—¿Qué pasa? ¿No vas a responder? —preguntó, se veía relajado y tenía en esos ojos esmeralda el brillo cínico y juguetón que solía mantener.
—¿Q-qué haces aquí...? —pregunté temblorosa, trataba de mantener mi postura y sonar tranquila pero no engañaba a nadie, seguro.
—Estoy harto de que me desprecies, ya te lo había dicho. Vine a verte.
—No necesito que lo hagas. No te necesito a ti... Ni a tu asquerosa presencia cerca de mí.
—Definitivamente me odias, ¿pero por qué? No me digas que te afecta aún lo que paso hace... ¿cuatro años? —mis ojos se llenaron de lágrimas al recordar esos momentos de nuevo, el pánico y terror de volver a sentir que pasaría me hizo caer en un miedo y bloqueo absoluto. Retrocedí bruscamente mientras sentía como mi espalda chocaba fuertemente con la fría pared.
—Sí, todavía te afecta hermanita... ¿Pero sabes? Eso lo hace más divertido para mí —dijo divertido, se acercó a mí tomando ambas de mis muñecas sobre mi cabeza y pegando más su cuerpo contra el mío. Después de millones de intentos fallidos, pataleando y aplicando toda mi fuerza en tratar de salir de entre su cuerpo y la pared, sólo me trataba de tranquilizar bajando la mirada y cerrando mis ojos con fuerza.
—Después de cuatro años debo admitir que me sigues encantando. De hecho más que nunca... en cuanto te volví a ver creeme que trate de controlar no abrir la boca como estúpido... —mientras me susurraba me hacía sentir más asquerosa. Con su mano tomaba mi mentón tratando de que levantara la cabeza pero me negaba.
—¡Voltea a verme cuando te hablo! —gritó él, lentamente levante mi cabeza con la mirada pérdida y llena de lágrimas—. Ahora mírame a los ojos, no querrás desobedecerme.
Lo volteé a ver al no poder tener otra opción. Nuestras miradas estaban conectadas pero transmitían cosas totalmente diferentes. Sentí una pequeña recaída, repentinamente un mareo me hizo cerrar con fuerza los ojos. Al abrirlos veía todo completamente borroso.
—Te ayudaré, pero necesito que te relajes... Déjate llevar por mí —al escuchar esa voz algo distorsionada dentro de mi cabeza, asentí inútilmente mientras sentía como de pasar a ser yo quien controlaba mi cuerpo a sentir como otra fuerza se unía con la poca que yo ya tenía.
Empuje a Nahel contra la puerta que estaba a unos pocos metros detrás de él, todo estaba borroso... sin embargo lo poco que podía ver eran las sombras de lo que ocurría.
—Vaya, que fuerza hermanita —dijo sonriente, se quedó mirándome de píes a cabeza desde lo lejos—. Recuerdo bien que antes tenías una fuerza de la cual burlarse.
—¡Ya lárgate! —grité entre dientes— ¡Estoy harta de ti, de que no me dejes en paz y vuelvas a mí recordándome toda la mierda que pase!
—Pues toda la mierda que pasaste me importa lo mismo, una mierda. Y seguiré aquí recordandotelo de las peores maneras posibles —contestó victorioso—. Pero me tengo que ir por ahora, aún así ésta no será la última vez que nos veremos las caras, _____. Nos vemos —dijo guiñándome un ojo, salió de la casa cerrando la puerta levemente y haciendo que ésta soltara un pequeño chirrido al cerrarse.
Estaba temblando, sentía mucho miedo y debilidad, las lágrimas comenzaron a rodar por mi rostro como aguas vivas y un fuerte dolor punzante en mi cabeza me hizo caer al piso.
Veía aún más borroso que antes y lo único que logré ver antes de cerrar mis ojos fue la piel pálida y el pelo azabache de Fred a mi lado.
—Hiciste un buen trabajó, pequeña...
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Mi Chico {Fred & Tú} #O1 ✔️
Fanfiction«Él era como una sombra la cual siempre me seguía... siempre lo hizo y lo seguiría haciendo» Primer historia de la trilogía: "Sombras" #01 en fredxtu 29/12/22 #23 en Shadow 25/10/18 #03 en fnafhs 10/05/18