05- ¿La ridícula de la falda con estúpidos gatos?

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LAIA:
¡Hola! me llamo Laia Connor, soy una de las quintillizas tengo el cabello castaño y los ojos azules, tengo diecisiete años y según mis hermanas soy la más "divertida", jamás me tomo nada muy en serio. Y como diría mama "la más sociable de mis niñas", me gusta mucho ir a fiestas y tener muchos amigos por todos lados, AMO comer, ADORO La pizza. en realidad amo todo lo que sea comida chatarra, al contrario de mi hermana Hailey, quien ejercita hasta quedarse sin putas piernas no se como lo hace. En fin, continuemos.

En el segundo día de escuela ya tenía un grupo de "amigos" ya que es más que obvio que conociéndolos desde hace un día ya sean mis amigos, pero realmente me cayeron demasiado bien, sus nombres son Aria, Mike, Hannah y Steven, Aria era una chica muy sabía e inteligente me hacía acordar a mi hermana Hailey por esa parte pero por otra era una loca, Mike era medio rubio tirando a morocho con ojos claros y bastante inteligente, Hannah es una chica rubia que le encanta la moda y Steven es el típico morocho de cuerpo de Dios griego.

Como les decía, llegue el segundo día de clases y me encontré con ellos, fui a saludarlos y nos dirigimos a la primera clase, historia ¡ash! Que aburrido.

De un momento a otro me chocó con alguien al levantar mi mirada y veo a un chico, muy bello debo admitir, pero a simple vista perece muy superficial, es el típico "popular" con un cuerpo esculpido por Jesucristo y con esa actitud altanera.

—Perdón— logre articular.

—No, yo lo siento preciosa ¿cuál es tu nombre?— Sonreí ya que se había cumplido mi prejuicio de que era el típico niñito de papá y totalmente desagradable. Fruncí el sueño ante su pregunta pero no me tomo por sorpresa en absoluto.

—¿Acaso eso importa?— dije chocando su hombro caminando lejos de él, salí de esa batalla victoriosa, pero se que personas como él no pararían de insistir hasta conseguirlo, pero de ninguna forma caería. Una vez lo hice, con mi ex novio, ya no volverá a pasar.

De fondo escuche un grito, mejor dicho SU grito, creí haber distinguido un "me gustan las difíciles ¡lo averiguare!" Pero no le tomé importancia, claro que lo haría, como lo dije, no pararía hasta obtener lo que quiere, se llevará una sorpresa cuando vea que ni en sueños podrá lograrlo, seguí mi rumbo ignorando las miradas llenas de preguntas de mis amigos.

Visualice con mis ojos a una chica de falda rosa con estampado que no logro visualizar desde aquí tirada en el suelo. Espera un segundo...

—¿Kat?— dije corriendo hacia ella que intentaba inútilmente recoger todas sus cosas.

—Oh al fin alguien agradable, en serio te lo agradezco— sin si observarme, estaba muy ocupada juntando unas hojas de su cuaderno y siguió con su discurso— los chicos a veces pueden ser muy malos— culmino y me observo esperando una respuesta, levante una ceja ante su comentario.— ¿Lai? Maldita sea no debí haber hablado de más— dijo lamentándose. ¿Katie? ¿Diciendo malas palabras? Raro.

— Kat.. que ha pasado tu jamás insultas— dije.

—No.. no me ha pasado nada solo alguien se choco conmigo— dijo sin mirarme.

— Katherine habla o le dire a mamá— la amenace apuntándola con un dedo.

— Está bien, solo fue una chica, ella me empujó. Pero no le digas nada, ella no quiso hacerlo estoy segura— dijo intentando hacer que suene menos mejor para que yo no le parta la puta cara a esa.

— Dime como es Katherine, no volveré a preguntártelo. Así que contéstanos puta pregunta— los nervios me habían consumido por completo, soy una persona bastante efusiva cuando se trata de mi familia, también suelo ser muy impulsiva, me paré dejando las cosas de Katie en sus brazos haciendo que casi perdiera el equilibrio. —¡Dímelo maldita sea!— le grite haciendo que brinque en su lugar.

—Una chica rubia— admitió antes de que me volviera más loca.

—Dame más detalles Katherine— rugí molesta. ¿Porque se empeña en protegerla?

—Rubia, alta, venia con dos chicas más, tenía una falda negra y unos zapatos realmente lindos y caros, su boca estaba pintada de rojo— soltó y quede asombrada por la descripción perfecta de Kat, realmente era una chica muy observadora.

Camine dejándola atrás y mis amigos me siguieron, no tardaron en preguntarme por mi actitud. Solo respondí que ella era mi hermana y que no permitiría que la tomen de punto.

Entre a la cafetería buscando a la chica con la descripción que me dio Katherine, rubia, alta, boca roja, pollera negra, zapatos caros, te tengo. Sonreí de lado al verla, era la típica niña rica, mi intuición no falla, ya lo han comprobado.

Toque su hombro y ella giró sobre sus pies con cara de estreñida.

Golpee su cara con toda la fuerza de mi puño.

—No te metas con mi hermana— dije, al instante llegaron Mike y Hannah a tomarme de los brazos para que no cometiera una estupidez.

—¿Quien es tu hermana? ¿La ridícula de la falda con estúpidos gatos? ¿O la ridícula de los zapatos rosas vomitivos y gastados?— río exageradamente sabiendo que esas dos descripciones que dio eran de Katie.

Justo en el momento en el que estaba intentando librarme de los brazos de los chicos y propinarle otro golpe en su cara cubierta por kilos y kilos de maquillaje oí un sollozo, supe al instante que Kat había escuchado lo que la Rubia hueca había dicho, mi corazón se apretó en mi pecho. Katherine no es mi hermana favorita ni mucho menos, no tengo hermana favorita, pero realmente se quien es mi hermana y no hay persona más buena y sana que ella, por lo que me molesta a sobre manera que la gente se aproveche de que sea inocente.

Por eso la defiendo. Porque sé que si se tratara de cualquiera de mis otras hermanas ellas se sabrían defender solas, pero Katie... ella es tan buena que no lo haría solo por no hacerle un mal al otro.

Corrí tras mi hermana dejando a la Idiota riéndose sola, volvería por ella, ¡oh! Claro que lo haría.

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