo infló levemente sus mejillas, no negándose a pesar de todo cuando la chica comenzó a limpiarle entre las orejas, formándose así un normal silencio luego de aquello, a la par que el resto seguían lavándose.

—¿Y... qué les gustaría hacer en la noche? — preguntó Harumi hacia las demás, solo causando la duda en las miradas de su familia, volviendo a tornarse ahora un más largo silencio después de dichas aquellas palabras ante el constante pensar.