Llama extinguida

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Un impacto directo... pareció repetirse una y otra vez bajo la perspectiva de Arceus.

La punta del pie de Ryo deformando por completo su mejilla, sus ojos entrecerrados exaltados fueron lo de menos, memorias de antaño florecían, de una forma reducida suya recibiendo por primera vez un puñetazo en su rostro por parte de Juro...

Ryo se había convertido en el segundo humano que había sido capaz de hacerlo.

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El trato no fue especial en lo absoluto... Ryo no se contendría, menos contra aquel oponente, considerando también lo que se había atrevido a hacerle a su hija y amigo.

El enorme cuerpo de Arceus salió disparado. Ni siquiera este logró prevenir el resultado de aquella fuerza la cual, si bien era inferior en cantidades de aura, no impedía el que las consecuencias de aquel ataque fueran enormes una vez que este diera en su objetivo.

Los árboles y rocas que alcanzaron a chocar con su cuerpo se destruían a su paso, no había que sobreestimar la dureza de la piel de aquel legendario pokémon. Era un golpe que fácilmente podía sacar a cualquier oponente a varios kilómetros de distancia; con Arceus no fueron más que unos cuantos metros.

La mirada de Ryo se mantenía con la misma seriedad que en antaño, una vez que volvió a caer en el suelo, la tercera fase se desactivaba.

—Tiene uno de esos condenados parásitos... lo sentí en su aura —Ryo se giraba hacia Takeru y el resto, al mismo tiempo que Sayuri y Hiyori miraban sorprendidas y aún asustadas y abrumadas ante la propia acción que veían.

"Debemos tratar a Sayuri, su cuerpo no lo soportará por mucho tiempo" —Giratina, aún al lado de Ryo, fue el siguiente en hablar, a lo que Ryo solamente alza una ceja en son de la ignorancia, únicamente para girarse hacia Sayuri.

Y abrir sus ojos atónitos ante el aura que sentía emerger con poder y cierto grado de tenue violencia en su vientre.

—¡¿Voy a ser abuelo?! —Dedujo lo obvio a la par que se llevaba ambas manos a sus mejillas en son de asombro el hombre carente de seriedad para alguien de su edad, más su asombro no duró demasiado... antes de que solamente la extrañeza y duda emergiera ahora en su cabeza tras percatarse de aquel "pequeño" detalle.

—¿Es posible? —Preguntó ahora con inocencia Ryo, a la par que se giraba hacia Giratina.

—"¡¿Cómo voy a saber eso?! ¡No es momento de preguntas estúpidas, maldita sea!" —El gruñido encabronado de Giratina fue la clara respuesta ante la propia actitud del Kurogane.

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Para luego ser únicamente un nuevo hiperrayo volvió a opacar por completo a todos los que ahí se encontraban.

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Aunque bueno... lo siguiente en verse fue a Ryo el cual, sujetando a Sayuri entre sus brazos y a los demás con unos de aura, tras dar un salto, evadía con precisión a la par que con cercanía aquel poderoso ataque; al mismo tiempo que continuaba demostrando la tranquilidad pertinente en su rostro.

Aún en el aire, Ryo únicamente posó con amabilidad su mano sobre el vientre de Sayuri, más el mismo solamente pudo fruncir el ceño, antes de que este cayera nuevamente al suelo.

"Está literalmente destrozándola por dentro" —En aquel breve instante, Ryo experimentaba por primera vez el entrar en contacto con aquello que se encontraba dentro del vientre de la pokémon. Más Ryo únicamente pudo exaltarse, una vez que aquella pequeña aura rechazó y anuló por completo a la suya, en el instante en el que lo tocó con la misma.

Eterna Voluntad: Los nuevos portadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora