Ella, la princesa de nuestro cuento de hadas

siempre

Yo estaré junto a ti pase lo que pase.

Despierto de nuevo, Dan se acerca a mi y me mira con ensoñación...

—¿mi bebé? (Logro decir, con voz entrecortada)

—ella esta bien mi amor, nuestra pequeña princesa tiene que pasar unas semanas mas en la incubadora y tu en cama.

Llore, pero de felicidad y alivio de saber que mi bebé estaba bien.

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Para mi las semanas fueron eternas, cuando me entregaron a mi pequeña fui muy feliz...

—es hermosa...(susurré)

—pues claro amor, yo soy su papá (yo le di un codazo y el solo se quejó)

—tiene tus ojos y color de piel (Sonreí)

—racista, ahora a los dos nos dirás negros por ser mas morenitos que tu (dramatizó mi marido, yo me reí)

—mi amor no soy racista, aunque tengo que admitir que me encanta un hombre con piel bronceada, aunque sea dramático y use lodo como mascarilla. (Así fue como logre sonrojar a mi marido, mientras nuestra pequeña nos miraba entretenida).

Hubiera ganado la batalla si no fuera por la voz detrás de mi.

—¿entonces esa es mi hermana coqueteando? (Se burlo) ¿quieres traumar a mi pequeña y pobre sobrina? (Dramatizó mi hermano, entonces fui yo la que se sonrojo y los dos se rieron de mi)

Algo que podría agradecer es que tenia siempre a mi familia siempre pendiente de nosotros, y podría contar con ellos tanto en las buenas como las malas.