O6. Agrado

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Ignoré a Fred y caminé de vuelta a mi salón de clases. Todo era aburrido... Comencé a jugar con mi lapicero moviéndolo entre mis dos dedos.

Pareciera que fuera de goma, y estuviera doblándose, ¡era magia!

Sentí que alguien me observaba, volteé a mi lado izquierdo y a dos asientos más logre ver a un rubio de ojos grisáceos verme con una sonrisa como si hubiese visto lo infantil que estaba siendo en ese momento. Le devolví la sonrisa algo apenada y me volteé de nuevo con una expresión en el rostro de:

-—Trágame tierra...

¿Qué estabas viéndole a ese chico? —dijo el pequeño parásito dentro de mi cabeza.

—Nada... Sólo sentí vergüenza.

—¿A quién le hablas, _____? —preguntó Marionette frunciendo el ceño confundida.

—¿Yo? A nadie... —dije y ella achino sus ojos asintiendo concentrándose en otras cosas. Solté un suspiró y cerré mis ojos tratando de calmar mis ansias de salir de aquí lo más pronto posible. Pasaron varios minutos después. Salté de felicidad al escuchar el timbré, éste sólo era un receso para desayunar así que tendría que aprovecharlo.

—¡Caminemos juntas a la cafetería! —gritó Puppet, me tomó del hombro sin siquiera avisarme y me dirigió junto con Marionette a la cafetería. Nos sentamos en una mesa circular. Ellas insistieron en que me traerían el desayuno ya que era mi primer día.

Al parecer te está yendo genial... por el momento al menos rió Fred.

—Deja de hablarme... No puedo responderte o todos dirán que estoy loca o le hablo a la nada —me quejé.

Siendo sinceros. Estas loca y si la nada soy yo... Pues déjame decirte que la nada es bastante sexy.

—La nada es mejor compañera que tú... —susurré, cerré los ojos ya que un leve dolor de cabeza me afectó por un instante.

—¿Puedo sentarme aquí? —escuché una voz masculina delante de mí. Abrí mis ojos de golpe encontradome con el rubio de hace rato. Asentí sin siquiera pensarlo o recalcarmelo de nuevo.

¡¿Pero qué te pasa, por qué no dijiste no?! ignoré a Fred, comencé a fijarme más en el chico y lo que tenía en la bandeja de comida.

En su bandeja pude ver que tenía un vaso de agua potable, unas cuantas galletas integrales y cereales en un plato.

—Eso no se ve tan rico... —susurré para mí misma.

—No lo es —dijo el chico sonriendo. Me sorprendí ante la respuesta, pensé que no me había escuchado.

—¿Entonces por qué lo comes? —me atreví a preguntar.

—Es parte de una supuesta dieta que me obligan a tomar —rodó sus ojos y le dio un sorbo a su vaso de agua.

La verdad no creía que necesitara una dieta, se veía bastante bien físicamente...

Marionette, Puppet y el chico con cabello castaño que había visto en clase... Llamado Freddy si es que no me equivocaba. venían hacia nosotros.

Mi Chico {Fred & Tú}  #O1 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora