Eterna Voluntad: Los nuevos portadores

El costo de amar

Completamente vulnerable, abandonada del resto de su familia la cual no se aún no se había percatado de la entrada de aquel personaje; Sayuri enfrenta a un nuevo desconocido, mientras que la seria mirada de este último solamente irradiaba la presencia de un posible enemigo a ojos de la asustada Braixen.

Sayuri no era capaz de emitir palabra, esta solo podía empezar a temblar, conforme intentaba cubrirse con sus brazos ante la necesidad de protección.

—"Tranquila... no te haré daño, me llamo Masuyo, soy el líder y protector de este bosque" —Aquel Gallade simplemente terminó por hincarse, para después consternar levemente a Sayuri luego de que en su rostro únicamente una pequeña y amigable sonrisa se reflejara, sin embargo, esta no duró demasiado, antes de que la extrañez y preocupación fuera lo siguiente en emerger, luego de que el propio pokémon se fijara en el pelo mal cortado y dañado de las orejas de la Braixen.

—¿Quién te hizo eso? —La voz del Gallade se volvió más molesta conforme empezaba a sospechar la causa de la condición tanto emocional como física de Sayuri, pasando unos cuantos segundos de silencio, antes de que el pokémon volviera a hablar, ahora con un mayor tono de resentimiento —Fueron esos humanos con los que convives... ¿No? —Volvió a decir el pokémon, mientras que el desanimar de Sayuri, junto con el fruncir de ceño de esta, mezclado con el pronto temblar de su labio conforme las memorias del pasado en el aquel gimnasio volvían a emerger, solo podían hacer que aquel Gallade lanzara un suspiro apesadumbrado; sin embargo, una voz a sus espaldas llama la atención tanto de este como el de la propia Sayuri.

—"Masuyo, no podré ocultar su percepción por tanto tiempo, cinco minutos más y llegaré a mi límite" —De la nada, un pequeño Abra emergía levitando desde uno de los arbustos en los alrededores, únicamente para ser la respuesta del Gallade un serio asentir, antes de volver a girarse hacia Sayuri.

—"Por favor escúchame... simplemente vengo a hacerte una propuesta, pero estás a tu derecho de negarte si así no lo quieres... no creas que pienso obligarte a decidir al igual que esos humanos. Yo nunca dejaré de velar por los míos... y menos por los que aún pueden salvarse" —El Gallade únicamente comenzó a volver a hablarle a la Braixen, a la par que Sayuri lentamente empezaba a extrañarse ante las palabras del pokémon, sin tenerle el mismo miedo que sentía hace unos minutos atrás.

Mientras tanto, en unos cientos de metros alejados de aquel lugar, un angustiado Takeshi caminaba bajo la oscuridad de aquel bosque, alumbrándose con una linterna conforme al mismo tiempo dilucidaba en la lejanía el aura de Sayuri, gracias a la propia percepción momentánea dada por su padre y tío, extrañándose cada vez más conforme nunca llegaba a su "objetivo".

El hombre solamente se llevaba la mano al cuello de su chaqueta, a la par que el frío de la noche rápidamente comenzaba a marcar presencia, solamente para preocupar más a Takeshi conforme el miedo de no alcanzar aún a Sayuri hacía que apresurara su paso.

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Pasados finalmente unos cuantos minutos... el rostro de Sayuri únicamente terminó por demostrar estupefacción, mientras que aquel Gallade permanecía serio y ahora un tanto más desanimado conforme observaba la reacción de la Braixen tras finalmente haber escuchado su "propuesta".

—"¿Cómo podría siquiera aceptar algo así?... E-Eres realmente alguien muy malo" —Empezaba a decir en un tenue y asustado gruñido, Sayuri, conforme el propio Gallade simplemente terminó por lanzar un simple bufido, antes de volver a levantarse, no sin antes volver a asustar a Sayuri tras pensar esta que nuevamente le haría daño.

—Estoy seguro... no es necesario que te obligue, un día volverás aquí, dispuesta a aceptarlo por tu propia cuenta, y cuando ese día llegue, espero sepas que no te recriminaré ni te tendré rencor por lo que decidiste el día de hoy, simplemente di mi nombre... y aquí estaré —Dijo sin más el Gallade, antes de volver a girarse hacia el Abra, el cual, casi de manera coordinada, finalmente asiente para después marcharse rápidamente del lugar junto con Masuyo.