John

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Lo que no te digo con palabras te lo demuestro con acciones.

Entramos en su casa, yo aun no terminaba de asimilar todo cuando por el corredor llego un chico con una caja de cereal.

Sam y el se quedaron viendo fijamente.

—tu no deberías estar empapada (hablo el chico entrecerrando los ojos)

—y tu no deberías estar comiendo ese cereal de la caja (contesto Sam de la misma manera)

—¿voto de silencio?

—voto de silenció (confirmó ella)

—¿y quien es él? (Preguntó el chico)

—se llama Dan, Dan mi hermano John (nos presentó) bueno yo tengo que ir a bañarme, ¿le puedes prestar ropa?

—si claro acompañame (me dijo después de agarrar otro puño de cereal)

Cuando me estaba dando ropa pregunté.

—¿por qué le dijiste que no se podía mojar? (El dejo de buscar y me miro extrañado)

—¿acaso no lo sabes? Sam es alérgica al frío, aunque antes era peor y esto seguramente le hubiera provocado días de fiebre.

—¿y ahora?

—con suerte espero que no se enferme, porqué si eso pasa estará varios días en cama, ten ponte esto si no seras tu el que se enfermé.

—gracias

—puedes cambiarte en el baño, estare en la sala.

Mientras me cambiaba analizaba todo lo que me había dicho Jonh, en otras palabras Samantha habia arriesgado su salud por mi y eso era de apreciar.

También comprendía el enojo de este chico aunque esto no lo justificaba para hablarle asi a Sam.

Al ir a la sala vi a John con cara angustiada viendo unas hojas.

—¿que haces? Si se puede saber claro.

—viendo lo que sera mi tortura todo el verano, amigo estaré como bob esponja cuando tenia que hacer su ensayo(hablo con dramatismo)

—¿puedo ver? (Pregunté sentándome junto a el)

—si claro, ten torturate un rato, ya estuve viendo, no tiene ni un error ortográfico, pero la profesora siguió diciendo que esta mal y no me dijo donde.

—¿lo puedo rayar?

—si.

Entonces comencé a corregir todo el texto, los errores me resaltaban como si estuviesen en negritas mientras corregía también le explicaba, ya íbamos por la tercera hoja cuando sonó el timbre.

—acompañame no vaya a ser el ropavejero (reímos)

—ok( al abrir la puerta nos encontramos con ¿quien creen? Si adivinaron Tom)

—¡O NOOO! ¡ALGO PEOR QUE EL ROPAVEJERO! (grito John)

—¿que? (Preguntó Tom)

—que ¿donde deje mi babero?

—¿e?

—chiste local.

Ella, la princesa de nuestro cuento de hadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora