Mi Chico {Fred & Tú} #O1 ✔️

19. Faceta

Alfie

—¿Ella no vendrá entonces? —dijo riendo, lo mire mal mientras él soltaba un suspiró divertido echándose en el sofá, ambos de sus brazos se posaron en el respaldo de este.

—No, no lo hará. Y me alegro de eso —contesté frío sentándome frente a él —. Contigo aquí estoy seguro de que no se sentiría bien.

—Lástima, yo quería verla... —dijo haciendo un puchero, y me daba tanta rabia su forma de ser y manera de hablar sobre ella.

—No viniste aquí para pasar el rato, Nahel. Tú y yo necesitamos arreglar esto, con o sin ella aquí.

—Sí, lo sé.

—Bien, sobre los abogados, es asunto de cada uno, si aún no lo tienes y llega el día, pierdes el estúpido juicio, ¿recuerdas? Tú mismo firmaste eso en la ultima junta que tuvimos. 

—Claro que lo recuerdo. Pero mejor... hablemos de la custodia, ¿no lo consideras mejor? —preguntó divertido dejando sus codos sobre sus rodillas y encorvándose; mirándome con ojos desafiantes. 

—Deja esa idea, nunca permitiré que te la lleves. 

—Tengo más derecho que tú en hacerlo —se defendió—. Además, ya la tuviste mucho tiempo.

—Podrás ser su hermano, pero eres un enfermo. Si ella le dice todo lo que le haz hecho al juez dudo mucho el que te dejen ser su tutor legal.

—Tengo poder y dinero Alfie, no dudaría en comprarlos con tal de quitártela. El estúpido gobierno es así, sólo les importa su bienestar y que tanto dinero tienen en los bolsillos. 

—¡No puedes hacer algo así! 

—Alfie, claro que puedo —contestó sonriendo de lado—. Y lo haré.

—Hablas de ella como si fuese un objeto y aún así piensas en comprar a los jueces... es como comprarla a ella.

—Comprarla o no. Ella se irá conmigo —dijo—. Ah, y por cierto. ¿Cuándo le dirás a la pobre el sucio mentiroso que eres? Yo podre estar enfermo de la cabeza, así como dices. ¿Pero tú qué eres? —preguntó con sorna, mis manos se convirtieron en puños resistiendo el no darle una paliza. 

—Mmm... bien, un enfermo y un mentiroso —volvió a decir, se paró del sofá dirigiéndose a la puerta, lo seguí quedando a pocos metros de distancia, volteo a verme por ultima vez. Sus ojos color esmeralda provocaban el querer acabar con su brillo de diversión y satisfacción—. El dúo perfecto para destrozarla, ¿no crees? —preguntó, mis puños se apretaron más y la rabia que sentí me domino por completo haciendo que le plantara un puñetazo entre el mentón y el labio. La sangre comenzó a salir del labio recorriendo su barbilla, él soltó una pequeña risa mientras se acariciaba el área del golpe con la yema de sus dedos.

—¡Ya lárgate! —le grité con rabia— Y nunca más vuelvas a pisar ésta casa. Aunque no me molestaría que lo hicieras... tendría una razón más para deformarte la cara a golpes ésta vez.

—Y yo una más para ganarte en el juicio, pero no te preocupes Alfie. No me desquitare contigo... —contestó relamiéndo sus labios retirando un poco de la sangre que aún salía—. Nos vemos, Alfie. 

Tn

Las risas, la música alta, adornos en todas partes, bebidas, comida chatarra, adolescentes locos y sin vergüenzas, ¿era esa una fiesta sana? Nunca lo supe, nunca había estado en fiestas como esta. Recuerdo que todas eran con música clásica y lenta, en un salón enorme y elegante, solo había vino tinto o whisky, y otras bebidas caras o exóticas. La comida era limitada a cosas refinadas y con nombres extraños. La mayoría eran adultos y los menores eran más callados y obedientes que un pequeño niño en su primer día de escuela; como si te obligaran a estar ahí.