Quintillizas

08- Ni se te ocurra volver a meterte conmigo.

JADE:
Todavía tengo ganas de cobrar venganza contra ese niño que ni su nombre se, ese..."rey de los malotes" es un maldito idiota. El otro día si no fuera por el conserje no habría salido nunca de esa maldita habitación.

Hoy tenía que ir a la maldita cárcel, donde obviamente no me quedaría con los brazos cruzados frente al rey de los idiotas, tenía que pensar en algo rápido.

Llegue a la escuela y mis hermanos se dispersaron por toda la institución y yo busqué un cigarrillo, todavía quedaba un tiempo hasta que empiecen las clases, habíamos llegado más temprano como por media hora porque a Chloe se le ocurrió poner todas las alarmas a las 5:00 en lugar de las 6:00, y nos acabamos de enterar que son las 5:00 y no las 6:00. Que buen chiste hermana, en serio es un milagro que esté viva, digo para mis adentros mientras aguardo fuera de la institución.

No se donde tiene la cabeza Chloe, sólo actúa así de estúpido cuando esta enamorada, espera... maldición ¿ya volvió a enamorarse? Esa chica está mal, la última vez que le rompieron el corazón creí que jamás volvería a enamorarse, y mírala ahí sonriendo bobamente, pobre idiota, la amo, pero pobre idiota.

Le doy una calada a mi cigarrillo casi acabando con el.

Cuando me quise dar cuenta ya tenía el cigarrillo en mi boca nuevamente hasta que mi
mente ya no piensa nada estresante, mi familia no sabe que fumo, tampoco tenían porque enterarse, ya que yo no le iba a decir y si hay que amenazar a alguien, no me temblaria el pulso, no me preocupa.

Pienso en lo que pasaría si mis padres o mis hermanos se enteraran, Austin me ahorcaría probablemente, mamá entraría en crisis y diría que soy una drogadicta, vaya exageración, papá se quedaría en silencio pero dándome una de sus miradas en las que sabes que no saldrás bien parada de allí.

Agitó mi cabeza olvidando el tema, mi familia se preocupa mucho, necesita relajarse, necesita un cigarrillo.

De un momento a otro alguien agarró rapidamente mi cigarrillo y lo tiró a la fuente que estaba frente a mi en la entrada al instituto, dejando así mi cigarrillo todo mojado, me puse alerta creyendo que fue Austin pero cundo miré al responsable de esto estaba dispuesta a matar al desgraciado.

Fulmine con mi mirada al idiota parado frente a mi.

—¡Maldito imbécil!— le grité furiosa— Date por muerto— me tiré encima suyo y el me atrapó cayendo al suelo con migo encima, yo empecé a darle una paliza en su duro abdomen mientras el reía ¿es una broma?

—Calma fiera— dijo sacándole de encima suyo y dando vuelta la posición, quedando justo encima de mi inmovilizándome— estoy seguro de que no querrás que tu familia se entere que estabas fumando— me amenazó, ¿como mierda sabe que mi familia no puede enterarse de esto? esto no esta sucediendo ¿verdad?

—¿Como demonios sabes eso idiota?— le espeto de mala forma.

— Soy observador— me confesó con una sonrisa ladeada pero con su mirada fría como siempre, como si no le importara nada.

—Eres un maldito enfermo mental y encima acosador ¡sueltame!— le grité desaforadamente. El rió.

—Oh niña estúpida, no creo que quieras tratar mal a una persona que sabe tú secreto— me dijo apretando su agarre en mi, el me estaba lastimando.

—Okay, esta bien, tu ganas —me "rendí", tenía que hacerlo si mi familia se llega a enterar me desheredarían.

Pero claro que no me rendiría tan fácil, lo investigaría lo más que pueda para sacar algún dato y extorsionarlo también.

— No es sólo eso, mi silencio tiene un precio— lo oí decir sacándome de mis pensamientos vengativos. Fruncí el ceño sin entender.

—¿Cual?— pregunte curiosa.

—Tienes que obedecerme, ser mi ¿secuás? Si eso— dijo, lo mire con cara rara —ya sabes, yo soy el único chico malo de por aquí, tu no lo serás, eres una niñita, que tan mala podrías ser—dijo a lo que yo reí.

—Ni te lo imaginas, pobre idiota— le dije mientras esperaba su momento de debilidad y lo empujaba lejos de mi tirandolo al suelo a mi lado, me pare y lo agarre de la camisa— escúchame idiota, tu no dirás nada porque la pasarás muy mal y eso es todo— lo amenace.

—¡Ja! No me hagas reír linda, tu no podrías..—lo calle de una cachetada.

—Ni se te ocurra volver a meterte conmigo— dije fría mirándolo distante y desafiante, me aleje de el y entre a el colegio pues ya empezarían la clases.

POV MATTHEW:

Esa maldita niña ¿quien coño se cree que es para venir y correrme así de mi lugar? Todos me respetan a mi, yo gané ese respeto con mucha paciencia y ella viene así de la nada y quiere quitarme mi puesto.. eso no pasara.

Debo admitir que es verdaderamente atractiva, pero es el enemigo, tengo que resistir la tentación. Tengo que ganar esta guerra.