Mi Chico {Fred & Tú} #O1 ✔️

18. Sombra

Al abrir los ojos debido a la poca luz que entraba por mi ventaba, volteé a mi lado viendo el reloj el cual estaba dando las 06:15 a.m

Di un brinco sobre la cama al recordar que hoy era lunes.

Joder.

Estaba pensando considerablemente el hecho de tirarme por la ventana, pero no sería posible. Soy demasiado cobarde.

Estaba a punto de levantarme,  me detuve al sentir el frío piso en mis píes descalzos. Me recordó a Fred, anoche me quede dormida junto a él... Lo recuerdo bien. Sus brazos fríos, enrollarme en ellos contra su pecho mientras lloraba... Mientras lloraba patéticamente y le suplicaba el nunca dejarme. ¿Pero qué me pasa? Yo nunca... Bueno, nunca en mis cinco sentidos diría algo así. Supongo que llorar y estar sensible es para mí como estar ebria... Hago locuras.

Bajé ya vestida hasta el comedor encontrando a Alfie haciendo el desayuno como de costumbre. Tenía una sonrisa en su rostro, algo completamente extraño viniendo de él.

—¿Y a ti qué te pasa? —pregunté sonriendo.

—Nada, ¿por qué?

—Eso de que sonrías... es raro, sólo digo — contesté encogiéndome de hombros mientras tomaba un pan tostado. 

—¿Eso te parece raro?

—Absolutamente.

—Bueno, tú eres rara —dijo riendo.

—Sí, sí... Ya lo sabía —contesté restándole importancia—. Bueno, nos vemos más tarde, tango que llegar a la escuela.

—Suerte, y necesito que regreses temprano —pidió.

—¿Y eso por qué?

—Nahel vendrá, necesitamos arreglar lo antes posible el día del juicio... Ya sabes, en donde por fin trataremos de sacarlo de nuestras vidas. Ya tengo un buen abogado.

—No... no quiero estar aquí —contesté helada, definitivamente el miedo que sentía al escuchar su nombre era uno de los peores que sentiría en mi vida.

—Lamento eso, pero ésta vez tienes que estar aquí. No puedo hacer ninguna excepción hoy. Prometo que estaré siempre contigo, él no podrá hacerte nada, pequeña.

Miraba sus ojos profundos con miedo, él se veía tan convincente... sabía que hablaba en serio con protegerme. Asentí con miedo y manos temblorosas. Él sonrió acercándose a mí y plantando un dulce beso en mi frente. Eso me devolvió la calma en segundos...

—Me enorgullece el que trates de ser fuerte con esto. 

—No es fácil, pero tengo que... ¿no?

—Sólo un tiempo, todo va a estar bien. Ya veras —aseguró sonriéndome con ternura.

Mientras salía de casa y caminaba hasta el instituto, sentía una sensación que hace mucho no sentía; la de que nadie me seguía. Lo sentía ya que alguien no estaba detrás de mí siguiéndome a paso lento. Desde que llegó Fred, esa sensación siempre me acompañaba a donde sea que iba, se volvió tanta costumbre que ya hasta sentía extraño el sentir que ya nadie me seguía. 

Al entrar al salón de clases me encuentro de nuevo con todos mis compañeros, esos locos con pelo teñido y personalidades extrañas. Definitivamente era un bicho raro al lado de todos.

O mejor dicho, un bicho normal.

—Hola, ______, un fin de semana sin vernos y ya tienes ojeras. ¿Estuviste desvelándote y no me invitaste? —preguntó ofendida Marionette, reí ante su comentario mientras me sentaba a su lado en el pupitre compartido que nos toco a ambas.