Se alejó de mí lentamente mientras me miraba a los ojos con ternura y un poco de asombro, creo que él tampoco sabía bien lo que estaba haciendo.
—Te pedí perdón antes de hacerlo.
—Sí, está bien... Tranquilo —respondí mientras que volvía a mirar hacía el frente evitando su profunda mirada. A ratos veía por el rabillo de mi ojo como me veía y volteaba al frente también.
Nuestro silenció no era incómodo. Me agradaba; nos agradaba.
—Deberías volver a casa ya... —dijo casi en forma de susurro.
—Deberíamos, me vas a acompañar, ¿no? —pregunté segura, pero Fred abrió sus ojos de par en par,seguro por la pregunta tan repentina que le hice. Ni siquiera yo me creo lo que estoy diciendo.
—Creí que te gustaría que te dejara sola... Sólo por hoy, no te quería molestar —rió sincero—. Pero si eso quieres, lo haré. Te acompaño a casa.
—Gracias.
—Después de todo estás ebria. O eso creo, puede que te topes con idiotas y te molesten, nadie más que yo puede joderte, linda. ¿Entiendes?
Se veía tentador el decir sí... Pero no, seria como perder lo poco que me queda de dignidad con él. No iba a dejar que me manejara a su antojó sólo por estar algo ebria. No sería la sumisa de nadie, ni siquiera sobria.
—Nadie puede hacerlo —respondí.
—No, sólo yo —replicó insistiendo.
—Lo que tú digas —dije poniendo mis ojos en blanco—, ¿ya nos vamos? —pregunté, él asintió sonriente como un niño mientras salíamos por el jardín saltándonos la barda del lugar. Me sentía toda una vándala en ese momento.
Pero era la manera más fácil de salir sin esquivar a tantos adolescentes ebrios. Después de todo, con Fred se veía fácil romper las reglas.
Para cuando llegamos a la casa, ya era demasiado tarde. Alfie me mataría y seguro tendría un dolor de cabeza terrible al siguiente día, la resaca... Esa la cual nunca había experimentado pero que por alguna razón tanto temía tener ahora.
—¿Qué le dirás? —cuestionó Fred intrigado.
—¿A quién? —pregunté confundida.
—A Alyi, Afii, como se llame —contestó Fred moviendo su mano restándole importancia. Reí negando con la cabeza mientras observaba la puerta principal una vez más.
—Alfie.
—Sí, ése.
—Ése se llama Alfie —contesté corrigiéndolo.
—Él... —dijo Fred arrastrando la L.
—Alfie —repetí moviendo mi mano para que continuará, pero hizo una mueca rodando sus ojos en signo de frustración y soltó un suspiró.
—Ése se llama así —contestó sonriendo falsamente—. No lo sé, no me interesa mucho.
—¿Así cómo?
—Como dijiste, ¿no?
—Eres un caso perdido. Olvídalo —le dije.
—Gracias —contestó guiñandome un ojo, lo ignore yendo a la puerta principal, y en cuanto toque, Fred ya había desaparecido y las luces de adentró se encendieron.
La puerta se abrió dejándome ver a un Alfie ojeroso y despeinado, sin mencionar la cara de asesino que me estaba poniendo en ese momento
—¿¡Por qué tardaste tanto!? —gritó.
—Lo siento, se me hizo tarde...
—¡¿Sabes la hora que es?! ¿Qué tan mal está todo esto al menos?
—Vamos, sólo... Fue esta vez —contesté esquivándolo y entrando a la casa rápidamente. Él cerró la puerta de un azotaso siguiéndome hasta el living.
—¡Sí! ¿Y cuándo haya una segunda y tercera qué? Acaso crees que no me preocupa el que estés fuera y... —se detuvo haciendo un gesto de asco y respirando lenta y profundamente, su rostro cambió de nuevo drásticamente viéndose aún más molesto y tosco.
—¡Tomaste! ¿Estás loca? Es el colmo, tarde, ebria y no quiero ni siquiera saber que más hiciste. ¿Qué te está pasando? —en su voz se escuchaba lo decepcionado que estaba. Me sentí mal al saber que lo había hecho preocuparse demás por mí. No pude regresarle el simple favor de llegar temprano a cambio de que él me haya dejado asistir a esa fiesta.
—Lo lamento, en serio. Escucha, no fue mi intención decepcionarte así, sólo... Lo hice todo sin medir nada. No estaba en mis planes llegar tarde, ebria y mucho menos que me regañaras por haberlo hecho.
—Al menos sabes que hiciste mal, lamentó tratarte así y ser tan sobreprotector, pero eres lo único que me queda, y no voy a permitir que te pase algo. ¿Entiendes? —preguntó alterado, tomó mis cachetes con cuidado viéndome directamente a los ojos esperando mi respuesta. Asentí con la cabeza pareciendo una niña regañada.
Él me sonrió de lado dándome un beso en la frente y soltando ambos de mis cachetes. Sin embargo, de veía totalmente exhausto.
—Ya vete a dormir. Mañana hablaremos sobre todo esto mejor.
—Está bien, buenas noches —contesté, le di una corta sonrisa mientras él asentía con la cabeza. Me dirigí hasta mi habitación y en cuanto lo hice me recoste haciéndome bolita. Mi cabeza iba a explotar de todas las cosas que debía pensar... Aún me sentía mal por haber hecho todo lo que hice, pero había una cosa que aún no sabía que pasaría con ella.
Besar a Fred, ¿estuvo bien? O al igual que todo lo demás en mi vida... ¿Lo hice por impulso y fue un enorme accidente? Después de todo estaba ebria... Nunca había sentido las ganas de besarlo, y justo hoy cuando tome. Las sentí, seguro fue por eso. Y seguro mañana también me convencería a mí misma por completo de que lo fue. Un accidente...
¡Maratón!
¿Por qué? Porque quiero y puedo
...y porque sé que lo desean (?)
I❤
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Mi Chico {Fred & Tú} #O1 ✔️
Fanfiction«Él era como una sombra la cual siempre me seguía... siempre lo hizo y lo seguiría haciendo» Primer historia de la trilogía: "Sombras" #01 en fredxtu 29/12/22 #23 en Shadow 25/10/18 #03 en fnafhs 10/05/18