La realidad

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El amor no puede ser forzado, solo cultivado

-Lo siento tengo que volver(dije apenas me dejaron hablar)

-¿por que Dan?

-tengo que...(su mamá, me interrumpió)

-ven un momento Dan.

Nos alejamos de Gio.

-tu sabes lo delicada que es su enfermedad, que lo que la a motivado a vivir es que tu algún día la ames, si le dices que te iras con otra romperas su corazón.

-¿pero no es peor que viva engañada?

-tu lo dijiste, que viva es lo que mas importa. Dan por favor deja de pensar en ti y quedate un tiempo más con ella.

-esta bien, pero yo no fingiré nada.

-gracias Dan.

Gio

Los vi hablando, no era ninguna tonta sabia lo que mi mamá estaba intentando.

Yo conocía a Dan desde pequeña y siempre me a gustado.

El es frío con todo mundo, no expresa su amor ni cariño a nadie, o eso era lo que yo pensaba hasta que lo vi con aquella chica.

Se veía tan feliz, el estaba sonriendo y siendo cariñoso.

Me sentía celosa, ¿pero el estaba aquí conmigo no? Y no con ella, pero no sabia si realmente estaba junto a mi por lastima o porqué lo deseara.

-el se quedara ¿verdad Dan? (Lo mire a los ojos, su mirada reflejaba tristeza)

-si, solo tengo que hacer una llamada.

Se alejo para que no pudiéramos oírlo, solo podía ver sus gestos de angustia mientras hablaba y después de resignación.

Al acercarse intento cambiar su cara, pero era demasiado tarde la había visto pero fingí no saber nada.

Si era egoísta al quererlo con tanto afán, pero mi corazón solo latía para el.

El paso todo el día con nosotras aunque distante, ya estaba acostumbrada a su frialdad todo aquel que lo conociera lo estaba.

Pero esta vez era diferente había tristeza en ella, mi amado estaba sufriendo, pero aunque sabia como acabar con su agonía mi necio corazón me lo impedía aferrándose cada vez más a el, la razón por la que aun vivo...

Dan

Me aleje para intentar marcarle a Sam, la cual no me contesto hasta el séptimo intentó.

-bueno, ¿que se te ofrece?

-Sam... Yo lo siento

-eso dicelo a tu novia

-ella no es mi novia

-pues eso no es lo que ella piensa.

-dejame explicarte.

-no Dan, ahora no quiero hablar contigo, sera después.

-Sam...(pero antes de que pudiera decir algo más colgó)

No la culpaba, yo también estaría molesto si estuviera en su situación.

Solo esperaba poder solucionarlo.

Sam

Quería que me explicara, pero mi corazón se resistía, no estaba lista para escucharlo, si lo hacia podía tomar una decisión impulsiva y yo no quería eso.

Después de llegar al departamento deje mis cosas y volví a aquella fuente que ese misterioso joven me había mostrado.

La mire por un largo instante, dejandome arrullar por su danza armoniosa.

Soñé con él... aunque quisiera sacarlo de mis pensamientos no podía, no solo deje que pasara aquella muralla que custodiaba mi corazón, sino que también deje que la derivará...

Jack

Ella había vuelto, me oculte para que no me viera.

Mientras ella miraba con ensoñación el agua caer, yo me perdía en su ser.

Se quedo dormida y me senté junto a ella, la observé y cuide mientras soñaba yo fui su guardián.

-mi pequeña Sasha...(susurré mientras quitaba un mechón de su mejilla)

-no me rompas el corazón... (Dijo entre sueños y una lágrima por su mejilla descendió)

-nunca mi pequeña flor...

Me aleje de ella aunque mi alma no quisiera hacerlo, ella despertó y miro hacia todos lados confundida pero no logro verme.

-solo habrá sido un sueño (habló para si)

Se quedo ahí un momento más, su cabello danzaba con el viento y su mirada estaba ausente.

*Jack cuando me vaya promete que me recordaras como un buen sueño*

-mi pequeña Sasha, perdón pero no puedo, tu eres más para mi que un sueño...

¿Como pretendes que siga adelante si sigues apareciendo ante mi como un fantasma que atormenta mi corazón mostrandome lo que perdí?

Mi fantasma se levantó de su lugar y comenzó a caminar al rededor de la fuente.

Se veía tan perfecta, su cuerpo se movía con absoluta armonía como si ella y aquella fuente fueran una.

Quería correr a ella y tenerla en mis brazos, decirle cuanto la había extrañado, pero mi cordura me gritaba que no era ella, solo un fantasma.

¿Pero que si lo es? si aún la puedo tener a mi lado.

Junto a mi no volverás a llorar.

-todo se arreglara, se que tiene una explicación (dijo convencida)

Tomo una pequeña flor y la puso en su cabello y se fue de aquel lugar rompiendo la magia, trayendome de golpe a la realidad.

Ella, la princesa de nuestro cuento de hadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora