O9. Shadow

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—No deberías estar aquí —le respondí serio.

—Al igual que tú —rió—. Bueno, pero hay tres brazaletes Shadow, ¿qué esperabas? ¿ser el único que podía venir a curiosear?

—No, pero el hombre que me lo dio tenía ambos. Pensé que no se lo daría a un idiota como tú —dije, me senté en el sofá con mis codos en las rodillas, él pareciera estar jugando con la mirada que tenía en el rostro. Estaba recargado en la pared mirándome sonriente, sus ojos eran iguales a los míos en el aspecto físico pero su mirada era completamente distinta.

—¿Yo? ¿Un idiota? —preguntó haciéndose el ofendido— Pues no creo ser el único en ésta habitación Fred, vi como tratabas a aquélla chica. Muy linda por cierto —dijo soltando una leve risa.

—Lo que haga o no definitivamente no te incumbe.

—Claro que sí, todos te conocen por ser un hijo de puta con todos, a esa chica muy apenas y le tocarías un pelo.

—¿Cómo estás tan seguro de eso? —contesté entrecerando mis ojos.

—Porque lo vi, la tratas bastante bien. ¿Me lo vas a negar? Porque si eso vas a hacer quiero que vayas en este momento a hacerle algo. Lo que tu quieras... sólo hazle daño —dijo entre dientes. Lo miraba serio mientras él esperaba a que le contestará. Pero no lo hice.

—¿No? Eso pensé. Ahora eres un cobarde, ¿qué fue lo que te hizo esa humana?

—No hizo nada y no me llames cobarde... Siempre me tuviste celos, soy mejor que tú y que todos lo demás en aquél estúpido mundo al igual que en éste y eso siempre te hervía la sangre por más que me lo niegues.

—De ti nunca sentí celos Fred, pero ahora que vi lo que eres mucho menos llegaré a tenerlos algún día. Ni siquiera deberías regresar.

—Yo decidiré cuándo volver y cuando no, déjame en paz y lárgate.

—No te lo dejare fácil —dijo riendo.

—Sabes, da igual, me debe valer una mierda lo que hagas con tu existencia, y por cierto, me encontré con el estúpido de tu doble aquí, Gold.

—¿Y? Estos humanos son tan idiotas que no me sorprendería que el mío sea así, pero admitelo, soy más sexy que él y aún así aquí debo estar bastante bien —dijo guiñando un ojo. Rodé los míos volviendo a recostarme con ambos brazos detrás de mi nuca.

—Todos los Shadow tenían razón... Tu doble es lo contrario a ti —susurré—. Golden y tú no se parecen mentalmente.

—¿Golden? Así se llama... —dijo— pero que nombre tan más copiado del mío. Apuesto a que tu doble debe ser peor —contestó riendo.

—Digamos que sí, pero sólo es por su personalidad.

—Mmm... me dio curiosidad, quiero saber cómo luzco aquí, qué tan patética debe ser su personalidad

—De acuerdo, te enseñaré después Gold.

Tn

Desperté temprano para asistir a la escuela, mi propósito del día era no pisar la casa por lo menos hasta mañana así que llame a Joy preguntándole sí podría quedarme en la suya ésta noche. Al final ella me dijo que sí y terminó invitando a casi medio grupo a una pijamada.

—¿Entonces te quedarás con ella? —preguntó Alfie.

—Sí, vendrán más compañeros pero cualquier cosa es mejor que estar aquí mientras el idiota de Nahel acecha por aquí

—Tienes razón, pero si él en verdad quiere hablar de dinero tendremos que arreglar varios asuntos y eso significa que se verán seguido aunque tú no lo quieras —hice una mueca asintiendo. Me despedí de él y salí con mi mochila en el hombro izquierdo. Caminaba entre la niebla como de costumbre, me guiaba por la carretera que era la que se dirigía al pueblo y de ahí a dos cuadras se encontraba el instituto.

Era pan comido.

Mientras caminaba sentía a alguien seguirme, solté un suspiro y rodé mis ojos al saber de quien se trataba.

—Vamos Fred, sé que eres tú —dije en voz alta.

Escuché una risa que jamás había escuchado, rápidamente el miedo me hizo quedar paralizada. Sentí dos manos frías en mis hombros y aquélla respiración en mi cuello. Estaba ahí, a mi lado pero tenía miedo de voltear. Mi pecho subía y bajaba hasta que junte la poca valentía que tenía y volteé.

—¡Booh! —gritó sonriente.

Di un pequeño salto y me aleje unos cuantos pasos atrás sin despegar mi mirada de la suya. Era como una copia de Golden pero su cabello tenía menos de ese color rubio, sus ojos, palidez y frialdad en el cuerpo eran idénticos a los de Fred. Su camisa era negra y estaba algo desalineada con los primeros botones abiertos, tenía un chaleco dorado y me llamó bastante la atención como unas líneas negras resaltaban desde sus ojos hasta su mandíbula.

Se acercó a mí con ambas de sus manos dentro de los bolsillos del pantalón, tenía una sonrisa sarcástica y sus ojos estaban clavados en los míos.

—Qué mal sentido del humor tienes, pensé que los humanos eran más divertidos —dijo divertido, fruncí el ceño confundida recorriéndolo una y otra vez con la mirada.

—¿Q-qué eres tú? —pregunté asustada, él rodó sus ojos alzando una de sus cejas.

—También pensé que eran más inteligentes —se acercó más a mí quedando a pocos centímetros de mi cuello, inhalo y exhaló lentamente—.  Hueles bien...

—Ya basta Gold, a ella déjala en paz

Al escuchar esa voz sentí un alivio enorme, Fred estaba detrás del chico, Gold... así lo llamo.

Gold me miró fijamente y sonrió mostrando su blanca dentadura, tenía dos colmillos enormes, se alejó de mí viendo a Fred en forma de puchero.

—Yo sólo quería divertirme un rato, ya sabes, estaba aburrido —bufó.

Ellos pareciera como si estuvieran en un juego de miradas, yo los veía completamente confundida, mis piernas aún temblaban un poco pero comencé a enojarme un poco, ¿Qué mierda estaba pasando aquí?

—Fred, ¿quién es él? ¿Y qué está pasando? —me atreví a hablar, Fred soltó un suspiro mientras Gold sólo reía por lo bajo ante su expresión.

—Mira, ______, él es Gold, el Shadow de Golden. Creo que antes eso ya lo habías notado —dijo—. Llegó ayer a la media noche. Como yo lo hice.

—Pensé que sólo había un brazalete... ¿Por qué nunca me dijiste que habían más? —pregunté molesta— ¿Acaso hay millones de esos? ¿Más Shadow's vendrán a mi casa a media noche? —dije irónica.

—Ésta chica te maneja a su antojo, ahora ya sé porque haz cambiado tanto —soltó Gold.

—¿De qué está hablando? —le pregunté, él miro a Fred y éste pareciera querer matarlo con la mirada. Gold rió y me miro de vuelta.

—Éste idiota ya no es el mismo desde que te conoce.

Mi Chico {Fred & Tú}  #O1 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora