Capítulo 7

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Jeff

Me considero una persona amable, la misma gente que me rodea suele describirme de esa forma. Nunca puedo juzgar a una persona con la primera impresión, e incluso suelo ser paciente y comprensivo con las personas que son groseras, por supuesto tengo mi límite, pero se necesita mucho para hacerme llegar a él.

Así que... yo también me sorprendí cuando conocí a Garry.

Era un hombre de buena apariencia, aunque tiene un extraño sentido del humor, creo que nunca lo vi con algo que no fuera una sonrisa en la cara. Y es amable, a su modo, pero amable, incluso conmigo, por eso mismo me tomó mucho tiempo entender porque algo en él no me gustaba.

Lo comprendí el día que fui al gimnasio donde Adam pasaba un par de horas a la semana, mientras lo esperaba en unas bancas que tienen en las esquinas. No es que estuviera allí como embobado mirando a Adam, bueno sí, tal vez un poquito, pero de reojo me di cuenta que no era el único mirándolo. Garry estaba ejercitando sus brazos recostado en una máquina detrás de Adam, y antes de levantar cada pesa daba una mirada a su amigo, y soy gay, así que sé reconocer esa mirada. Ese día también entendí porque Garry actuaba amistoso, pero tenso conmigo, él también sabía lo que yo sentía por Adam.

Nunca podríamos ser muy amigos estando flechados por la misma persona, así que llevábamos una tensa, pero amable relación. Yo lo saludaba, él me devolvía el saludo y hablábamos cosas sencillas mientras Adam estaba alrededor, y siempre que estábamos solos había un incómodo silencio o frases sueltas.

Creo que Adam sabía que nuestra situación era extraña, nunca nos forzaba a quedarnos solo mucho rato, y nunca preguntó mucho del tema, después de todo no era como si alguno de nosotros pudiera decirle la verdad.

Así que cuando escuche a Adam llamando a Garry recordé todo eso.

Y odiaba a mi yo celoso, preguntándose mil cosas y dando vueltas en un asunto en el que no tengo ningún derecho a cuestionar ¿Por qué Garry estaba en su departamento? ¿Habían tenido trabajo? ¿Una noche de copas? ¿Y si Adam se había emborrachado y pasó con Garry lo mismo que conmigo? Sé que son amigos, pero recuerdo muy pocas veces a Garry quedándose con nosotros...bueno ahora de seguro hay una habitación libre, pero algo en la voz de Adam me preocupaba, no era la voz de cuando llamaba a su amigo desde la casa, había un tono diferente.

No me gustaba. 

¿Estaba siendo paranoico? Quiero preguntar, salir de esas dudas y poder mantener la calma, pero sé que Adam se dará cuenta que es raro que pregunté, sobre todo porque no puedo ocultar mi voz cautelosa siempre que Garry entra a la conversación. Una vez se lo mencioné a mi mamá y ella me preguntó enseguida que me había hecho ese sujeto, cuando le pregunte porque me decía eso me respondió que cuando lo mencione lo había dicho como si lo estuviera vomitando.

Tal vez exagera, o tal vez fue intuición de madre, pero me preocupa ser tan transparente.

— ¿Quién es Garry? — Preguntó Emily.

¡Oh! Santo cielo, es en momentos como este que adoro la curiosidad de mi niña.

Adam cerró su teléfono y dejó de mirarme. Borró el brillo asustado cuando miró a Emily, incluso sonrió cuando volvió a hablar.

— Es mi mejor amigo, lo adorarás, es una excelente persona.

— ¿Él también sabe mucho de niños inteligentes?— Preguntó Emily curiosa.

— Uh... no, creo que no, pero si te conoce de seguro querrá aprender un montón.

Me sentí la peor persona del mundo por desear que Emily también odiará a Garry, bueno, no odiar, pero ya saben de lo que hablo.

Cuando hay una familia [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora