HAILEY:
Estaba cambiandome en mi habitación para bajar a desayunar junto con Emily, nosotras siempre nos levantábamos antes de el resto de la familia y solíamos hacer el desayuno.Cuando baje agarre mi café y mis tostadas, y también les hice el desayuno a los simios de mis hermanos porque sino me comen a mi.
Cuando bajaron vi que katie seguía deprimida, ayer llego a casa con mamá y ni siquiera respondió a los llamados de Laia, solo corrió hacia su habitación. Mamá estaba muy preocupada por ella, estuvo toda la noche haciendo tortas, cuando estaba nerviosa hacia muchas tortas, y cuando digo muchas créanme.
—¡Mi amor!—Exclamó al verla— ¿vas a contarnos porque lloras?
Y en ese momento como la mejor hermana que soy, recordé que Katie no sabia mentir y posiblemente la descubrirían, entonces tomé el control de la situación.
—Se siente mal, madre—Dije enderezándome, Katie levantó la cabeza y con su boca hizo señas que entendí como un "gracias" yo asentí.
—¿Tienes ganas de ir al instituto, Katie?— pregunto mi madre. Note como se le llenaban los ojos de lágrimas así que me aproxime a ella abrazándola y apoyo su cabeza en mi pecho calmándose para por fin decir.
—Tengo examen— Todos asentimos, ella se paró y camino hacia el salón dejándonos a todos sorprendidos, jamás habíamos visto a Katie tan deprimida y oscura. Casi se parecía a Jade y todo.
—Bien niños— Dijo mamá llamándonos la atención— Primero, Hailey, no me vuelvas a decir madre, es muy formal y segundo, no quiero que dejen ni un segundo sola a su hermana. ¿Oyeron?—Dijo señalando a mi y mis tres hermanas. Todas asentimos de acuerdo.
Mi padre se había ido a trabajar temprano, es raro, pero últimamente lo hacía mucho, se iba demasiado temprano y llegaba muy tarde.
Al llegar al instituto Austin nos dejo en la puerta, pero bajo del auto acercándose a nosotras y dándonos un abrazo grupal. Miro a Katie y le dio un beso en la coronilla antes de volver a subir al auto e irse, se que él no insistió en saber que le pasaba a Katie porque si llegaba a enterarse tendríamos que ir a visitarlo a la presión. Ya que iba a asesinar a quien sea que la hizo llorar, así como lo haría por todas nosotras.
Todas las miradas se posaron en Katie, quien solo miraba sus pequeños zapatos gastados. Mire a todos asesinándolos con la mirada, poniendo a mi hermana tras mi espalda, en un intento de protegerla. Cuando pasamos la puerta mis pulmones se quedaron automáticamente sin aire. Maldición. ¿Que clase de mounstruo haría tal cosa?
Todos los pasillos se encontraban empapelados con fotos de lo que parecía ser un video, en donde los protagonistas eran mi hermanita y otro chico que no conocía. Y mejor que no lo conozca, porque lo único que quería hacer era quebrar su tabique. Agradecí a dios que Austin no se encontraba aquí.
Mire hacia atrás y Katie ya no se encontraba allí, mis hermanas estaban igual que yo, en Shock. Katherine se nos había escapado. Mierda.
Corrí por los pasillos buscando a mi hermanita pero no estaba por ninguna parte. Encontré a Milton en el camino, estaba muy abrumado por la situación.
—¿Esa es tu hermana, cierto?— pregunto tímidamente. Pero yo solo pude asentir estaba demasiado preocupada por Katie. ¿Donde estará? Decidí perderme primer clase porque no prestaría atención, lo sé. Camine y camine por los pasillos buscándola, no sé en qué momento perdí a Milton de vista, pero no me interesa tampoco.
Un grito me saco de mis pensamientos.—Oye—Grito una voz masculina detrás mío, al girarme me encontré con el chico de las fotos, volví a girarme dispuesta a irme pero él me detuvo poniendo su sucia mano en mi hombro, lo mire de reojo advirtiéndole que si no me suelta lo mataría— Por favor, escúchame, tienes que escucharme— dijo, rodeé los ojos exasperada.
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Quintillizas
Roman d'amourTodo comenzó una noche de borrachera, Ellie Swift y Adam Connor estaban oficialmente casados, aunque eso no les había impedido tener antes al pequeño Austin de tan solo dos años de edad. Esa noche saldrían a divertirse debido a que pensaban ponerse...