Capítulo 19

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Jeff

Estaba soñando con mi pasado.

Diez años atrás, cuando recién tuve que asimilar que era hora de dejar mi hogar para irme a estudiar. Todos los demás jóvenes que debieron partir del pueblo decían estar emocionados, incluso se distanciaban de sus familias y amigos luego de ver la gran ciudad. Yo siempre supe que ese no sería mi caso. Había algo en mi que era feliz disfrutando sin grandes grupos de personas y ruidos fuertes.

Ese algo me impidió disfrutar del todo mi tiempo en la ciudad, el ruido, la gente, los gritos.

La hubiera odiado sino hubiera estado viviendo con Adam.

Mamá dijo que haría amigos y se equivocó. Con suerte hablaba con los suficientes para hacer los trabajos en grupos.

Mamá dijo que disfrutaría las fiestas y se equivocó. Odiaba el pesado olor a humo y alcohol, el ruido y cómo la gente olvidaba el respeto propio a costa de divertirse.

Mamá dijo que tal vez me enamoraría de alguien, y en eso tuvo razón. Porque fue Adam el que contestó el teléfono, con su voz grave y segura, insistiendo en ir a ver el departamento. Y Adam el que abrió la puerta, con su cabello mojado y su respirar agitado, diciéndome que lo disculpará porque acababa de volver de correr. Fue ese el momento exacto en que tuve mi primer flechazo

― ....pi

Había una suave voz que llegaba a mis oídos, haciendo que mis recuerdos se apresurarán a avanzar.

Esas noches sin dormir después de que Emily nació; el cómo lloraba cuando la dejaba sola unos segundos; el cómo, unas pocas veces, lloraba con ella al sentir una angustia que me comía por dentro; el cómo llegaba mamá, con una sonrisa en su cara y me consolaba mientras Emily se calmaba en mis brazos.

Y recordaba la voz de mamá.

― No te desesperes, Jeff, lo estás haciendo bien― Susurraba cerca de mí, intentando hacerse escuchar con el llanto de Emily ―. Los bebés lloran todo el tiempo y ella llora mucho porque será una niña fuerte que no querrá que la vean llorar, así que está derramando todas las lágrimas que puede ahora.

Y yo lloraba más, mientras pensaba que no necesitaba una niña fuerte, solo quería que fuera feliz. Mamá se reía, abrazándome y diciéndome que ella quería lo mismo para mi.

― Papi....

Comencé a pestañear, viendo una figura borrosa frente mio. No me asuste, recordaba muchas noches despertando sobresaltado ante la pequeña figura frente a mi cama, en algún punto ya te acostumbras de que es tu hija y no un fantasma o algo peor.

― ¿Que pasa, emily? ― Mi mente aún estaba aturdida, mis ojos aún se abrían y cerraban mientras la silueta de Emily comenzaba a verse más clara. Yo era dormilón desde siempre, y apenas deje de desvelarme con Emily volví a dormir tanto como podía, hoy en día me tomaba varios minutos que mi mente volviera a funcionar―. ¿Pesadilla?

Había algo extraño, estaba durmiendo boca abajo, nunca dormía así porque me dolía el cuello, pero esta vez estaba cómodo y no quería moverme.

― No, papi, ya es medio día, no me despertaste.

― ¿Qué? Oh, lo siento, Emily, me dormí.

― Lo sé...y creo que estás aplastando a Adam

― ¿Estoy qué? ― Mi cabeza volvía a bajar un poco, apoyándose, sintiendo algo cálido y cómodo, se sentía increíble, quería dormir sobre está almohada para siempre.

― Estás aplastando a Adam.

No podía estar aplastando a Adam, era imposi-

¡Mierda!

Cuando hay una familia [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora