una palabra

256 31 5
                                    

Una sola palabra puede herir más que una espada de doble filo.

—me quiero ir...

Esas simples palabras me rompieron el corazón en mil pedazos, ¿que podía decirle? El interpreto mi silencio y continuó

—quiero darte una mejor vida quiero ganar dinero y después regresar por ti.

—yo no te diré que no te vayas, aunque no deseo que lo hagas, pero no me opondre, solo te pido una cosa si te vas que sea por ti no por mi.

—es para darte lo mejor...

—no, sera por ti no por mi que tomes esa decisión, solo sopesa lo que ganas y lo que pierdes.

—lo pensare amor.

—esta bien tengo que irme. (Le di un corto beso y me aleje lo más rápido posible de ahí)

Cuando estaba lo suficientemente lejos me senté en una banca en medio de la arboleda y comencé a llorar.

Llore silenciosamente no quería que se fuera, lo quería conmigo, pero no seria tan egoísta para retenerlo.

Yo sabia que si el se iba cambiarían muchas cosas, tal vez se enamoraría de alguien mas y no volverían.

Muchas veces cuando el chico se va porque quiere darle algo mejor a su amada las cosas salen mal.

—una criatura tan linda no debería llorar

—lo siento pero no siempre puedo sonreír.

—pues me imagino que a de ser algo muy fuerte porqué nunca antes te había visto llorar.

—no me gusta hacerlo, prefiero reservarlo para la soledad.

—pero puedes hacerlo conmigo, yo siempre estaré para ti mi dulce musa.

—gracias Owen eres muy bueno.

—¿que te aqueja pequeña musa?

—¿alguna vez has tenido miedo de perder algo que amas?

—si, a ti.

—Owen...

—lo siento continúa.

—no puedo ahora continuar, ¿como te contare mis penas amorosas si tu sientes algo por mi?

— muy cierto mejor recordemos cosas buenas.(le Sonreí)

—ummm... Preferiría el silencio.

—¿quieres estar sola?

—si...

—ok mi musa te dejare sola pero cualquier cosa me hablas.

—sip.

Se alejo y yo seguí pensando, haciéndome la idea de su partida, sentía una presión intensa en el pecho.

Me adentre un poco más en la arboleda y cuando me encontré segura de que nadie me encontraría de nuevo me senté en silencio, pero como si la suerte se burlara de mi caí en un hoyo.

si ese lugar donde me senté realmente era un hueco rellenado con hojas, para el colmo mi tobillo empezó a doler de una forma terrible intenté salir pero me fue imposible y mis lágrimas comenzaron a caer de nuevo y el cielo me acompaño en mi llanto, sacando toda mi frustración y dolor.

Mi cuerpo estaba empapado pero me era imposible moverme de ahí, deje que la lluvia me envolviera con su manto húmedo.

Me hubiera quedado mas tiempo ahí si no fuera por unos brazos que me arrebataron de la lluvia, cubriéndome como una sabana, reconocería ese perfume en cualquier lugar, era él...

Dan

sopesar las cosas, es lo que tenia que hacer, lo que me retenía ahora para ir por mis ambiciones era ella...

¿Quien lo diría ? Si yo antes solo pensaba en la fama y fortuna ahora tenia que decidir, sabia que si me iba podrían cambiar muchas cosas, tanto en ella como conmigo.

¿Sopesar? Podría ganarlo todo y a la vez perder lo más importante.

Después de pensar y pensar lo decidí me quedaría con ella, no la abandonaría nunca por seguir mis sueños si no que los cumpliría con ella.

Fui a su departamento en la universidad, pero me encontré con Liz

—¿y Sam?

—creia que esta contigo. (Me miro extrañada)

—no, desde hace ya unas horas.

—¿ya le marcaste?

—si, pero no contesta.

—dejame intentarlo (tampoco contesto) le marcare a Owen

—¿quien es?

—un amigo.

Sonó y sonó entonces el tal Owen contestó.

—hola Owen ¿has visto a Sam? Su novio la busca, Ammm ya ok gracias.

—¿que te dijo ?

—que no la ha visto(contesto Liz preocupada)

—tengo que ir a buscarla (dije empezando a entrar en desesperación)

—voy contigo, empecemos en la arboleda, y más te vale que ella este bien.(me amenazó su amiga con una sombrilla)

Caminamos un buen rato por la arboleda entre la lluvia cuando por fin la vi, estaba bajo un árbol totalmente mojada ¿quien lo diría ahora era yo el que la cubría? Como ella lo hizo más de medio año atrás.

—mi pequeño pollito, después de que vea que estés bien te daré una regañisa de aquellas (suspire)

Ella, la princesa de nuestro cuento de hadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora