Jeff
Intente apagar la pequeña llama de esperanza en mi pecho, pero fue imposible, allí la sentía, lista para encenderse por completo.
Había venido como un impulso, otro impulso en mi vida ¿Qué podía decir? era una persona impulsiva por naturaleza. Impulsivamente huí hace años, impulsivamente revele la verdad a Adam y nuevamente de forma impulsiva estaba aquí, como si tuviera derecho a recriminar a Adam algo.
Adam nunca antes había ignorado mis mensajes, así que cuando paso días completos sin responder, incluso cuando su perfil me indicaba que estaba en línea, tenía ganas de colmarlo de mensajes hasta que me diera alguna respuesta. Mamá me dijo que fuera paciente, que podía estar ocupado en su trabajo o arreglando algo para nuestra futura mudanza, ya estaba harto de ser paciente, y mi ansiedad no dejaba de hacerme pensar los peores escenarios posibles.
¿Y si Adam se había hartado de nosotros? ¿Si se tomó un momento de reflexión y se dio cuenta cómo cambiaría su vida con una hija? ¿Y si estaba allí en la ciudad pensando la forma más sutil de decirnos que se arrepentía de todo lo que había propuesto? ¿Decirnos que volviéramos a salir de su vida?
Había pasado días sin dormir angustiado de esos pensamientos, odiaba pensar en que estábamos obligando a Adam a hacerse responsable, era la razón por la que huí, y sabía que era capaz de alejarme de nuevo si eso significa no molestar a Adam, nunca podría sobrevivir a eso. Patético, pero no podía evitarlo.
Y entonces Emily había querido hablar con Adam, con voz esperanzada y ojos brillantes, y sentía mi corazón romperse cuando su mirada se entristeció mientras le decía que Adam estaba ocupado, Emily de todas formas quiso mandar un mensaje, se tardó un momento en teclear las letras en el celular, pero sorprendentemente lo había logrado, parecía tan orgullosa de ese logro, quería impresionar a Adam y me decepcione el doble cuando tampoco hubo respuesta al mensaje de Emily. Así que hoy mi impulso ganó, apenas Emily llegó de la escuela le dije que tomará un bolso y guardará una muda de ropa.
―Vamos a dar una visita sorpresa a Adam― Emily corrió feliz a hacer lo que pedí, mamá me miró frunciendo el ceño.
―No acoses al hombre, Jeff, tal vez necesita pensar algunas cosas.
― Ha tenido varios días para pensar, mamá, si tiene dudas de algo que me las diga a la cara.
Y lo había hecho, solo que sus dudas no eran sobre ser un padre o de nosotros mudandonos, eran sobre ¿celos?
Lo miré, intentando calmarme para controlar mi expresión, sabiendo que había estado varios segundos con la boca entreabierta, mirándolo con incredulidad
― ¿Celoso? ―Mi boca por fin murmuró, una palabra, pero era un avance, algunas neuronas en mi seguían haciendo sinapsis incluso con mi nivel de conmoción.
Adam revolvió su cabello, dejando algunos mechones hacia atrás, solía hacer eso cuando estaba estresado, lo había visto muchas veces hace años, cuando era de madrugada y aún estaba trabajando en algún proyecto. Me alegraba no ser el único que mantenía tic nerviosos del pasado.
― No me mirés así, se que estoy siendo un idiota― Adam suspiró. Se inclinó hacia adelante, manteniendo su mirada, lucía adorablemente avergonzado y confundido―. Nunca quise ignorarlos, no conscientemente, sólo estaba tratando de poner en orden mis pensamientos, lo lamento, Jeff.
Quería realmente preguntar qué pensamientos eran los que debía ordenar en su mente. Necesitaba saberlo porque la esperanza burbujeaba bajo mi piel lista para estallar, o morir, dependiendo de cual sea su respuesta.
― Lo entiendo, ya no estoy enojado ― Mi voz salió apresurada y ansiosa, era imposible calmarme en este punto―, pero ¿Celoso? ¿Tú? No entiendo porque...
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Cuando hay una familia [Terminada]
Romance"- Está embarazado, felicidades- Anunció el doctor con una gran sonrisa. En mis veinticinco años de vida nunca hubiera creído que tres palabras fueran a ser suficiente para derrumbar mi mundo entero" Luego de huir por cuatro años, Jeff vuelve a reen...