—Mientras esos adolescentes locos y sus bebidas celestes sigan apareciendo en sus fiestas, no voy a ir. ¿Entienden? —volví a repetir frente a las chicas, ellas me miraban haciendo pucheros pero definitivamente estaba segura de que no quería ir de nuevo a otra fiesta como esa.
—¡Por favor! —gritaron al unisono.
—No, no más.
—Queremos que todos nuestros amigos vuelvan a ir. Sin ellos la fiesta no estaría completa —dijo Marionette aún suplicando.
—Lo siento, pero hoy ya tenía planeado hacer otras cosas.
—¿Qué cosa es más divertida que una fiesta? —preguntó Puppet con tono indignado.
—No niego que es divertido, pero quería ir a la biblioteca de la escuela. Desde que llegué no la he visto por dentro y cuando llegue a casa, tengo que hablar con Alfie de cosas importantes. Cosas como... Arreglar el incidente de la fiesta.
—Él... ¿Es estricto? —preguntó Marionette entrecerrando sus ojos.
—Para algunas cosas. Es mi tutor después de todo y debe serlo aún que no quiera... Sólo se preocupa.
—Es lindo... —dijo pícara Puppet— La foto que tienes de él en tu celular, la vi —dijo encogiéndose de hombros mientras Marionette soltaba risitas a su lado. Me ruborise enseguida viéndolas mal a ambas.
—¿Revisaron mi celular?
—No... no todo —contestó Pupett—.Tranquila, solo vimos esa foto.
—¿Te gusta? —pregunta Marionette subiendo y bajando sus cejas.
Mis mejillas ardían mientras que mis ojos se abrían de par en par por la tan repentina y embarazosa pregunta.
—C-creo que sí...
—¿Crees? —preguntan ambas un poco desorientadas.
—Y-ya, no importa. Necesito llegar a la biblioteca.
—¡Responde! —gritaron.
—No lo sé, es complicado. Siento que él no siente nada hacia mí así que... No importa —respondo un poco desilusionada mientras me encogía de hombros restándole importancia al tema.
—Siempre hay posibilidades —responde Marionette mientras Pupett asiente a su lado.
—Como sea, me debo ir —digo tratando de esquivar el tema.
—Está bien, recuerda que si cambias de opinión en cuanto a la fiesta, nos puedes llamar —dice Marionette. Yo asiento con una falsa sonrisa mientras me retiraba del lugar hasta la biblioteca.
Al entrar, siento que mis ojos se iluminan al ver tantos estantes, categorías y hasta un segundo piso lleno de libros.
¡Era el cielo en la tierra!
En cuanto entré, me encontré con la bibliotecaria, una mujer de no más de cuarenta años, no es que adivinar las edades se me diera bien, pero tampoco era mala y ésta mujer tenía al rededor de treinta y seis o treinta y ocho.
—¿Te puedo ayudar en algo? ¿Encontrar un libro en específico quizá? —pregunta ella amablemente. Apreté mis labios entre sí pensando.
—No, gracias. Quiero encontrar alguno por mi cuenta —respondí, ella asintió sonriente.
—Si me necesitas estaré aquí —concluye, yo asiento con una sonrisa y decido ir al segundo piso. No habían muchos alumnos aquí, por lo que me sentía libre de hacer y parecer estúpida sonriente entre los libros.
Tardé al rededor de quince minutos en buscar el libro perfecto para ponerme a leer. Me dirigí a los pequeños sofás de la sala y comencé a leer.
—Mira hasta donde me haz traído...
Al escuchar esa voz frente a mí, levanté la mirada con cierta frustración y cansancio.
—¿Qué haces aquí? Creí que dejarías de joderme después del sermón que te plantó Fred —contesté desafiante.
—Linda, Fred no me prohibirá nada. Necesitaba divertirme y hace mucho que no te veía. ¿No estás feliz de que te haya visitado?
—En lo absoluto, Gold. Interrumpes mi hora de lectura... —dije sin pensar, y soné toda una nerd pero sinceramente, odiaba que lo hicieran.
—¡Esto es tan aburrido! Te seguí con la esperanza de ir a algún lado divertido y poder retomar en lo que nos quedamos la ultima vez que nos vimos, ¿y me traes a una biblioteca? —dijo quejándose, su frustración era mi diversión ahora, se sentía bien ya no tenerle miedo... O al menos no tanto.
—Lamento no ser lo que esperabas, también lamento que hayas creído que te llevaría a un club nocturno o algo así... Pero, espera... —hago una pausa encogiendome de hombros— No, no lo lamento.
Él ríe dándome una sonrisa de costado acercándose a mí.
—Vaya... La niña se puso brava. Te falló el que no sepas que eso me pone más. Pero tranquila, si no se puede en un club nocturno, la biblioteca no está tan mal... Digo, no hay nadie y hasta sillón hay.
—Eres un cerdo.
—Como si fuese a follar contigo —dice riendo—, seguro Fred ya te marcó. Que asco tocar algo que ya pasó por Fred primero...
—Fred y yo nunca.
—¿Segura? —pregunta desafiante, siento inseguridad tanto de él como de mí.
—Los vi besándose ayer, no me sorprendería que después te acostaras con él.
Su respuesta me deja helada sin saber qué responderle. ¿Él nos estuvo viendo?
—¿Lo viste todo...?
—Todo. Estás cayendo muy rápido en las garras del lobo, pero después de todo... A ti te gusta Alfie, ¿no es así? tú misma lo dijiste —dice divertido, su sonrisa y mirada solo se burlan de mí. Sabe que me está controlando ahora. Perdí el control de la situación...
—Supongo que sí...
—De nuevo, dudas de ello. Así que digamos que, ¿cincuenta por ciento para ambos? —suelta una risa negando lentamente con la cabeza— Escucha, no te quiero llamar puta directamente... lo he hecho indirectamente. No lo niego. Pero no me caes mal, y te recomiendo te quedes con Alfie. Fred no es capaz de sentir amor por completo, ningún Shadow puede, hay miles de razones por las cuales debes dejarlo, y con el tiempo te darás cuenta de ellas, es sólo un consejo. Tú decides qué hacer después de todo... Además, ¿quién aprueba la relación de una humana y un ser sobrenatural? ¿No te parece enfermo?
Las palabras que salían de Gold, cada una de ellas... tenía razón. No estaba enamorada de Fred, estaba embobada en el cómo creí que podría ser otra persona. Pero aún así nadie aprobaría algo así, hay muchas razones por las cuales no debería estar con él, y con Alfie era diferente... Lo único que me evitaba estar con él, eran sus demonios internos. Nunca me los contaba y sabía que eso era lo que lo evitaba.
—Tienes razón... —contesté, había cierto dolor e impotencia en mis palabras, lo sentía también.
—La tengo.
—Creo que ya es demasiado por hoy... Quiero que te vayas —ordené, él frunció su entrecejo para después sonreír divertido.
—Como quieras, linda.
Y así como él llegó, se fue. Sin avisar y dejándome con la gran duda de lo que sentía y haría ahora.
Estaba metida en algo que ni siquiera yo entendía...
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Mi Chico {Fred & Tú} #O1 ✔️
Fanfiction«Él era como una sombra la cual siempre me seguía... siempre lo hizo y lo seguiría haciendo» Primer historia de la trilogía: "Sombras" #01 en fredxtu 29/12/22 #23 en Shadow 25/10/18 #03 en fnafhs 10/05/18