Pelidecí abriendo mis ojos de par en par mientras un escalofrío recorría todo mi cuerpo.
Sentí pánico al escuchar esas palabras salir de su boca.
—¡No! ¡No me dejarás ir con él!
—¡Tranquila! No haría algo así.
—Lo harás... —dije con voz entrecortada—. Seguro y ya te cansáste de todo esto.
—¿A qué te refieres con eso? —preguntó, frunció su ceño levemente mientras se acercaba más a mí.
Pero sentía el terror de saber que Alfie ya no quería estar aquí para mí. Él es un adulto joven, tiene aún miles de oportunidades de poder hacer lo que quiera de su vida. Y yo era un obstáculo, o así lo sentía.
Sentía que me entregaría fácilmente a Nahel.
—Me entregaras... —contesté, mis lágrimas ya estaban rodando por mi rostro y mi cuerpo estaba temblando mientras trataba de esconderme en el rincón del sofá. Alfie me miró comprensivo negando levemente con la cabeza.
—¿Por qué haría algo así?
—Porque soy un estorbó, desde que te dejaron mi custodia te privaste de muchas cosas. No te dejo hacer tu vida como deberías. Así que... ¿qué mejor que entregarme?
—No, no seas tonta. Si acepté eso fue porque... Me importas. No te iba ni te dejaré sola.
—Tu vida, la estoy arruinando.
—Mi vida eres tú —susurró, no reaccioné hasta que sentí como sus labios estaban encajando con los míos. Movía sus labios lentamente y con ganas obligándome a seguir con ese ritmo y algo de confusión. Su lengua se encontró con la mía y en ese instante paró.
Estaba sorprendida, como nunca en mi vida lo había hecho. De todo lo que pensé que pasaría esto era lo último.
Se alejó de mí viéndome a los ojos con aquélla mirada sin expresión que siempre solía tener, aquélla que no tenía hace segundos atrás... La que me confundía desde hace años.
—Disculpa —dijo, se alejó aún más dejándonos a una distancia prudente y adecuada. Se dio la media vuelta metiendo sus manos a los bolsillos—. Ve a tu habitación. Tienes cosas que arreglar. Y baja en veinte minutos, el almuerzo está listo.
Caminó hasta la cocina dejándome paralizada y con la palabra en la boca.
Me quedé en el sofá varios minutos tratando de procesar todo lo ocurrido, al final decidí ir a mi habitación sin éxito en nada de lo que me estuve pensando tanto.Y es que todo estaba claro pero a la vez no, tenía muchas dudas...
—¿¡Qué demonios pasó ahí abajo!? —escuché, sus gritos eran tan fuertes que Alfie o alguien más podría escucharlo desde lejos.
—Cállate, podrían escucharte y me meterás en problemas.
—¡¿Problemas yo?! No me jodas.
Ignoré a Fred recostándome en mi cama. No quería discutir con nadie, Fred no tenía derecho aún así de saberlo.
—Vamos Fred. Por primera vez en tu vida cierra la boca.
Frunció su ceño despeinándo su cabello con rabia. Lo miraba simplemente, su frustración era divertida.
O al menos sólo para mí...
Al parecer notó la leve sonrisa que llevaba en mi rostro, soltó un suspiro mirándome seriamente con sus orbes extrañamente grisáceos.
—¿Crees qué esto es gracioso? Porque para ser sincero entonces no me conoces bien.
—¿Qué tiene que ver el que me parezcas un idiota a no conocerte? —pregunté, él levantó una ceja sonriendome de lado.
—A que si me conocieras sabrías que no estaba jugando, no quería hacerte reír.
—¿Qué querías hacer?
—Darte a entender que haz cometido un grave error —susurró, en un parpadear de ojos,
Fred había desaparecido. No sabía si preocuparme o darme igual. Pero al final y en realidad ¿qué más da?Hice una mueca cerrando mis ojos. Estaba exhausta, a veces pensaba que todo por lo que estaba pasando era demasiado. O al menos par alguien de mi edad.
No conocía a nadie de diecisiete años con problemas como los míos y sabía que no lo encontraría. Pero aveces simplemente pensaba que las cosas podrían estar peor, que otras personas la estaban pasando aun peor... Esa era mi única excusa.
Abrí mis ojos de golpe parándome de la cama, me puse otras zapatillas y rápidamente salí de la habitación con dirección a la cocina. Me paré en el marco de la gran puerta observando en silencio a Alfie.
Estaba en la mesa del comedor dándole un sorbo a su jugo.Di un paso haciendo que el desgastado piso de madera rechinara y así Alfie captara su atención a mí. De nuevo esa mirada sería y penetrante me consumió.
Algo que sabía y pocas veces olvidaba era que él odiaba que llegara tarde a cualquier cosa. Inclusive a la hora de la comida.
Me senté frente a él bajando la mirada al plato con fideos que estaba ahí. Se notaba algo frío, supongo que tarde demasiado.
—Y qué esperabas, ¿qué estuviera caliente?
—¿Q-qué?
—Los fideos.
—Ah...
—Llegaste tarde, sabes que no me gusta nada eso —dijo frío, lo miraba con atención y cierta confusión. Al parecer aún estaba así por lo de hace rato.
—Lo sé, perdón.
—Como sea, saldré al pueblo un rato. No tardaré.
—Está bien, puedo cuidarme sola sólo esta vez.
—Entonces bien —se levantó dejando su plato en el lavabo. Estaba a punto de salir cuando yo tuve la necesidad de detenerlo y preguntarle sobre lo ocurrido esta tarde.
—Oye Alfie, espera...
—¿Qué ocurre?
—Quiero hablar contigo, o más bien preguntarte algo —dije, mi voz estaba temblorosa, pero estaba segura de lo que decía. Alfie entrecerró sus ojos negando con la cabeza.
—No hablaré sobre lo que ocurrió esta tarde, _____.
—¿P-pero por qué?
—Porque no fue nada.
—¿Y cómo le llamas a eso entonces? —pregunté histérica.
—Un simple impulso.
Fred
—¿Pero qué cosas no, Fred?
—Ahora que tratas de decir con eso, estorbo.
—El chico, el tal Alfie.
—No me importa ese idiota —dije restándole importancia.
—No pero apuesto que él que haya besado a ____ sí. ¿Por qué casi me matas a mí y a él no?
—No puedo aparecer como si nada frente a él y decirle que lo mataré, ¿entiendes? Estúpido.
—Tal vez yo sí... —rió— Recuerda que no sólo tú la quieres para ti sólo.
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Mi Chico {Fred & Tú} #O1 ✔️
Fanfiction«Él era como una sombra la cual siempre me seguía... siempre lo hizo y lo seguiría haciendo» Primer historia de la trilogía: "Sombras" #01 en fredxtu 29/12/22 #23 en Shadow 25/10/18 #03 en fnafhs 10/05/18