De regreso a la realidad

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Las nubes durante aquella mañana tras la torrentosa lluvia de la pasada noche finalmente comenzaban a despejarse por sobre el hogar Kurogane. Los fuertes rayos del sol lentamente empezaban a entrar por las ventanas de la casa. El brillo de la limpia cocina emergía, el tranquilo baño... no pasando mucho antes de que los rayos llegaran finalmente a las habitaciones. En el cuarto de Ryo y Harumi, aquellos cálidos rayos no tardaron en llegar al rostro de la mujer que aún reposaba en su cómoda cama, más ello fue lo necesario para hacer que la propia Harumi se estirara junto con un acomodado quejido, conforme finalmente se despertaba a la par que bostezaba con gusto. No pasó mucho antes de que la misma Harumi se dispusiera a levantarse, más esta apenas y se apoyó en el propio colchón, antes de que esta notara que Ryo no se encontraba a su lado, sin embargo, no pasó mucho antes de que esta viera la cabeza de su marido sobresaliendo del otro lado de la cama.

Harumi solo pudo sonreír enternecida y con una mezcla de lástima, había supuesto que Ryo no quiso molestar a Akira, más la doble respiración que se escuchaba le hicieron suponer el que la misma Zorua se había acurrucado con su abuelo...

Más solo fue necesario el que Harumi finalmente se levantara... para que sus ojos se abrieran por completo en el acto.

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Minutos antes, en la sala de la casa, un tranquilo Takeru, sentado en la mesa junto con Takeshi, Sayuri, Hiyori, Naoto y Hanako, empezaban recién a tomar su desayuno; Yoshiro aún se encontraba dormido, al igual que la Jolteon, la cual todavía reposaba con rostro agotado a un lado de la puerta. Yuki y la Eevee, Sachi, no estaban en la casa.

—Entonces... —Mientras Hiyori mandaba un mordisco a un emparedado de mantequilla, únicamente se giraba hacia Takeru conforme este último se mantenía de ojos cerrados a la par que disfrutaba su propio desayuno —¿Por qué querías que trajera estas cosas de mi pieza? —Preguntó la chica extrañada, a la par que alzaba un papel blanco con un plumón rojo, al mismo tiempo que el resto de la familia solo podían girarse de igual manera hacia el Lucario con el propio extrañado rostro, a la vez que estos también tenían dichos materiales a su disposición.

—Tú solo espera y estén listos para poner una nota, es parte de su entrenamiento el dar los mejores ataques, hay que evaluarla —Dijo sin mayor explicación, Takeru, solamente para extrañar aún más a los propios espectadores.

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Más estos solo pudieron abrumarse... en el momento en el que se escucha a Harumi lanzando un asustado grito desde su habitación.

—Tranquilos, no pasa nada, solo se asustó un poco —Tan pronto Hiyori y Takeshi empezaron a dar señales de levantarse, la voz de Takeru los volvió a dejar sentados, más la preocupación no desapareció del rostro de los hermanos, así como también del resto.

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Pero solo para ser el asombro lo siguiente en esbozarse en sus caras una vez que, abriendo abruptamente la puerta de la habitación, el cuerpo de una Zoroark de azulada cabellera saliera rodando de la misma, siendo tal el estruendo que incluso la Jolteon dio un fuerte brinco ante el pertinente susto.

—¡Tiene que ser una broma! —Hiyori, con la estupefacción mezclada con una sonrisa en su rostro, solo pudo reaccionar de la manera más obvia posible al ver el aura de aquella chica, a la par que la misma ignoró por completo la petición de su tío, para después correr de inmediato hacia la pokémon. Takeshi solo podía mantenerse congelado de pie, al igual que Sayuri, mientras que Takeru y Naoto seguían estando sentados, este último igual con asombro en su rostro de todas maneras.

Eterna Voluntad: Los nuevos portadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora