Maldición inquebrantable

70 9 15
                                    

El sonido del rápido respirar de aquel Zorua, durante aquella nublada mañana de invierno, era lo único que era capaz de sentir conforme sus ojos azules inyectados en sangre se encontraban completamente abiertos hacia la moribunda Zoroark que se encontraba a pocos pasos del mismo...

.

.

Y no había que recalcar la similitud de las facciones de dicho Zorua... con las del Riolu que ahora observaba a su padre a lo lejos.

.

.

Ahora te haces una pequeña idea... Ryo —Takeru, con su fría mirada puesta ahora sobre el atónito y congelado Riolu, este le dirigía la palabra, a la par que el propio pequeño pokémon apenas y podía dejar escapar una pequeña lágrima desde uno de sus ojos.

Patético... —Reconoció nuevamente el Lucario, antes de tomar nuevamente las empuñaduras de las espadas...

Y patear el cuerpo de Yoshiro para dejarlo justo a unos cuantos centímetros de Ryo y Haruko.

Ten... míralo de cerca —lanzó una tenue carcajada Takeru conforme notaba el propio trauma reflejado en el rostro de aquel Riolu... como si disfrutara el sentirse identificado con aquel pequeño pokémon.

Pero solo para exaltarse levemente... una vez que, mediante su percepción del aura, notaba como Ryo observaba a su padre de pie delante de si, mientras que, como forma de representar aquella esperanza que Takeru se había enfocado tanto en destruir...

El propio Zoroark abrazaba y consolaba a su hijo con todas sus fuerzas.

.

.

.

.

Siendo aquello... la última ilusión que Yoshiro pudo hacer hacia Ryo, antes de morir.

.

.

.

.

Su aura era ridículamente escaza para aquel momento... apenas y una breve ilusión fue la que pudo crear una vez que sus maltrechos ojos se enfocaran sobre los de su hijo antes de que Takeru atravesara su cráneo con la espada de Yome.

No quería el mismo dolor para Ryo... sin embargo, al no poder detener lo inevitable, solo pudo dejar viva la última esperanza hallada dentro de sí, en su hijo.

Haruko no pudo recibir dicha ilusión... la fuerza de Yoshiro no alcanzaba para esos niveles, tomando la costosa decisión de "salvar" de aquel dolor a su hijo en vez de a la propia Lucario, a lo que esta únicamente pudo caer de rodillas sobre el suelo al lado del propio Zoroark.

Mientras que Ryo caía dormido sobre el suelo una vez que, por la propia y última voluntad del Zoroark, gracias a la ilusión antes dicha, evitara de igual manera el que observara aquella horrida escena.

Dejando como resultado únicamente la furia e ira en el rostro de aquel Lucario que observaba de manera hastiada aquella viva esperanza existente dentro del pequeño e inconsciente Riolu.

.

.

Takeru solo se alimentaba de los recuerdos más oscuros de su pasado... recordaba nombres y parentescos, pero cualquier conexión emocional que el propio Lucario poseía con aquella familia, se habían borrado completamente junto con los recuerdos que mayor felicidad traían hacia el propio pokémon...

Eterna Voluntad: Los nuevos portadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora